Minga indígena seguirá en la Universidad Nacional: 4.000 personas permanecerán acampando en el campus

Un grupo de al menos 4.000 personas pertenecientes a la minga indígena y a la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic) permanecerán en las instalaciones de la Universidad Nacional, a pesar de que ayer la institución anunciaba el inicio de la retirada de estos pueblos del campus.

Así lo dio a conocer la Onic por medio de un comunicado, en el que sostiene: "Informamos a la comunidad universitaria de la Universidad Nacional de Colombia y a la opinión pública que continuamos en minga de resistencia para el cumplimiento efectivo de nuestros derechos por parte del Gobierno Nacional y el apoyo de nuestras comisiones políticas para los diálogos de alto nivel y su activa atención".

Ante ello, la organización señaló que "la Onic se mantiene en minga en la sede universitaria de la Universidad Nacional".

Este anuncio se da un día después de que la Universidad Nacional emitiera un comunicado en el que informa que ya inició el retorno a sus lugares de origen de las comunidades indígenas que acamparon en el campus de la sede Bogotá desde el pasado 26 de abril.

"Producto de los acuerdos alcanzados entre la Minga Indígena Nacional y el Gobierno Nacional, el día de hoy primero de mayo, inició el retorno de las comunidades indígenas que habitaron el campus de la sede Bogotá desde el pasado 26 de abril", se lee en el documento.

En la mañana de este viernes, en medio de una rueda de prensa, el rector de la universidad, Leopoldo Múnera, y la vicerrectora de la sede Bogotá, Carolina Jiménez Martín, habían anunciado que del total de 25.000 personas que acamparon en el campus durante la semana, solo quedaban 2.500, las cuales iban a evacuar el campus en el transcurso de la jornada.

Sin embargo, la decisión de la Onic implica que estas personas permanecerían más tiempo de lo esperado.

Antes de que se conociera el comunicado de la Onic, el rector Múnera había mencionado en la rueda de prensa que "la presencia de la minga estaba prevista hasta el viernes 2 de mayo. Más que esto resultaría insostenible en materia de logística, salubridad, infraestructura y para el desarrollo de las actividades".

De acuerdo con el rector y la vicerrectora, tras la presencia de la minga indígena en el campus se evidenciaron algunos daños en las instalaciones, delos cuales aún no se tiene un reporte oficial. Sin embargo, aseguran, estos daños serían leves y estarían relacionados con daños en grifos y tuberías, principalmente.

Así mismo, el rector informó que "tenemos conocimiento de tres hechos de violencias basadas en género, para lo cual se activó la ruta del protocolo que se tiene establecido para las diferentes sedes de la universidad".

Y agregó: "Se destinaron unos voceros para la interlocución permanente por parte de la minga para este ejercicio. De nuestra parte está toda la voluntad de acompañar a las víctimas, y si se registran más casos, hacer todo el proceso de activación correspondiente".

Lo que en un principio se planteó como un espacio humanitario que no alteraría las actividades de la universidad, se convirtió en una situación que tiene en incertidumbre a cientos de estudiantes que no sabían cómo se desarrollarán sus clases durante toda la semana.

Ante esto, se autorizó a las facultades a desarrollar clases presenciales, telepresenciales y remotas, con el fin de no afectar las actividades académicas.

Sin embargo, EL TIEMPO pudo conocer casos en los que la realización de clases sí se vio interrumpida, según comentaron varios estudiantes, como Lorena Rendón, de la Facultad de Medicina: "La universidad nos autorizó clases remotas, pero la verdad es que esta semana no estudié porque la mayoría de profesores son de avanzada edad y se les dificultan las plataformas digitales. La única forma era hacer clases presenciales, pero no se podía ingresar a los salones".

MATEO CHACÓN ORDUZ | Subeditor Vida - Educación