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¿Por qué siguen los retrasos de las obras en la vía Zipaquirá - Pasoancho - Briceño?

Esta obra debió comenzar hace casi una década, pero desde enero de 2025 se ha seguido aplazando la fecha de inicio.

Aunque esta obra debió comenzar hace casi una década, desde enero de este año se han aplazado las fechas del inicio de la restauración del corredor vial. Foto: Sergio Acero Yate / El Tiempo.

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Laura Valeria López Guzmán

17.03.2025 18:13 Actualizado: 17.03.2025 20:57

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La vía que conecta Zipaquirá con Briceño y Tocancipá, pasando por el sector de Pasoancho, ha sido por años un punto crítico en la movilidad del norte de Cundinamarca, pues por este corredor se movilizan vehículos pesados, entre ellos, muchos camiones y tractomulas de las empresas industriales que hay en el sector, como la planta de producción de cerveza de Bogotá Beer Company, entre otras grandes marcas.

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Su deterioro progresivo ha afectado a miles de habitantes, transportistas y turistas que transitan diariamente por esta ruta. Y aunque las diferentes istraciones, tanto local como departamental, han anunciado que se iniciarán las obras de este corredor, solo se puede evidenciar los maletines naranjas que se han vuelto paisaje, ya que estas no han comenzado.

Aunque a mediados de febrero de este año la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía de Zipaquirá habían anunciado que estas obras comenzarían el lunes 3 de marzo, luego de contar ya con varios aplazamientos, EL TIEMPO visitó unos días después el sector de Pasoancho y evidenció que no había ningún tipo de trabajador o funcionario en el sector realizando alguna labor con relación a estas obras.

Hay que tener en cuenta que la carretera Zipaquirá - Pasoancho - Briceño es un eje estratégico para la conectividad entre municipios como Sopó, Tocancipá y Gachancipá. Además, facilita el transporte de productos agrícolas e industriales, así como el a destinos turísticos de la región, entre ellos la emblemática Catedral de Sal de Zipaquirá y el Parque Jaime Duque.

El constante flujo de transporte de carga pesada ha acelerado el deterioro de la vía con el paso de los años, ya que no cuenta con una malla vial para este tipo de vehículos. A lo largo de esta vía se pueden evidenciar huecos que los habitantes del sector han buscado reparar con escombros, desniveles y falta de señalización.

Debido a la falta estatal en esta vía, los habitantes han sufrido fuertes afectaciones, pues durante la temporada de lluvias este tramo parece arenas movedizas que taponan las cañerías y causan que las casas que se encuentran sobre la carretera sufran inundaciones.

Pero luego, cuando llega el verano y la calle está seca, les toca poner plásticos en las fachadas de sus casas para que la exagerada cantidad de polvo que levantan todos los vehículos, durante el día y la noche, que pasan, no se les entre a sus hogares. Situación que ha causado también afectaciones en su salud, aumentando los casos de enfermedades respiratorias.

“Aunque parezca raro, preferimos la temporada de lluvias que la de verano porque no se levanta tanto polvo. Durante esos días así tengo que sacar un plástico y colgarlo al frente de la entrada de mi casa para que no entre tanto polvo. Además, durante esta época es cuando nos da gripa; esa tierra nos hace mucho daño”, le dijo Gladis Rodríguez, una de las habitantes de Pasoancho, a EL TIEMPO.

Además de encontrar viviendas, terrenos para cultivos y ganadería, en esta vía hay diferentes comercios, como talleres y montallantas, panaderías, tiendas y papelerías, los cuales, según el estado de la calle, tienen sus ventas bajas. Esto sucede, según le informó la dueña de uno de los locales a EL TIEMPO, quien prefirió guardar su identidad, que cuando había fuertes lluvias podía pasar un día sin vender.

Esta obra debió comenzar hace casi una década, pero se sigue aplazando la fecha de inicio. Foto:Sergio Acero Yate / El Tiempo.

“Nosotros no sabemos qué más hacer. Hemos realizado en diferentes ocasiones manifestaciones, hemos tenido mesas de diálogo con funcionarios de la Alcaldía de Zipaquirá y de la Gobernación de Cundinamarca y solo nos dicen que la próxima semana empiezan las obras, pero así estamos desde hace varios meses”, agregó.

Las obras de rehabilitación de esta vía no son un anuncio reciente. Desde hace varios años, se han planteado proyectos para su intervención, pero distintos factores han impedido su ejecución oportuna.

Uno de los principales obstáculos ha sido la financiación. A pesar de que el Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca (ICCU) anunció inversiones en distintas ocasiones, los recursos no fueron asignados con la rapidez esperada. Los cambios en la istración departamental y la priorización de otros proyectos también influyeron en la demora.

Otro factor determinante han sido los trámites istrativos. La obtención de permisos, la compra de predios y la planeación técnica de la obra han tomado más tiempo del previsto. Además, las condiciones climáticas, especialmente en épocas de lluvias intensas, han dificultado el mantenimiento temporal de la vía, generando más deterioro.

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¿Qué dice la Alcaldía de Zipaquirá?

En entrevista con este medio, el alcalde de Zipaquirá, Fabián Rojas, aseguró que el trabajo con la Gobernación y los municipios aledaños ha sido un proceso de colaboración constante, enfocado en mejorar las condiciones de esta vía para beneficio de la comunidad; la cual ha estado bajo el liderazgo del gobernador Jorge Rey. Se han gestionado los recursos necesarios para la ejecución del proyecto, garantizando así el avance de las obras de infraestructura vial en la región.

EL TIEMPO se comunicó con el alcalde de Tocancipá y con funcionarios de la Gobernación de Cundinamarca para conocer cuál es el estado actual de la obra; sin embargo, al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.

“Este proceso refleja el compromiso de la istración departamental y local con el desarrollo vial, asegurando que las obras se lleven a cabo de manera eficiente y transparente. Además, la participación de distintos actores ha permitido un seguimiento cercano a la ejecución del proyecto, garantizando que las mejoras en la vía respondan a las necesidades de movilidad, seguridad y desarrollo económico de la región", agregó Rojas.

Detalles de la obra

Según información de la Alcaldía de Zipaquirá a este medio, el contratista encargado de ejecutar las obras de esta vía será el Consorcio INCITECO, el cual resultó adjudicatario en el proceso de licitación pública ICCU-LP-038 de 2024.

Una vez se surtan los trámites correspondientes y se inicien las actividades contractuales, este consorcio será el responsable de llevar a cabo las intervenciones programadas en la vía, cumpliendo con los estándares técnicos y de calidad establecidos por el Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca (ICCU). Se espera que con el desarrollo de estas obras se logre mejorar la movilidad y conectividad en la región, beneficiando a la comunidad y al sector productivo.

El valor del contrato para la ejecución de esta obra es un poco más de 10.000 millones de pesos. Esta inversión, gestionada a través de la Gobernación de Cundinamarca, el Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca (ICCU), cuenta con un aporte de 2.000 millones de pesos por parte del municipio de Zipaquirá.

“El decidido respaldo del municipio a este proyecto demuestra su voluntad de fortalecer la conectividad, impulsar el comercio y dinamizar el turismo en la región. Gracias a esta inversión conjunta, se garantizará una infraestructura de calidad que responda a las necesidades de la comunidad y potencie el crecimiento económico local”, detalló el mandatario de Zipaquirá.

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Impacto del deterioro de la vía

Dificultades para la movilidad: Los baches, el desgaste del pavimento y la falta de mantenimiento generan tráfico lento y dañan los vehículos, afectando a transportadores, residentes y viajeros.

Afectaciones a la calidad de vida: Los habitantes del sector sufren polvo en verano y lodo en invierno, lo que impacta su bienestar y puede provocar problemas de salud respiratoria y dermatológica.

Incremento en costos de transporte: Los transportistas deben realizar mantenimientos frecuentes a sus vehículos debido al mal estado de la vía, lo que puede traducirse en mayores costos para los s y encarecimiento de productos y servicios.

Riesgos para la seguridad vial: La falta de señalización, el mal estado de la carretera y la presencia de huecos aumentan el riesgo de accidentes, especialmente en condiciones de lluvia o poca visibilidad.

Impacto negativo en la economía local: Los problemas de movilidad afectan a comerciantes y productores locales, quienes pueden enfrentar dificultades para recibir suministros o distribuir sus productos.

La rehabilitación de esta vía no solo mejorará la movilidad diaria, sino que también tendrá un impacto positivo en la economía local. Un vial eficiente facilita el comercio, reduce los costos de transporte y atrae más visitantes a la región.

Además, el mejoramiento de la infraestructura vial puede incentivar nuevas inversiones en sectores como el turismo, la agroindustria y la logística, consolidando a Zipaquirá y sus alrededores como un punto clave para el desarrollo de Cundinamarca.

A pesar de los desafíos enfrentados en el pasado, el inicio de estas obras representa una oportunidad para transformar positivamente la movilidad y calidad de vida de miles de personas. Ahora, la comunidad sigue a la espera que los trabajos avancen según lo planeado y que la vía Zipaquirá - Pasoancho - Briceño deje de ser un problema recurrente para convertirse en un ejemplo de infraestructura eficiente en el departamento.

Laura Valeria López Guzmán

En X: @Lauravaleriolo

Redacción Bogotá

EL TIEMPO