A raíz del aumento constante de su valor durante el año pasado, al final del cual alcanzó a romper la barrera de los 5.000 pesos, el dólar asustó a muchas personas. Esa coyuntura oscurecía el panorama para las agencias de viajes enfocadas en el turismo emisivo, ya que se verían obligadas a aumentar sus precios. Un dólar tan alto había llenado de miedo a quienes tenían la ilusión de viajar fuera de Colombia en sus próximas vacaciones. No obstante, 2023 comenzó con una tasa de cambio más estable.
“La alta fluctuación del dólar generaba un ambiente de incertidumbre que afectaba los precios de los productos y servicios, así como la oferta y capacidades de negociación con proveedores internacionales, por lo que vemos muy favorable una estabilización de la tasa de cambio con variaciones más moderadas”, explicaba a finales de enero Paula Cortés Calle, presidente ejecutiva de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato).
Ahora, cuando se empieza a marcar el rumbo del turismo en 2023, el precio del dólar sigue siendo alto. Hace un año la moneda estadounidense se situaba alrededor de 3.900 pesos, mientras que en los últimos días ha rondado los 4.800 pesos, lo que quiere decir que quienes salen de Colombia se ven obligados a gastar más dinero que antes por servicios como el transporte aéreo y el hospedaje.
A pesar de la trepada de la divisa americana, algunas agencias de viajes manifiestan que entre las personas no ha desaparecido el deseo de viajar. “La gente está viajando. Creo que va animada a un buen ritmo y se va soltando más. Es un proceso de ajuste a la vida cara, al dólar caro”, declara Felipe Londoño, gerente de Viajes Hermes, una agencia especializada en viajes a la medida por el mundo.
“La gente sigue viajando, sobre todo a Cancún y a Punta Cana; pero también a Europa, a Turquía y a Suramérica en circuitos o en paquetes a la medida”.
En su opinión, después de las épocas más duras de confinamiento en 2020 y 2021, el negocio empezó a despegar de nuevo en enero de 2022 y ahora se siente la demanda represada de muchas personas que habían visto frustrados sus planes de viaje por culpa de la pandemia. “Todos los destinos se están moviendo: el sudeste asiático, África; Turquía y Marruecos siguen fuertes, y hacia Egipto hay un boom grande. Sólo no se venden Rusia, Ucrania, Corea del Norte y Nicaragua”, afirma el gerente de Viajes Hermes.
De acuerdo con Ana María Puerta, gerente comercial de Reyes Tours, agencia aliada de Frosch, recientemente ha habido un “auge impresionante” de solicitudes para visitar Turquía, Egipto y Grecia. “Y Marruecos volvió a aparecer”, dice.
Hugo Vélez, gerente general de Panamericana de Viajes, concuerda: “La gente sigue viajando, sobre todo a Cancún y a Punta Cana; pero también a Europa, a Turquía y a Suramérica en circuitos o en paquetes a la medida”.
Por su parte, Ruth Pinzón, gerente de la mayorista Turivel, enfocada en turismo emisivo, manifiesta que el hecho de que el precio del dólar haya vuelto a caer recientemente ha contribuido a que las personas sigan viajando. “La gente está yendo al Caribe, a Europa, a Estados Unidos y a Suramérica, que es lo que hemos vendido siempre; pero este año tenemos programas de lujo con un historiador a Egipto, Marruecos y Tailandia; y un viaje a las cavas de Chile a hacer degustación de vino. Estamos tratando de innovar y de hacer las cosas de manera diferente”, indica.
Mirando hacia Colombia
El encarecimiento de los viajes fuera de Colombia ha sido beneficioso para los destinos nacionales. Así lo afirma César Isaza, gerente del Ecolodge El Almejal, en Bahía Solano (Chocó).
“A quien quiera viajar al exterior hoy le va a valer al menos un 20 por ciento más. Muchos de estos proyectos de viaje se van a posponer o cancelar. El turismo nacional ha cobrado interés, el turismo de naturaleza viene en alza. Lo que pasa es que estas regiones de la Colombia oculta tienen muy mala conectividad y esa es una promesa del Gobierno: hacer aeropuertos y mejorar la infraestructura. Esperemos que así sea”, asegura.
En palabras de Arturo Bravo, viceministro de Turismo, la actual tasa de cambio es una oportunidad de atraer más visitantes debido a que la devaluación del peso colombiano hace que el país se abarate como destino. “Los destinos turísticos colombianos son más atractivos para los visitantes extranjeros debido a que los costos se reducen”, manifiesta.
David Londoño, director comercial de Awake Travel, también anota que las personas están buscando más destinos colombianos como La Guajira, Palomino, Guainía, Putumayo, Nuquí y Tumaco. “El colombiano queda atrapado porque es más costoso salir, así que evalúa opciones locales; y para el extranjero el país entra en descuento, un 30 por ciento más barato”, cuenta.
Por su parte, el influenciador de viajes Christian Byfield (@byfieldtravel) recomienda evitar gastar en dólares viajando por lugares de Colombia entre los que están Guaviare, Chocó, Casanare, Guainía y Vaupés. “Fuera del país es barato viajar por Suramérica y Centroamérica: apuntarle a Bolivia; a Argentina”, dice.
Los creadores de contenido Andrés Álvarez y Lina Ruiz, de Renunciamos y Viajamos (@renunciamos_y_viajamos), sugieren analizar las coyunturas de otros países. “Lastimosamente toca ver cuáles países están en crisis, y Argentina es una buena opción. También, Turquía. El avión es lo más caro, pero las comidas y los tures son baratos. Una comida cuesta 20 liras, es decir, 10 dólares. Hay alternativas de comida callejera. Los precios son asequibles para los colombianos”, resaltan.
Es claro que, con dólar alto o sin él y ya sea dentro o fuera de Colombia, siempre hay opciones para quien desee viajar.
JUAN URIBE
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
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