En el proceso natural de envejecimiento, es común que la memoria comience a fallar, llevándonos a olvidar nombres, lugares o incluso acciones cotidianas como el haber cerrado la puerta de casa.
Sin embargo, especialistas en salud han destacado la importancia de ciertos alimentos que pueden ayudar a fortalecer la memoria y prevenir el deterioro cognitivo.
Medline Plus, un reconocido sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explica que el cerebro no es capaz de almacenar toda la información de experiencias y aprendizajes diarios, y por ello, selecciona qué es lo más relevante para recordar. Con el paso de los años, recuperar ciertos recuerdos puede tomar más tiempo.
Los expertos han resaltado tres alimentos esenciales que deberían consumirse, especialmente en las mañanas, para contribuir a la prevención de enfermedades como el Alzheimer y ataques cerebrales.
Estos alimentos, ricos en nutrientes y antioxidantes, son fundamentales para la rapidez en la memoria:
La zanahoria: Reconocida por sus propiedades antioxidantes, como el β-caroteno, no solo refuerza el sistema inmunológico, sino que también permite una rápida reacción del organismo frente a virus o bacterias.
La manzana: Esta fruta, rica en antioxidantes y antiinflamatorios, contiene flavonoides como la quercetina, que juegan un papel crucial en la prevención de la demencia y el Alzheimer.
La nuez: Este fruto seco aporta múltiples beneficios gracias a su contenido en polifenoles, que previenen el daño oxidativo en las células cerebrales, y omega3, esencial para el buen funcionamiento neuronal.
Además de fortalecer la memoria, es importante prestar atención a la prevención de enfermedades comunes como la gripe. Cambios bruscos de temperatura o el uso de aire acondicionado en verano suelen ser factores desencadenantes.
Para reforzar el sistema inmunológico y prevenir la gripe, los expertos recomiendan incluir el pescado azul en la dieta. Este superalimento es una rica fuente de proteínas, grasas insaturadas, minerales, fósforo, magnesio y calcio, con un sabor más intenso que el del pescado blanco.
Entre las variedades de pescado azul se encuentran el boquerón, anguila, arenque, atún, bonito, jurel, lamprea, pez espada, salmón, salmonete, sardina, caballa y trucha.
Consumir regularmente dichos pescados brinda beneficios como la prevención de enfermedades cardiovasculares y la mejora de los niveles de colesterol, gracias a su alto contenido en omega3.
Cabe destacar que, antes de realizar cualquier cambio en la dieta o rutina alimenticia, es esencial consultar primero con un profesional de la salud. La nutrición es una ciencia compleja y lo que puede ser beneficioso para una persona podría no serlo para otra, dependiendo de su salud general, condiciones preexistentes, y necesidades nutricionales específicas.
Un médico o nutricionista puede proporcionar orientación personalizada y asegurarse de que cualquier ajuste en la dieta sea seguro y beneficioso para la salud individual.
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación, y contó con la revisión de un periodista y un editor.
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