La razón por la cual seguiremos batiendo el récord de 'el día más caluroso del mundo'

El lunes la temperatura promedio mundial alcanzó los 17 °C, ubicándose por encima del récord anterior de 16,9 °C registrado en agosto de 2016, según datos de los Centros Nacionales de Predicción Ambiental de Estados Unidos. Solo tomó un día para que el máximo fuera superado de nuevo por una temperatura promedio mundial de 17,2 °C, solo para ser desbancada de nuevo el jueves por los 17,23 °C.

Cifras que parecen ser la antesala de meses especialmente calientes, si tenemos en cuenta que en el hemisferio norte apenas inicia el verano y que ya se han instalado las condiciones de un fenómeno de El Niño que promete ser entre severo y moderado. Precisamente este evento climático, relacionado con el calentamiento de las aguas del océano Pacífico Oriental, puede brindar las condiciones para que las temperaturas récord sigan aumentando, según han detallado autoridades ambientales en el mundo, como la Organización Meteorológica Mundial (OMM).  

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“La formación de un episodio de El Niño aumentará considerablemente la probabilidad de que se batan récords de temperatura y se experimente un calor más extremo en muchas partes del mundo y en los océanos”, dijo esta semana el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas. 

El organismo especializado de las Naciones Unidas ya había advertido en un informe presentado en mayo que se avecinan años especialmente calurosos. Dicho documento predijo que había un 98 por ciento de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años y el quinquenio en su conjunto fueran los más cálidos jamás registrados, superando así el récord de 2016, cuando se produjo un episodio excepcionalmente intenso. 

Aunque el director de la Sección de Servicios Climáticos de la OMM, profesor Chris Hewitt, aclaró que esto no significa que en los próximos cinco años el planeta vaya a superar el nivel de 1,5 °C especificado en el Acuerdo de París, porque este se refiere al calentamiento a largo plazo durante muchos años, sí supone otra llamada de atención de que todavía no estamos avanzando en la dirección correcta para limitar el calentamiento de acuerdo con los objetivos fijados en 2015 para reducir sustancialmente los efectos del cambio climático. 

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Una advertencia que ha sido constante desde la comunidad científica. Ya en marzo de este año, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) había indicado que es probable que esas metas no se logren y que el mundo supere los 1,5 °C de calentamiento en el corto plazo, debido a que los esfuerzos en torno a la acción climática siguen siendo insuficientes. 

Mientras que la Nasa a comienzos del año reveló un informe en el que señala que los últimos nueve años han sido los más cálidos desde que comenzaron los registros modernos en 1880. De acuerdo con la agencia espacial estadounidense, esto significa que la Tierra en 2022 fue cerca de 1,11 °C más cálida que el promedio de finales del siglo XIX. 

“La razón de la tendencia al calentamiento es que las actividades humanas continúan emitiendo enormes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera; y los impactos planetarios a largo plazo continuarán”, dijo Gavin Schmidt, director del Giss, el principal centro de modelado climático de la Nasa. 

Según Christian Euscátegui, meteorólogo experto y consultor en sistemas de alerta temprana, los récords en la temperatura promedio mundial son el resultado de la influencia que han tenido las altas temperaturas que se han registrado con especial intensidad en regiones del mundo como África y Asia. 

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Precisamente, China ha experimentado una nueva ola de calor extremo menos de dos semanas después de que las temperaturas batieran récords en Pekín; en India, el mes pasado el calor extremo estuvo relacionado con muertes en algunas de sus regiones más pobres, y a la lista se le suma el peligroso domo de calor que hace una semana cubrió a Texas y al norte México. 

“Sin duda, es una señal que nos están dando, la temperatura media nos indica que finalmente estamos teniendo un vistazo de que vamos a alcanzar rápido ese +1,5 °C y vamos a seguir de largo seguramente”, le expresó el meteorólogo colombiano a EL TIEMPO. Además, advierte que el cambio climático puede tener una influencia en la duración e intensidad de fenómenos de variabilidad climática como El Niño, el cual muy probablemente tenderá a alcanzar una mayor intensidad hacia el final del 2023 e inicios del 2024. 

A los expertos además les preocupan las altas temperaturas que se están registrando en estos momentos en los océanos a nivel mundial respecto a años anteriores. Como señala el meteorólogo Emel Vega, profesor de la Universidad Nacional, “eso pocas veces lo habíamos observado, solo lo habíamos visto en la temporada de El Niño 2014-2016 y actualmente se están calentando a una tasa similar. Sin embargo, aún abrigamos la esperanza de que este sea un Niño lento, pero lo cierto es que el océano se está calentado bastante rápido”. 

Según los informes de la OMM sobre el estado del clima mundial, fue precisamente durante ese último episodio de El Niño que se registró el año más cálido del que se tiene constancia: 2016. De acuerdo con la organización internacional, esto se debió al “doble impacto” de este evento climático de gran intensidad sumado al calentamiento inducido por la actividad humana a través de los gases de efecto invernadero. 

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Vega señala que la función de los océanos es la regulación térmica, al igual que los polos. Estos absorben la energía procedente del Sol para generar los movimientos de circulación oceánica y de los sistemas báricos (de presión) para que se dé la circulación de los vientos. “De esa manera garantizan un flujo de aire que logre regular las temperaturas del planeta. Si se recalientan no podrán liberar una masa de aire moderadamente cálida sino una sumamente caliente que al incursionar sobre el continente lo calentará mucho más”, detalla el experto. 

ALEJANDRA LÓPEZ PLAZAS

Redacción Medioambiente

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