Típicamente, consiste en una proporción de tres o cuatro gramos de grasa por cada gramo de carbohidrato y de proteína. Esto significa que cerca del 90 % de las calorías vienen de la grasa como la mantequilla, el aguacate, los frutos secos, entre otros.
Inicialmente, su origen estaba ligado al tratamiento para la epilepsia y todavía es una alternativa o complemento para este fin. Algunos trastornos que responden a la dieta incluyen, epilepsia miclónica astática, síndrome Drave, síndrome Doose, síndrome Rett, trastornos de migración, deficiencia de GLUT-1 y esclerosis tuberosa compleja, según la Asociación Americana de Pediatría.
Aunque se ha popularizado como una opción para perder peso a cualquier edad, en niños y adolescentes solo se recomienda como parte del tratamiento para la epilepsia.
Melissa Fossier, nutricionista registrada de Children's Health, no recomienda la dieta cetogénica para niños y adolescentes, a menos que se use solo por razones médicas específicas y se haga con el acompañamiento de un profesional de la salud.
Entre los ejemplos de alimentos cetogénicos comunes, se incluyen la mantequilla, el aceite, el aguacate, la crema batida espesa, el queso rico en grasas, el tocino, las salchichas y los pescados grasos, como el salmón. Los frutos secos, los huevos, los vegetales de hoja verde y otros vegetales coloridos también forman parte de una dieta de cetogénica.
Pero se restringe el consumo de cereales, pan, arroz y pasta, frutas, dulces o jugos, o solo se consumen cantidades reducidas de estos.
Como explica el portal mencionado, esta dieta rica en grasas y baja en carbohidratos tiene como objetivo llevar al cuerpo a un estado de cetosis. Normalmente, los carbohidratos que consume se descomponen en un azúcar llamado glucosa, que el cuerpo utiliza como energía. Pero cuando se restringen los carbohidratos, el cuerpo no produce tanta glucosa y recurre la grasa como fuente de energía produciendo una sustancia llamada cuerpos cetónicos. Cuando hay grandes cantidades de cuerpos cetónicos en la sangre, el cuerpo entra en cetosis.
“El cuerpo piensa básicamente que está en modo de inanición, por lo que recurre a la grasa como fuente de energía de respaldo, y eso es parte de la razón por la que se produce el descenso de peso”, explica Fossier.
Los especialistas Carlos Francisco Fernández y el neurólogo Jean Paul Vergara indican que para el caso de los pacientes con epilepsia esta dieta contribuye a que se disminuya el número de ataques; sin embargo, esto debe ir acompañado junto con los medicamentos para lograr los resultados esperados.
Efectos secundarios de la dieta en niños
No se recomienda la dieta cetogénica para bajar de peso en los niños porque limita seriamente los carbohidratos, y los niños necesitan carbohidratos para estar mental y físicamente activos.
Dentro de una dieta sana para ellos debe haber unos 130 gramos de carbohidratos al día (aproximadamente del 45 % al 65 % de sus calorías), mientras que la dieta cetogénica limita los carbohidratos a aproximadamente 20 a 30 gramos al día.
"Los carbohidratos nos proporcionan energía y nutrientes importantes", afirma Fossier y añade que "los niños necesitan carbohidratos para el crecimiento y el desarrollo, para hacer la tarea, leer libros y salir a jugar".
La dieta cetogénica puede ocasionar ciertos efectos secundarios en algunos niños, tales como:
- Estreñimiento
- Reflujo
- Cambio de peso
- Cálculos en los riñones
- Cambios en el estado de ánimo
- Colesterol alto
- Triglicéridos
- Huesos débiles
- Fatiga
La dieta es muy restringida, especialmente para un niño pequeño y muchos no están dispuestos a seguirla, aunque sea indicada por un pediatra. Esto particularmente en los casos de pacientes con epilepsia.
Los niños deben ser supervisados de cerca por un médico cuando siguen una dieta cetogénica y no es algo que deban hacer por sí solos o por presión de los padres.
LAURA ALEJANDRA ALBARRACÍN RESTREPO
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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