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Descubren por qué algunas heces flotan y otras no en el inodoro
Este fenómeno no es sinónimo de problemas gastrointestinales, pero sí de exceso de gases.
Varios estudios científicos han intentado, por años, dar explicación a la flotación de la materia fecal. Foto: iStock
¿Se ha preguntado por qué algunas heces se quedan flotando en el agua del inodoro mientras que otras se hunden y permanecen en el fondo? Aunque no lo parezca, esta es una de las preguntas que, por años, ha estado en el radar investigativo de los científicos y en la lista de preguntas sin respuesta de los ciudadanos. Hasta ahora.
Pese a que, durante la década de 1970, este fenómeno médico se explicaba por la cantidad de grasa que contenía la materia fecal, varios experimentos científicos han logrado comprobar que no hay nada más alejado de la realidad: la respuesta a esta gran incógnita se encuentra nada más y nada menos que en los gases.
Si usted es de los que se preocupa porque cree que tener heces flotantes es sinónimo de mala salud o riesgo intestinal, tranquilo. Investigadores de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, sostienen que las heces de más del diez por ciento de las personas sanas flotan constantemente y esto no está relacionado con ninguna patología específica; mientras que solo uno de cada cuatro pacientes con trastorno funcional intestinal experimenta flotación fecal.
La pregunta que surge es, ¿por qué lo hacen? A continuación, se lo contamos.
La flotación de las heces depende del contenido de gas y no de grasa, como se pensaba antes. Foto:iStock
El gas, el responsable de la flotación fecal
La tarea de encontrar respuesta al enigma de por qué unas heces flotan en el inodoro y otras no es ardua pero no reciente. Un estudio publicado en ‘The New England Journal of Medicine’, en 1972, se acercó mucho a dar una explicación tan coherente como completa.
“Tras la desgasificación, las heces que antes flotaban y las que se hundían tenían gravedades específicas similares, lo que indica quela propensión a flotar o hundirse de dichas heces depende de las diferencias en el contenido de gas y no de grasa”, señalaron los investigadores.
Los resultados del estudio se pudieron obtener gracias al análisis de 33 heces de personas sanas (nueve con heces flotantes, 24 con heces que se hundían y seis pacientes con heces grasosas) y fueron tan impactantes como desmitificadores: las heces se hundían cuando el gas era “comprimido por presión positiva”, es decir, cuando la material fecal se aplastaba.
Un estudio publicado en ‘The New England Journal of Medicine’, en 1972, logró dar una primera respuesta a esta incógnita. Foto:iStock
Aunque este estudio concluyó que las heces flotaban debido a un mayor contenido de gas o de agua -o ambos- y, contrario a lo que muchos podrían pensar, no debía considerarse un signo de esteatorrea -mayor contenido de grasa en las cacas-, la realidad es que dejó otra gran interrogante a sus espaldas, la diferencia en el contenido de gas y agua.
Con nada más que teorías en el aire y muchas más preguntas a sus espaldas, un estudio reciente de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, trató de entender este particular fenómeno que, para sorpresa de muchos, le ocurre a gran parte de la población mundial. La única diferencia fue que, en esta oportunidad, los ensayos no se realizaron con humanos sino con ratones.
Para cumplir con este objetivo los investigadores estudiaron la microbiota -conjunto de bacterias que viven en el intestino- de varios ratones de laboratorio y esterilizaron los intestinos de algunos de ellos. A medida que avanzaba el estudio, notaron que las heces de aquellos roedores que estaban esterilizados no flotaban.
Científicos encontraron una relación entre la materia fecal y la composición de la microbiota intestinal. Foto:iStock
“Este primer hallazgo nos sugirió que la materia fecal flotante estaba relacionada con la composición del microbioma intestinal”, reseñó el equipo investigador, que introdujo microorganismos en el intestino de los ratones sin gérmenes para comprobar su hipótesis.
Identificamos a Bacteroides ovatus como la especie más enriquecida en nuestro análisis, que se ha correlacionado positivamente con la flatulencia y la evacuación de gases anales en pacientes humanos
Después de largos ensayos clínicos, la investigación rindió sus frutos. El equipo estadounidense no solo logró establecer que la razón por la que algunas materias fecales flotan se debe a la naturaleza de las bacterias en el intestino -algunas producen más gas que otras-, sino que también pudo identificar, aunque vagamente, los microorganismos más relacionados con el nivel de gases.
“Identificamos a Bacteroides ovatus como la especie más enriquecida en nuestro análisis, que se ha correlacionado positivamente con la flatulencia y la evacuación de gases anales en pacientes humanos. Además, también identificamos el Bacteroides fragilis, conocido por producir gas hidrógeno en el intestino”, afirmaron los científicos.
Por el momento, estas conclusiones pudieron explicar, a grandes rasgos, por qué algunas heces flotan; sin embargo, los científicos advirtieron que aún faltan más estudios y más pruebas para poder determinar específicamente qué otras bacterias pueden llegar a causar la flotación.
¿Qué pueden decir las heces sobre su salud?
Aunque la flotación de las heces no es un síntoma de enfermedad ni otro problema de salud, sí es necesario prestar atención a otros aspectos que podrían indicar problemas gastrointestinales.
1. Heces rojas o negras: las heces pueden tener diferentes formas, colores y olores. Desde marrón hasta verde, hay algunas tonalidades que se consideran normales. No obstante, cuando la materia fecal adquiere color rojo puede significar que existe un “sangrado en el aparato digestivo inferior, como el intestino grueso o el recto, a menudo debido a hemorroides”, de acuerdo con la entidad Clínica Mayo; mientras que cuando el color es negro, el sangrado puede estar en el aparato digestivo superior, como el estómago.
Las heces de color rojo o negro pueden suponer una señal de riesgo. Foto:iStock
2. Heces pálidas: de acuerdo con la entidad mencionada anteriormente, la palidez de las heces podría deberse a un problema del hígado, pues es este el órgano que se encarga de liberar la bilis.
Por el contrario, una evacuación intestinal saludable debe ser indolora y requerir una tensión mínima; las heces deben tener una textura suave y firme, y entre otras cosas, ser consistente en sus características a lo largo del tiempo.