El ‘clan del Golfo’, autor de uno de cada tres asesinatos de militares

Este año han sido asesinados 30 militares, 10 de ellos a manos de la red criminal de ‘Otoniel’.

Los cuerpos de los soldados serán trasladados a sus regiones de origen. Foto: Ejército Nacional

Subeditora20.04.2022 19:45 Actualizado: 21.04.2022 00:22

Tras una operación de la Cuarta Brigada del Ejército (hacia la medianoche del 19 de abril) contra el ‘clan del Golfo’, en Nutibara, zona rural de Frontino, Antioquia, en la que se dio muerte a un delincuente y se logró el sometimiento y la captura de dos más, hombres al mando de alias Richard, jefe de la subestructura Edwin Román Velásquez, activaron una carga explosiva al paso de uno de los camiones que participaron en la actividad militar.

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Como resultado del ataque perdieron la vida los soldados Edwar Fernando Agudelo Castaño, Emir Esli Baldovino Zabaleta, Yonaiker Cordero Rivera, Juan Daniel Lozano Oviedo, Kevin Luis Altamiranda Cantero y Héctor Fabio Buelvas Ospina.

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De igual forma, se reportó que en el ataque cinco militares resultaron heridos y fueron trasladados a Medellín y uno más está reportado como desaparecido.

El comandante de la Séptima División del Ejército, el general Juvenal Díaz Mateus, dijo que el ataque es una retaliación por las actividades de la Fuerza Pública contra la organización ilegal, que aunque ha recibido duros golpes como la captura de su máximo jefe, Dairo Antonio Úsuga, sigue haciendo presencia en varias regiones del país.

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La red del capo ‘Otoniel’, quien enfrenta los trámites finales para su extradición a Estados Unidos, sigue activa a pesar de la caída de sus jefes en los últimos años y de la extinción de sus bienes, que superan los cinco billones de pesos.

De hecho, este año han sido asesinados 30 militares en diferentes circunstancias, 10 de ellos a manos del ‘clan’, que en algunas zonas del país ha ordenado prácticas macabras como el plan pistola para asesinar a uniformados luego de cada golpe que les han propinado las autoridades.

De acuerdo con el conteo de hombres en armas, que realizan cada año las agencias de inteligencia del país, a diciembre de 2021 el ‘clan’, considerada la red más grande dedicada al tráfico de estupefacientes en el país, tenía 3.256 integrantes; de ellos, 1.284 hombres en armas y 1.972 en redes de apoyo.

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El ‘clan’ cuenta con cuatro estructuras base y 22 subestructuras en 12 departamentos, pero su zona de operaciones para delinquir se concentra en el bajo Cauca antioqueño y el Urabá.

Tras la detención de ‘Otoniel’, las autoridades han reportado más de 100 capturas de la organización, a lo que se suma que el 26 de marzo fue extraditado hacia Estados Unidos Carlos Antonio Moreno Tuberquia, alias Nicolás, quien llegó a ser el segundo al mando de la estructura.

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Y en los últimos cinco años la Fuerza Pública ha dado muerte a los más cercanos de ‘Otoniel’; alias Gavilán (agosto de 2017), ‘Inglaterra’ (noviembre de 2017), ‘el Indio’ (marzo de 2018) y ‘Marihuano’ (febrero de 2021).

Informes de inteligencia dan cuenta que hoy la estructura del ‘clan del Golfo’ está dividida por la disputa entre Jovanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, y Wilmar Antonio Girando Quiroz, ‘Siopas’, quienes se declararon la guerra por el control de la organización y quienes han ordenado ‘purgas internas’ por el temor a la traición de sus propios hombres.

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'La hidra de la violencia'

El director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), Jorge Restrepo, comparó al ‘clan del Golfo’ con la figura de la hidra -un monstruo de la mitología griega que tenía muchas cabezas y que pese a ser cortadas le salían más, en símil a que, a pesar de los golpes que ha recibido la red criminal, el grupo sigue con sus dinámicas delictivas asociadas al narcotráfico.

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Señaló que el ‘clan’ busca mantener sus rentas criminales y que como ha pasado en el pasado se podrían generar pequeños grupos que tratan de ejercer la violencia entre ellas para lograr cohesionar a otros grupos con nuevos líderes.

Para Camilo González Posso, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), la captura de los líderes del ‘clan’ es un golpe que los obliga a reorganizarse. Señaló que esta estructura tiene características de una “asociación horizontal donde hay jefes de frentes o de región y trabajos con grupos relativamente autónomos, eso hace que rápidamente recuperen las rutas y el manejo del negocio”, puntualizó.

Agrega que no hay un debilitamiento total, pero que se generan luchas internas “en las que las siguientes generaciones no tienen la misma fortaleza que la anterior”.