En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
La lencería a la vista volvió para quedarse
Diseñadores y estilistas se han puesto de acuerdo para que la ropa interior ocupe un primer plano.
Zoe Saldaña en un Dolce & Gabanna de tul. Foto: Getty Images
Jean Paul Gaultier, en su desfile de Primavera-Verano de 1983, y Vivienne Westwood, una de las creadoras de la estética punk, quien en 1982 con su colección Nostalgia of Mud introduce los sujetadores sobre los vestidos o las camisas, se encargaron de difuminar las barreras entre ropa interior y exterior. Luego, en los 90, se dejó a la vista las finas tiras de la tanga.
Así saltó la ropa interior a la vista de todos, en ocasiones con una búsqueda más romántica, otras en facetas traviesas, arriesgadas o descaradas a través de blusas, americanas o vestidos. Paris Hilton y Britney Spears, en el 2000, mostraron su lencería con pantalones de tiro bajo.
Ahora, una nueva generación liderada por Bella Hadid, Dua Lipa, Dakota Johnson o Kristen Stewart pisan la calle con estilismos en los que la ropa interior y exterior caminan al unísono como se ha visto en las pasarelas.
Estilismos al desnudo
Dua Lipa en un Simon Porte Jacquemus. Foto:Getty Images
Casas de moda, diseñadores y firmas proponen prendas y estilismos desenfadados cada vez más desnudos. En algunos momentos la lencería se convierte en un básico y en otros se apuesta por cortes dramáticos y transparencias para mostrar la ropa interior. El resultado: diseños frescos y dinámicos.
Hace años Westwood, Alexander McQueen, John Galliano o Saint Laurent crearon piezas de pasarela en las que la lencería que se veía dentro de la habitación también hacía parte del traje de gala para salir a la calle, con una serie de vestidos lenceros que hoy vuelven a estar de regreso.
Ahora, lo invisible se hace visible en las nuevas propuestas de Balenciaga, Gucci, Dior, Calvin Klein o Chanel, que toman la lencería femenina como punto de partida para construir prendas que normalizan la sexualidad de la mujer mediante sujetadores, ligueros y camisones convertidos en prendas para salir a la calle.
Los diseñadores dejan a la vista aquello que normalmente no se ve, juegan a desnudar las prendas y se empeñan en crear otras a partir de sujetadores de encaje negro, camisones convertidos en vestidos lenceros o faldas de satén que cae por el cuerpo de la mujer, como si se desvistiera al caminar.
La idea del erotismo en la que se asienta esta propuesta se refuerza en diseños que dejan aflorar el triángulo de la tanga sobre pantalones de cintura baja o vestidos de escote trasero, así como en ligeros diseños que se mimetizan con las míticas picardías.
Sobre la pasarela, un montón de diseñadores se han propuesto a desdibujar los límites entre intimidad y exterior. "El sujetador se expone en la calle de manera muy evidente", cuenta a EFE la española Nuria Sardá, directora creativa de la firma Andrés Sardá.
Y para ello apuesta por los contrastes y las combinaciones atrevidas. Con femeninas transparencias, sofisticados encajes, enjoyado con cristales de Swarovski o en denim así presenta Sardá el sujetador que pisa el asfalto.
El ‘Slipdress’
El parisino Matthieu Blazy, director creativo de Bottega Veneta, capitanea la tendencia con el vestido lencero, una propuesta que popularizó Kate Moss en 1995 con un diseño de líneas minimalistas de Calvin Klein, que se caracterizaba por su tejido satín y los tirantes spagueti. Por eso se ganó el título de la reina del "slipdress".
Siguiendo esa estela, los diseñadores proponen vestidos que dejan entrever un "culotte" o braguita retro. Paco Rabanne deja ver el sujetador a través de tejidos vinílicos; Gucci la muestra en todo su esplendor con liguero incluido y Louis Vuitton en versión elegante con un vestido largo de noche.
Uno de los últimos trabajos de Tony Bonet es una colección romántica inspirada "en la ropa interior ibicenca de las payesas", un trabajo en el que "la artesanía se hace moda". Artesanía, mezcla ecléctica de aires "hippies" y "bohemios", siluetas vaporosas, delicados algodones y superposiciones trabajadas resurgen con fuerza en el nuevo trabajo de Tony Bonet que viste a muchas celebrities como Paris Hilton.