Dormir bien no depende solo de apagar el móvil o cerrar los ojos. Según el doctor Jesús Vázquez, médico nutricionista y divulgador en redes sociales, el proceso del descanso comienza mucho antes, concretamente en lo que se decide cenar.
“Dormir es un acto en el que intervienen hormonas, neurotransmisores y señales que dependen en gran parte de los nutrientes que hemos ingerido”, señala en uno de sus vídeos.
Triptófano, magnesio y digestión: la cadena del sueño profundo
El especialista explica que la melatonina, hormona que regula el sueño, no se produce por arte de magia, sino que su producción empieza con lo que comemos y cómo lo digerimos.
Un elemento clave para activar este proceso es el triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina y, a su vez, de la melatonina. Este nutriente esencial está presente en alimentos comunes como huevos, avena, pollo, pavo, lácteos, plátano, frutos secos y legumbres.
Los frutos secos generan triptófano. Foto:iStock
No obstante, no basta con consumir estos alimentos. Para que el cuerpo pueda aprovechar el triptófano, es necesario también contar con magnesio, que se encuentra en semillas, espinacas, aguacates y cacao puro.
La inflamación intestinal, un obstáculo para el sueño reparador
El doctor Vázquez advierte sobre la importancia de evitar la inflamación intestinal. Cuando el intestino está irritado —por consumo excesivo de azúcares, alimentos ultraprocesados o una mala rutina digestiva— el cuerpo no absorbe bien el triptófano.
Esto interrumpe la cadena que termina en la producción de melatonina, generando como consecuencia un descanso superficial, poco reparador o insomnio crónico.
Recuerde dormir lo suficiente para tener energía. Foto:iStock
Recomendaciones para una cena que favorezca el sueño
Para mejorar la calidad del sueño, Jesús Vázquez recomienda cenar ligero, masticando bien los alimentos y dejando al menos dos horas entre la cena y el momento de acostarse.
Además, sugiere incorporar una infusión caliente que ayude a relajar la musculatura gastrointestinal, aumentar el flujo sanguíneo digestivo y activar el sistema parasimpático.
“Así se mejora la producción de enzimas digestivas y se reduce la inflamación”, añade.
Jesús Vázquez sostiene que la salud comienza en el plato y que el sueño también.
Entender el descanso como un proceso que empieza mucho antes de acostarse, con una cena adecuada, la ausencia de inflamación y una buena digestión, puede marcar la diferencia entre una noche reparadora y otra en vela.
*Este contenido fue escrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de conocimiento público divulgado a medios de comunicación. Además, contó con la revisión de la periodista y un editor.
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