Ante la inminente llegada del fenómeno de La Niña en Colombia, el Gobierno Nacional dispondrá, a través del Ministerio de Agricultura, 150.000 millones de pesos para el incentivo al seguro agropecuario.
Además de este subsidio, se alistan medidas como la preparación del suelo y el drenaje de cultivos, que tendrán que estar listas a más tardar en septiembre, según alerta el Ideam.
La temporada invernal no solo afecta al país a nivel climático, sino que representa un riesgo para la producción y el transporte de alimentos. Estos suelen escasear y subir de precio debido a que muchos cultivos perecen ante inundaciones o son difíciles de transportar a los cascos urbanos.
Aunque las lluvias no han empezado con fuerza, los efectos en algunos precios ya se notan. El último informe de la inflación anual en Colombia revela que en mayo el aumento en el precio de los alimentos fue de 4,4 por ciento. Sobre todo en frutas frescas y papa.
Germán Guerrero, viceministro de Asuntos Agropecuarios del Ministerio de Agricultura, habló con EL TIEMPO para explicar cómo se prepara la institución ante una posible escasez de alimentos y alzas en los precios y cómo se está gestionando la coyuntura vivida en La Mojana.
¿Cómo se están preparando para La Niña desde el Ministerio?
El Ideam ha lanzado una alerta importante sobre el fenómeno de La Niña, que tendría varias lluvias, pero ya hemos tenido un proceso de aprendizaje importante. Desde el año 2021 hemos vivido entre El Niño, La Niña e incendios y eso nos ha dado un fortalecimiento de las capacidades para gestionar el riesgo.
Si nosotros miramos las cifras, ¿qué pasó con el fenómeno de El Niño? No hubo gran incremento en el precio de los alimentos y la producción no se disminuyó, pero eso gracias a las medidas preventivas que tomamos. Con el fenómeno de La Niña estamos trabajando en el mismo sentido.
¿Qué medidas se han proyectado?
Tendremos financiamiento con tasas de interés subsidiadas para los agricultores, para que puedan hacer las inversiones correspondientes para la prevención, y generaremos un sistema de alertas que les permita a los agricultores saber con anticipación dónde van a estar más afectados para que ellos estén preparados.
Nuestros agricultores son personas que sin esfuerzo y ante las inclemencias están preparados, ellos saben cómo actuar y lo que queremos es sumarle a esa experiencia toda la institucionalidad para no disminuir la producción. Ese es un elemento, y otro es el incentivo al seguro agropecuario. Como Ministerio vamos a otorgar alrededor de 150.000 millones de pesos para ese incentivo.
¿Estas ayudarán a equilibrar los precios?
"Nuestros agricultores son personas que sin esfuerzo y ante las inclemencias están preparados, ellos saben cómo actuar y lo que queremos es sumarle a esa experiencia toda la institucionalidad para no disminuir la producción".
En el año 2024 El Niño tuvo, comparado con el primer trimestre del año 2022 y 2023, un incremento en producción. Los precios tuvieron una caída grandísima, o sea, es el sector que menos crecimiento de la inflación tiene.
Hemos visto que la caída de precios sí paró. Hay un pequeño rebote muy, muy, pequeño, pero lo que esperamos evitar la disminución de producción de alimentos y la subida de precios.
¿El rebote que menciona puede hacer referencia a lo que comentó el director de precios de Corabastos? Él dijo que sí se ha visto que ha subido el costo de algunos alimentos.
Sí, algunos alimentos sí han tenido impacto, pero ha sido muy pequeño. Por lo general, en el segundo semestre del año es donde se producen mayormente los alimentos. El tema de lluvias contribuye. Venimos de un fenómeno de El Niño, de falta de agua para siembra. Entonces esto también anima mucho a los campesinos y a los agricultores a empezar sus procesos de siembra, que en algún momento tuvieron que posponer.
Se ha dicho que los cultivos de papa, arroz o banano se deterioran con las lluvias, ¿Hay otros cultivos que se vean afectados?
Efectivamente. Hay cultivos como el café para el cual la temporada seca es muy beneficiosa porque ayuda a la floración y a aumentar (la producción). Pero en la temporada de lluvias, se afecta mucho el cultivo del café porque no crece bien. Pero eso es diferente con otros cultivos.
Por eso tomamos medidas que son fundamentales: preparación del suelo, drenaje, una adecuada fertilización. Por ejemplo, ahora hemos extendido el programa Faia (Fondo para el a los Insumos Agropecuarios) para el pago de insumos para el sector. Antes estaba solamente para el fenómeno de El Niño y ahora va a incluir ambos.
En zonas como La Mojana, ¿qué plan de contingencia están manejando?
Ahí vamos a construir un plan de acción especial para el sector agricultura, con un horizonte temporal de un año. Ese plan va a tener atención inmediata para las zonas que se han visto afectadas en tema de cultivos, movilización de ganado y alimento. Pero también va a tener otras medidas que son de prevención.
Hay todavía zonas de La Mojana que no están inundadas. Nos hemos reunido con toda la institucionalidad (Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Minambiente, fondo de adaptación) porque necesitamos también tomar medidas de alerta, conocer otros puntos críticos diferentes a Cara de Gato que se pueden llegar a inundar.
¿Para cuánto tiempo se proyectan?
Hay todavía zonas de La Mojana que no están inundadas. Nos hemos reunido con toda la institucionalidad porque necesitamos también tomar medidas de alerta".
Ese plan contemplará medidas de corto plazo que son de atención inmediata.
Y a largo plazo necesitamos temas de recuperación y transformación productiva de La Mojana, es decir, desde ya empezar a prepararnos con una agricultura resiliente e inteligente. La Mojana es una Cuenca hídrica que se inunda y se seca a través del año, hay que adaptarse climáticamente a esta realidad.
¿La atención inmediata se estaría haciendo prácticamente ya?
Ya. Desde el desde el rompimiento de Cara de Gato, toda la institucionalidad del sector agropecuario ha estado presente en territorio. El ICA (Instituto Colombiano Agropecuario) ha estado presente para la atención inmediata y la movilización de los animales para evitar ahogamientos.
Estamos dependiendo de qué tan intensas sean las lluvias, de qué tan rápido el contratista y el Gobierno Nacional puedan cerrar Cara de Gato para evitar que la inundación sea mayor y no se devuelva.
Para nosotros hay un concepto muy importante y es la población que se quedó ahí. Con ellos venimos trabajando un tema de recuperación de medios de vida, es decir, permitir una producción de alimentos de autoconsumo, el tema de una agricultura resiliente.
Con la temporada de lluvias, no solo es el estado de los cultivos lo que preocupa, sino el transporte de los alimentos a los cascos urbanos. ¿En ese sentido, han previsto algo para el siguiente trimestre?
Primero, articular muy bien con todas otras las entidades del Gobierno. En este caso, está el tema (del cierre) de vías y los deslizamientos. Ya hemos aprendido (a implementar) mecanismos a través de los cuales habría que subsidiar o apoyar a los agricultores para el pago de fletes o de la carga, cuando a veces tienen que hacer un recorrido mucho más largo para poder llegar a su destino sin que se dañen los alimentos.
"La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres es la que tiene recursos para la atención inmediata. Pero la idea es crear con ellos articuladamente unas bolsas de recursos que se puedan disponer para a todos los afectados".
¿Ese subsidio se plantea
entre varios organismos o lo
hace exclusivamente el
Ministerio de Agricultura?
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres es la que tiene recursos para la atención inmediata. Pero la idea es crear con ellos articuladamente unas bolsas de recursos que se puedan disponer para a todos los afectados. Los recursos vendrían de la UNGRD y de los sectores correspondientes: Ministerio de Agricultura, Ministerio de Transporte y las otras entidades para atender (la contingencia).
Respecto a la calidad de alimentos, como la habichuela, a los que pueden salirle hongos por la humedad, ¿el Ministerio trabaja en algo?
A través del programa Faia, buscamos que, tanto para fenómeno de El Niño que ya ocurrió, como para el que viene ahora, el de La Niña, se financien los insumos para la fertilización de los cultivos.
Las afectaciones climáticas traen problemas fitosanitarios, plagas, hongos, que afectan a todo el sector agropecuario. Este tendrá todo el apoyo del ICA y de Agrosavia, que también nos hace un acompañamiento importante. Sobre todo, cuando se detecta de forma temprana algún problema sanitario, el ICA está al frente respondiendo y generando mecanismos a través de los cuales no se permita la propagación de algo que pueda afectar los cultivos.
Volviendo a las estrategias que me mencionó, ¿cuándo se ejecutarían?
Dos meses es el escenario pesimista. El Ideam nos ha dicho que mínimo en dos meses, pero la probabilidad de que La Niña y las fuertes lluvias lleguen sería más o menos en agosto o septiembre.
Los dos meses son en el caso extremo, en el escenario pesimista donde las lluvias y las inundaciones empiecen de manera fuerte, acelerada, tendríamos solamente dos meses, pero en promedio tendríamos los cuatro meses para poder prepararnos.
¿Cómo se llevará a cabo, luego de esta temporada de lluvias, la recuperación de lo que quede afectado?
"En el escenario pesimista donde las lluvias y las inundaciones empiecen de manera fuerte, acelerada, tendríamos solamente dos meses, pero en promedio tendríamos los cuatro meses para poder prepararnos".
Hay varias medidas. Si se daña un cultivo, hay que tener medidas para el próximo cultivo a través de semillas y fertilizantes. Aquí ya ha habido experiencia por parte del Gobierno con afectaciones anteriores y (se sabe) lo que necesitan los agricultores.
De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), publicó el pasado 7 de junio el último informe sobre los precios de los alimentos. Estos se situaron en mayo en 120,4 puntos, es decir, 1,1 puntos, un 0,9 porciento, por encima del nivel de abril. Esto representó un tercer repunte mensual consecutivo y se reflejó, principalmente, en el aumento del precio de los cereales y los lácteos, la disminución de los precios del azúcar y los aceites y el balance en los precios de la carne. Cuando se daña una cosecha, (deben ofrecerse) medidas de alivio financiero con decretos que permitan dar plazos de gracia, condonación de intereses de mora o intereses corrientes y subsidios a la tasa de interés que les permita a los agricultores volver a la reactivación productiva.
El tercero es una educación de conocimiento. Saber a futuro qué tipo de cultivos serían más resistentes, las formas, las técnicas que les permitan (a los campesinos) recuperarse y reducir su vulnerabilidad.
Esos son los elementos que el Ministerio tiene ya dispuestos en el proceso de generar ayudas. Lo que se busca es aumentar las capacidades para conocer cuáles son los factores de amenaza, saber cómo disminuir esos factores y tomar medidas para para evitar, reducir o transferir los riesgos agroclimáticos a los cuales se ven enfrentados ante estas situaciones los agricultores.