Un nuevo Ernesto Pérez: Colombia tiene una nueva especie de frailejón

En agosto de 2019 el biólogo e investigador Jesús Mavárez recibió una noticia terrible: un tractor había entrado al páramo de Saboyá, ubicado en límites entre Boyacá y Santander y había aplastado a su paso más de 300 frailejones.

En las increíbles y desgarradoras imágenes de aquel fatídico hecho, el experto encontró además algo inesperado: un frailejón que si bien se parecía a especies que ya conocía de memoria, tenía algunas características distintas. 

"Entonces organizamos un viaje, fuimos al páramo de Saboyá que queda apenas a unas cuantas horas de Bogotá y efectivamente nos dimos cuenta de que había allí un frailejón con cierto parecido con el frailejón blanco (Espeletia incana) y con el frailejón de Murillo (Espeletia murilloi), pero que también mostraba algunas diferencias notables con esas especies", asegura Mavárez, quien agrega que a partir de ahí empezó un trabajo de descripción que llevó a que ahora Colombia tenga una nueva especie identificada de frailejón. 

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Ese trabajo fue hecho junto con Maria Teresa Becerra, investigadora del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt terminó con la descripción del Espeletia saboyana, un frailejón que se encuentra únicamente en el páramo de Saboyá y que cuenta con características similares a otros como la Espeletia incana o la Espeletia murilloi.

Según Mavárez eso es algo que ocurre con frecuencia, y es que estas especies por sus similitudes en flores, hojas y tamaño pueden ser confundidas entre sí. De acuerdo con él, hoy existen en total 92 especies de Espeletia (el género de los frailejones) en Colombia, pero es probable que aún haya varias especies por describir, ya sea porque no han sido colectadas aún al encontrarse en páramos poco explorados del país, o porque han sido colectadas previamente pero han sido confundidas con otras especies por su similitud. Este último es precisamente el caso de Espeletia saboyana.

En el caso de la Espeletia saboyana, que tiene su nombre debido al páramo de donde es endémica, tiene un tronco puede llegar a los 5 metros de altura, sus hojas están cubiertas de un denso indumento lanoso con apariencia cenizo-grisáceo, y sus capitulescencias son un poco más largas que las hojas y tienen 3 a 5 capítulos (el término botánico para las "flores" de la familia Asteraceae, y que en realidad es una estructura compuesta por muchas flores pequeñas).

En Colombia, más de la mitad de los frailejones conocidos están en peligro de desaparecer. Según datos del Instituto Humboldt 55 especies se encuentran en alguna categoría de amenaza (15 En Peligro Crítico, 25 En Peligro y 15 Vulnerables).

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Además hay otras 5 especies bajo la categoría de Casi Amenazadas,  22 en la categoría de  Preocupación Menor, y 5 con datos deficientes. 

En el caso de la nueva especie, según explica Mavárez, esta padece casi todas las amenazas que pueden llevar a un frailejón a la extinción."El caso de Espeletia saboyana es, honestamente, bastante pesimista porque esta especie acumula todos los problemas que hemos detectado en los frailejones de Colombia", asegura el investigador.

Lo primero es que solo existe en un hábitat muy restringido, la zona más alta del páramo de Saboyá, donde está distribuida además como una serie de pequeños parches naturales. Esta distribución implica que la especie no tiene hábitat disponible hacia zonas más altas al estar ya hoy día en la cima del páramo.

Por otro lado, las zonas bajas del páramo de Saboyá se encuentran relativamente intervenidas por actividades humanas. Además, la llegada del retamo espinoso, una especie invasora que ha colonizado gran cantidad de páramos y bosques del país también es otra grave amenaza para este frailejón y para otras plantas del páramo.

Pero sin duda, entre las mayores amenazas, explica Mavárez, se encuentra la desecación de zonas húmedas que constituyen el hábitat preferencial de Espeletia saboyana. Básicamente, parte del agua del humedal en la zona alta del páramo de Saboyá está siendo usada con fines agrícolas, lo que no solamente reduce la calidad del hábitat preferido por esta especie, sino que fomenta la llegada de otras especies con preferencia por suelos más secos, e incluso la aparición de pastizales usados por el ganado en los que toda vegetación de páramo está completamente ausente.

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Además, según él, es probable que incluso la nueva especie de frailejón se encuentre distribuida entre muchos terrenos privados, lo que empeora aún más su situación.

En ese sentido, según Mavárez, esta especie es uno de los frailejones más amenazados de Colombia, por lo que es necesario realizar un trabajo urgente de concientización y conservación afín de evitar que desaparezca en el futuro cercano.

Actualmente Mavárez, quien trabaja como investigador del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia y la Universidad de Grenoble-Alpes (en Grenoble, Francia), se encuentra desarrollando varios proyectos para mejorar la clasificación y conservación de los frailejones en el país.

Un trabajo complejo pero necesario no solo para poder conocer más de estas especies emblemáticas de los páramos de Colombia, sino también para realizar acciones rápidas y efectivas que permitan protegerlas.

REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE