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Indígenas insisten en vías de hecho y se toman lote cerca del Parque Nacional en Bogotá: Distrito exige soluciones

Es la segunda protesta en el sector. Reclaman al Gobierno Nacional garantías para el retorno a sus territorios.

Parque Nacional and invasión de Emberas. — Desde la madrugada de este lunes, 500 indígenas de la comunidad emberá se asentaron en el costado norte del parque Nacional. Foto: César Melgarejo/ El Tiempo @melgarejocesarnew

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Maria Paula Rodriguez Rozo

19.05.2025 19:42 Actualizado: 20.05.2025 10:48

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Hace menos de 10 días, un centenar de indígenas emberás estaba abandonando el parque Nacional luego de un intento de toma. En la mañana del 19 de mayo, un nuevo grupo de la misma comunidad se asentó en inmediaciones de este emblemático espacio. Llegaron al lugar con las mismas exigencias que el grupo anterior: volver a sus territorios ancestrales.

Es como si la historia se repitiera otra vez, pero en esta oportunidad llegaron 500 indígenas, entre ellos más de 200 niños y adolescentes, que ya se establecieron con cambuches al norte del parque Nacional. Aunque vienen de la Unidad de Protección Integral (UPI) La Rioja, son un grupo distinto.

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Desde la mañana del lunes, los funcionarios distritales de Integración Social, gestores de Asuntos Étnicos, Diálogo Social y Derechos Humanos, entre otras entidades, les ofrecieron la posibilidad a las familias indígenas de ir al Centro Amar o albergues.

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Estamos a tope, necesitamos que el Gobierno Nacional nos ayude

gUSTAVO QUINTEROSecretario de Gobierno

Asimismo, los funcionarios fueron enfáticos en que no está permitido establecer asentamientos en el lugar, el cual está al lado de la Pontificia Universidad Javeriana en la carrera 7.ª con calle 39.

A todo esto, los indígenas respondieron de forma reacia, según indicó la Secretaría de Gobierno. Solo quieren hablar con las autoridades nacionales.

“Estamos a tope, necesitamos que el Gobierno Nacional nos ayude, encuentre soluciones y le plantee una ruta de acción clara a la comunidad emberá”, dijo el secretario de Gobierno, Gustavo Quintero. El funcionario también afirmó que el Distrito ya está listo para apoyar el retorno.

El alcalde Carlos Fernando Galán hizo un llamado para que el Gobierno Nacional cumpla sus compromisos y las recomendaciones hechas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El mandatario dijo que Bogotá ha cumplido con su parte del compromiso al garantizar las condiciones básicas para los emberás. Para ello, el Distrito ha invertido 22.000 millones de pesos.

Este no es el único punto de concentración de la comunidad. 70 indígenas también están instalados en la sede de la Unidad istrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (Uaeariv) reclamando lo mismo. Este grupo estuvo protestando y pernoctando durante varios días de la semana pasada frente al Ministerio de Interior.

La gesta por volver

Tanto las autoridades distritales como los líderes de la comunidad manifiestan que la promesa por parte del Gobierno Nacional de que las UPI serían un hogar temporal por tres meses en Bogotá para las familias emberás, se ha convertido en algo que ha durado años. Los indígenas manifiestan que ya llevan “más de cinco años en condiciones inhumanas” dentro de las UPI.

César Restrepo, secretario distrital de Seguridad, señaló que la comunidad emberá está siendo revictimizada por el Gobierno Nacional al no atender sus demandas en estas protestas.

La espera depende de la Unidad para las Víctimas para poder plantear las alternativas que ha definido la ciudad para evacuar a los emberás-katío. “Ya vamos para un año desde el primer retorno y no se ha dado una segunda ni tercera fase”, declaró Isabelita Mercado, consejera para las Víctimas, Paz y Reconciliación.

Hugo Guerra, director de Reparación Integral y consejero encargado del Distrito dijo que los temas de retorno, reubicación, atención humanitaria en carácter de transición son responsabilidad del Gobierno Nacional.

El funcionario recordó que hay dos fallos de dos juzgados, quienes establecieron que la responsabilidad de atender y tutelar los derechos de toda la población indígena en Bogotá es del Estado.

Ya vamos para un año desde el primer retorno y no se ha dado una segunda ni tercera fase

Isabelita mercadoConsejera para las Víctimas, Paz y Reconciliación

“El primero de ellos es la responsabilidad en el fallo de 2023 de la Unidad para las Víctimas y el segundo, el fallo de 2025 donde se reitera lo dicho en el fallo anterior”, señaló el consejero.

Por otro lado, Miguel Silva, secretario general, dijo que la ciudad le ha propuesto al Estado usar algunos de los predios que dispone la Sociedad de Activos Especiales (SAE) o del Fondo de Reparación para realizar la reubicación de estas comunidades.

El Distrito hizo un llamado para que el Ministerio de Interior y la Uaeariv asuman la responsabilidad que les asignó un fallo, que se dio en octubre de 2023, donde se ordenó la reubicación inmediata de estas personas.

¿Y las soluciones?

La Unidad para las Víctimas había llegado a un acuerdo con los emberás que intentaron tomarse el parque Nacional hace más de una semana. En él, la entidad quedó con el compromiso de coordinar una ruta para garantizar el retorno a los territorios en un plazo de tres meses.

Adicionalmente, se acordó que se mejorarían las condiciones sanitarias de la UPI La Rioja y La Florida. Así como la entrega de kits de alimentos, cocinas y de noche para mejorar las condiciones de vida de los indígenas albergados por el Distrito. Dichas entregas beneficiaron a 95 familias emberá.

Sin embargo, los acuerdos han sido parciales, puesto que han salido nuevos grupos de la comunidad emberá para exigir las mismas garantías al Estado en distintos frentes.

Según una fuente dentro de la Unidad, el retorno a los territorios de estas comunidades no es fácil por la presencia de actores armados en la zona donde llegarían. Por tanto, es necesario articular distintas entidades del Gobierno Nacional.

Por su lado, la Unidad declaró que está liderando un espacio de escucha en su sede principal en Bogotá con un grupo de líderes Emberá que se acercó a las instalaciones este lunes.

"Este espacio está siendo acompañado por la Alcaldía Mayor de Bogotá, el Ministerio del Interior, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría y el ICBF", dice su comunicado.

Un historial de protestas

El parque Nacional durante los últimos tres años se ha convertido en un punto donde las comunidades indígenas llegan a expresar sus reclamos al Estado.

Ya en otras tres ocasiones se establecieron en ese espacio de la ciudad. La penúltima vez estuvieron un año.

De esas personas, unas 900 se acogieron al programa de retorno a los territorios de origen que les ofreció la Unidad para las Víctimas y el Distrito, que los ha apoyado con subsidios en esas regiones.

El proceso de regreso de las comunidades emberá a Risaralda y Chocó se suspendió el año pasado, según el secretario Gustavo Quintero, porque la Unidad para las Víctimas argumentó que “no le alcanzaban los esfuerzos y el presupuesto para asumir un segundo retorno”.

MARÍA PAULA RODRÍGUEZ ROZO

Redacción Bogotá

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