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Médicas colombianas debutarán en un Mundial de fútbol y buscan recursos para viajar a Irlanda

Se organizaron por regiones y construyeron lazos que trascienden el deporte. Esta es su historia.

Médicas fútbol — Para las integrantes del equipo participar en el mundial es un sueño que se está convirtiendo en realidad. Foto: Cortesía de la Selección Colombiana de Fútbol Médico Femenino

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Ángela María Páez Rodríguez

27.05.2025 15:41 Actualizado: 30.05.2025 10:06

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Por primera vez, una selección femenina de médicas representará a Colombia en el Mundial de Fútbol Médico. Entre turnos de hospital y entrenamientos nocturnos, estas mujeres demuestran que su profesión y el balón pueden convivir en una misma pasión.

En medio de historias clínicas, guardias de 24 horas y horas de estudio para sus especialidades médicas, un grupo de mujeres ha encontrado en el fútbol una forma de empoderamiento y de esperanza.

Se trata de la primera Selección Colombia femenina de médicas, que en julio de 2025 llevará los colores del país a Dublín, Irlanda, en el Campeonato Mundial de Fútbol Médico.

Más allá del evento deportivo, esta hazaña representa un hito en la historia del deporte femenino y en la visibilidad del papel de las mujeres en la medicina.

“Somos médicas. Somos futbolistas. Somos Colombia”, escriben con orgullo en sus redes. Y esa frase, sencilla pero poderosa, condensa la dualidad que las habita: la médica rigurosa y la atleta apasionada.

Así comenzó todo

La historia comenzó con una convocatoria liderada por la médica Nikolle Cedano, quien, con la sola fuerza del deseo colectivo, logró reunir a más de 140 médicas de todo el país en un grupo de WhatsApp.

Su objetivo era construir un equipo que hiciera historia. Entre ellas estaba Luz Adriana Gómez Ramírez, residente de Medicina de Urgencias en la Universidad CES, quien recuerda con emoción ese primer llamado.

“Comenzamos a organizarnos por regiones, entrenamos y construimos lazos que van más allá del deporte. Hoy no solo juego por cumplirle a Luza de la infancia, juego por este equipo que se ha convertido en hogar”, cuenta Gómez.

Desde entonces, las médicas han participado en microciclos de preparación en Cali, Antioquia e Ibagué, y han entrenado fuera de sus turnos, a veces de madrugada, para preparar su sueño: competir a nivel internacional.

Vidas entre el hospital y la cancha

Natalia Vargas Grisales, residente en Medicina de la Actividad Física y del Deporte, lleva el fútbol en el alma desde pequeña. Su rostro se ilumina cuando habla de volver a jugar después de haberlo dejado por más de una década.

"Por la profesión tuve que dejarlo atrás hace casi 12 años. Volver a él ha sido tener paz mental, actividad física, desestrés. Es lo mejor que me ha pasado después de los 30”, cuenta con sinceridad.

Pero el regreso no ha sido fácil. Natalia recuerda que hace años solo existía un equipo masculino de médicos futbolistas hasta septiembre del año pasado que hicieron la primera convocatoria. "Me preparé y fui convocada después del primer torneo nacional. Ha sido un sueño cumplido”.

Tanto para Natalia como para Luz Adriana, la planificación y el compromiso han sido clave. “Ha sido todo un reto combinar la residencia con el fútbol. Pero cuando haces las cosas con amor y propósito, encuentras la forma. La motivación lo es todo”, afirma Luz Adriana, quien además agradece el respaldo de su universidad.

En la dirección técnica del equipo también hay una pionera: Allison Dávila Bernal, entrenadora deportiva y especialista en teoría del entrenamiento.

Su llegada al proyecto fue gracias a una recomendación del profesor Luis Gómez, de la categoría masculina, y desde entonces ha sido parte esencial del equipo.

“En muchos equipos he sido la única entrenadora mujer, pero nunca he sentido una diferencia de género. Me han hecho sentir a la par”, afirma Dávila.

Allison cree firmemente en el poder transformador del deporte en las mujeres. Y las invita a que se sigan animando y busquen pertenecer a algún club de fútbol. Porque cree que "hay talento en todas nosotras”.

Este Mundial no solo representa una vitrina para mostrar el talento deportivo de las médicas colombianas, sino también una plataforma para enviar un mensaje contundente a las niñas y mujeres que sueñan con jugar fútbol o estudiar medicina, o ambas.

“Les diría que nunca escuchen las voces que dicen que este es un deporte para hombres”, dice Natalia con firmeza. “Todo lo que uno quiere se puede lograr. Solo hay que enfocarse y trabajar. Cumplirle a la persona más importante de la vida: uno mismo”.

Por su parte, Luz Adriana dice: “No dejen que nadie les diga que no pueden. Si es su sueño, salgan a buscarlo… ¡Que la cancha también es de nosotras!”

fut fem — El último microciclo de preparación lo realizaron en Ibagué, Tolima. Foto:Cortesía Selección Médica de Fútbol Femenino.

El reto económico

Aunque el sueño ya está encaminado, llegar a Irlanda tiene un costo alto. La mayoría de las integrantes están en formación, y financiar el viaje, la indumentaria y la estadía ha sido un reto. Por eso, han iniciado una campaña de recaudación de fondos en la plataforma Vaki.

“Buscamos sumar corazones que crean en este proyecto, que crean en las mujeres que cuidan, que luchan, que sueñan, y que hoy también representan a nuestro país”, explican.

Lo que estas médicas están logrando es más que un cupo en un mundial: están abriendo un camino. Con cada paso que dan en la cancha, le demuestran al país que se puede soñar; que la excelencia médica y el talento deportivo no se excluyen, sino que se potencian.

Este equipo no solo va a representar a Colombia en el Campeonato Internacional de Fútbol médico 2025. También va a representar a todas las mujeres que alguna vez pensaron que no podían hacerlo todo. Porque ellas sí pueden. Y lo están demostrando.

ÁNGELA MARÍA PÁEZ RODRÍGUEZ - ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO.

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