Fotos desgarradoras: El páramo de Siscunsí volvió a ser quemado

El pasado 19 de febrero, mientras Daniel Castillo caminaba por el complejo de páramos del Parque Natural Regional Siscunsí Ocetá, en el departamento de Boyacá, se encontró con un una imagen que esperaba no volver a ver jamás: decenas de frailejones se habían convertido en troncos negros y carbonnizados. Un incendio había quemado y arrasado con la belleza del páramo de Siscunsí.

No era la primera vez que veía algo así, hace un año exactamente Castillo había documentado y denunciado la misma situación, cuando en el mismo páramo fueron quemadas cerca de 70 hectáreas.

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Castillo, quien practica senderismo y es un aficionado a recorrer estos ecosistemas de gran importancia para la gestión del agua en el país, asegura que mientras más se adentraba "más fuertes se volvían las imágenes" que iba registrando con su cámara.

"La ruta que emprendí partió de una zona que llaman La Horqueta, por el camino real que conduce a Labranza Grande. Eso en jurisdicción de Toquilla, que es una vereda de Aquitania (Boyacá). Entre el kilómetro 3 y 4, me encuentro con rastros de un incendio. Habían frailejones de la especie espeletia murilloi, que se les veía rastros de que fueron quemados porque las hojas que cubren los troncos de los frailejones no estaban, estaban calcinadas. Eran frailejones negros", recuerda Castillo.

En su camino hacia su destino final que era una laguna dentro del páramo, Castillo encontró frailejones de la especie espeletia congestiflora (una planta endémica y amenazada) totalmente calcinados en el piso, dados que estos no crecen a gran altura y por ende están más cerca a las llamas. 

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"Al llegar me encuentro con ese paisaje que publiqué y fotografié. En esa zona habían frailejones de la especie espeletia congestiflora, espeletia annemariana, espeletia pescana, espeletia murilloi y espeletia lopezii. Eso en cuanto a frailejones. Pero pues allá abunda la vegetación entre chusques, pajonales, y demás, y cuando llegué allá todo estaba negro. Estábamos cubiertos por neblina, entonces no alcanzamos a observar qué magnitud o qué poder tuvo ese incendio", aseguró.

Para él, la imagen fue "desgarradora", porque estos ecosistemas, llamados también  'fábricas de agua', "tardan mucho en restaurarse. Y nada, ya el daño está hecho", aseguró.

"El incendio se nota que fue hace menos de menos de 15 días. Pues como en las fotos se ve todo está absolutamente negro, quemado por completo, se sentía el olor a humo todavía. El día anterior cayó un aguacero que supongo fue ese aguacero el que el que controló y extinguió las llamas, porque realmente eso fue devastador", finaliza Castillo.

Según explicó Corpoboyacá, entidad encargada de la gestión de esta área protegida, en 2021 solo en el PNR Siscunsí-Ocetá se quemaron 270 hectáreas, en el 90 % de los casos con incendios provocados por personas que buscan expandir la frontera agrícola en la zona.

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La entidad le aseguró a EL TIEMPO que el día de hoy (24 de febrero) en horas de la tarde se habían enterado de la quema del páramo y que el objetivo era visitarlo mañana para registrar mediante drones la cantidad de hectáreas quemadas e iniciar las investigaciones correspondientes.

Corpoboyacá asegura que ha venido implementando acciones para evitar que se presenten este tipo de incendios que buscan quemar el páramo para sembrar luego en la montaña, y que ha desarrollado también acciones de restauración en las zonas afectadas.

El PNR Siscunsí-Ocetá no es el único afectado. Según la entidad solo en los últimos años se han quemado por ejemplo el Complejo de la Sierra Nevada del Cocuy que ha perdido bajo las llamas 1.130 hectáreas; en el complejo de páramos Tota - Bijagual - Mamapacha unas 814 hectáreas; en el complejo Iguaque – Merchán unas 20 hectáreas; y en Guantiva – La Rusia otras 27 hectáreas.

Todos estos ecosistemas estratégicos para le gestión del agua del centro del país, que caen ante las llamas.

REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE 

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