Volver a la esencia. Esta frase es como un mantra para el diseñador Junya Miyake desde que se graduó del Bunka Fashion College, en Tokio. Siguiendo la tradición del diseño japonés, basado en lo simple y sencillo, Miyake se convirtió en el líder de la escuela “estilo de vida natural”, donde no cabe lo extravagante y antinatural, la cual promovió en distintas empresas en las que trabajó antes de fundar, junto al empresario chino Ye Guofu, Miniso, la marca de objetos de uso personal y para el hogar en la que dirige el departamento de diseño bajo esta triada: simple, natural y de calidad.
Podemos enriquecer nuestras emociones a partir de cosas extremadamente simples y expresar la belleza a partir de un diseño único
A través de esta marca hemos ido descubriendo la esencia del diseño japonés. “Podemos enriquecer nuestras emociones a partir de cosas extremadamente simples y expresar la belleza a partir de un diseño único con mucho cuidado en sus acabados. La idea es tener un producto simple, pero muy expresivo, que para mis ojos, esa es la belleza japonesa”, le dijo a EL TIEMPO vía telefónica.
En ese sentido, la preocupación del diseñador a la hora de crear, de acuerdo con la triada que lo guía, es eliminar en el desarrollo de los productos “algunas funciones que creemos que son redundantes y resaltamos otras que son principales. Por ejemplo, si la función de una lámpara led es iluminar, no necesitamos convertirla en radio o reloj”.
El sentido de la belleza de lo simple no implica, para Miyake, invertir poco en el diseño ni en la calidad. “Los consumidores necesitan tener mejores productos para mejorar su diario vivir. Esto se puede hacer sin tener que gastar mucho, con diseño y calidad”.
Miyake, quién ha ganado varios premios de diseño a nivel internacional como Red Dot e If Design, asegura que ideó su marca para que la mayoría de los clientes adquirir productos a bajo precio. "Siempre seguimos este principio en la fijación de precios: controlamos un bajo nivel de costo estructurado por la compra y el tiempo de entrega".
El diseñador japonés asegura que el water cube es el objeto que recuerda con más cariño. "El contorno de la botella es único, tiene formas de burbujas de agua hechas con silicona. Lo seguiría diseñando mientras el consumidor se sienta feliz y cómodo al utilizar lo que consideramos que es un buen producto y una buena pieza de diseño".
DANIELA PINTO MOLINARES