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Estas son las razones por las que no se ha aumentado el límite de velocidad en las principales vías de Bogotá

Concejales han opinado y lanzado detalles de un estudio que respaldaría la decisión. ¿Qué dicen los expertos?

El límite de velocidad en las principales vías de la ciudad es de 50 km/h Foto: Héctor Fabio Zamora / EL TIEMPO

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Laura Valeria López Guzmán

15.05.2025 14:22 Actualizado: 15.05.2025 21:54

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La Secretaría de Movilidad de Bogotá mantiene el límite de velocidad actual en 50 kilómetros por hora en las vías principales de la capital, tras un análisis riguroso basado en una metodología desarrollada por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).

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Esta decisión responde a múltiples razones técnicas, de seguridad vial y de protección de la vida de los ciudadanos, que explican por qué no se ha aprobado un aumento en el tope de velocidad, pese a las solicitudes y debates públicos recientes.

La secretaría de Movilidad lanzó la campaña de seguridad vial 'Bájale al acelere'. Foto:Héctor Fabio Zamora / EL TIEMPO

De hecho, desde mayo de 2020, Bogotá estableció un límite máximo de 50 kilómetros por hora para vehículos particulares en las principales vías, una medida que se tomó, bajo la istración de Claudia López, con el objetivo de reducir la siniestralidad vial y proteger a todos los actores de la movilidad.

En zonas sensibles como residenciales, escolares y hospitalarias, el límite es aún más bajo, de 30 kilómetros por hora, para garantizar la seguridad en espacios con alta concentración de personas.

Además, la Secretaría de Movilidad, liderada por Claudia Díaz, ha explicado que actualmente se está aplicando la metodología de la ANSV para evaluar si es viable mantener, aumentar o reducir los límites de velocidad en los principales corredores viales de la ciudad.

Esta metodología toma en cuenta aspectos como el tipo de área, la vulnerabilidad de las personas, el entorno de las vías y cómo funcionan. Se lleva a cabo en cinco etapas que incluyen identificar y describir el sector, estimar riesgos, hacer un análisis comparativo y definir el límite final.

El principal argumento para no aumentar el límite a 60 kilómetros por hora, como algunos han propuesto, es la evidencia técnica que muestra que el exceso de velocidad es uno de los factores más determinantes en la ocurrencia y gravedad de los siniestros viales en Bogotá.

De hecho, estudios recientes indican que, a mayor velocidad, mayor es el riesgo de choque fatal. Por ejemplo, un choque a 50 kilómetros por hora equivale a una caída desde un segundo piso, mientras que a 60 kilómetros por hora la caída sería comparable a lanzarse desde un cuarto o quinto piso, lo que incrementa drásticamente la probabilidad de muerte o lesiones graves.

Además, expertos en movilidad, como Darío Hidalgo de la Pontificia Universidad Javeriana, advierten que aumentar el límite sería un error porque duplicaría el riesgo de siniestros fatales.

También desmienten el mito de que subir la velocidad reduce significativamente la congestión, ya que la mejora en tiempos de viaje sería mínima (por ejemplo, solo 12 segundos por kilómetro al pasar de 50 a 60 km/h), mientras que el incremento del riesgo es considerable.

La infraestructura vial y el modelo de ciudad de Bogotá, que combina elementos de ciudades europeas y estadounidenses, también justifican mantener límites prudentes para proteger a peatones y ciclistas, quienes son s vulnerables en el sistema de movilidad.

El limitador de velocidad actuará de acuerdo con la lectura de los límites autorizados en cada tramo. — El limitador de velocidad actuará de acuerdo con la lectura de los límites autorizados. Foto:Archivo EL TIEMPO

La cultura ciudadana es otro ámbito que hay que tener en cuenta para tratar este tema. Según los expertos, aunque los ciudadanos le han puesto el freno al exceso de velocidad, todavía falta mayor conciencia sobre el tema.

“Desde el punto de vista de la ciudadanía, desafortunadamente el espíritu es vivir de afán. (...) Existe un espacio para que formemos una cultura sobre una Bogotá con buen ritmo, pero sin afán. Y eso tiene que traducirse en quitar el pie del acelerador. De esta manera se contribuye a una pacificación del tránsito”, comentó José Stalin Rojas, director del Observatorio de Logística y Movilidad de la Universidad Nacional de Colombia.

¿Qué plantea la Agencia Nacional de Seguridad Vial?

La decisión de la Secretaría de Movilidad se basa en el modelo que la Agencia Nacional de Seguridad Vial desarrolló para definir los límites máximos de velocidad. Este se fundamenta en el Enfoque de Sistema Seguro y responde al Plan Nacional de Seguridad Vial 2022–2031 y a la Ley 2251 de 2022, de acuerdo con voceros de la Agencia Nacional.

La metodología aplica para zonas urbanas, rurales y pasos metropolitanos, teniendo en cuenta el entorno vial, la vulnerabilidad de los s y la funcionalidad de la vía.

“Se desarrolla en cinco etapas: identificación del tipo de zona; caracterización del sector; estimación del riesgo y definición del límite preliminar; análisis de brechas con comparación de velocidades; establecimiento del límite definitivo y su socialización; y, finalmente, seguimiento y evaluación del cumplimiento”, explicaron desde la ANSV.

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La solicitud del concejal Humberto Amín

El debate sobre los límites de velocidad en Bogotá se ha intensificado desde finales de 2024, cuando el concejal Humberto Amín solicitó formalmente al Distrito revisar y potencialmente aumentar los límites máximos en los principales corredores viales.

Amín argumenta que un aumento en ciertos corredores podría reducir los tiempos de viaje, mejorar la fluidez vehicular y no necesariamente incrementar los accidentes si se implementan controles adecuados y medidas de seguridad.

El concejal propone que los límites varíen según la categoría de la vía, permitiendo velocidades superiores a 50 kilómetros por hora en avenidas y calles de alto tránsito, con el fin de facilitar trayectos más rápidos y efectivos para los conductores que cumplen con la normatividad. Sin embargo, también reconoce la importancia de mantener límites estrictos en zonas escolares y residenciales para proteger a los peatones.

La Secretaría de Movilidad ha acogido esta solicitud y está actualizando el estudio técnico de velocidad en la ciudad con base en la metodología de la ANSV, para definir si es posible hacer ajustes en los límites actuales.

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Claudia Díaz ha señalado que cualquier cambio dependerá de los resultados del estudio, que podrían indicar mantener, aumentar o incluso reducir los límites en ciertas zonas, siempre con el objetivo de preservar la seguridad vial.

Por ahora, el límite de velocidad en Bogotá se mantiene en 50 kilómetros por hora en las vías principales y 30 kilómetros por hora en zonas sensibles, una medida que ha demostrado ser efectiva para reducir la siniestralidad y proteger vidas.

Desde el 2022 se establecieron los nuevos límites de velocidad en Colombia. Foto:iStock

La Secretaría de Movilidad continúa evaluando la posibilidad de modificar estos límites, pero las razones técnicas, de seguridad y de infraestructura respaldan la prudencia en cualquier cambio.

El llamado del concejal Humberto Amín a revisar los límites refleja la necesidad de equilibrar movilidad y seguridad, pero cualquier decisión futura deberá estar basada en evidencia científica y en la protección de todos los actores viales. La prioridad sigue siendo evitar muertes y lesiones graves en las calles de Bogotá, garantizando una movilidad segura y sostenible para todos.

Laura Valeria López Guzmán

En X y en Ig: @Lauravalerialo

Redacción Bogotá

EL TIEMPO