Gobierno emite norma para reabrir los mataderos municipales: esto dice el decreto

En agosto de este año, el Gobierno, en cabeza del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, anunció que estaba trabajando en un decreto con el objetivo de reabrir las plantas de beneficio animal en municipios pequeños. Estos espacios, conocidos también como mataderos municipales, fueron cerrando durante los últimos años debido a las estrictas normas de salubridad que se les exigían. Pero, de acuerdo con el presidente Gustavo Petro, con su reapertura, se podrá “bajar el precio de la carne”.

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“Colombia no puede quedar en manos de un monopolio de frigoríficos de carne de res. Se ha llegado a ese punto, porque el Invima acabó con la figura del matadero municipal. Hay que dar vuelta atrás”, aseguró Petro en 2022. Es por eso, que una de sus promesas de campaña era reabrir estos mataderos con el objetivo de disminuir los precios de la carne. 

En ese sentido, el pasado 22 de noviembre el Ministerio de Salud, en conjunto con las carteras de Agricultura, Comercio, Industria y Turismo, Ambiente y Transporte, emitieron un decreto con el cual se autoriza la reapertura de estos pequeños mataderos, se dictan las disposiciones para su funcionamiento de ahora en adelante y se modifica el Decreto 1500 de 2015 que fue el que extremó las medidas de seguridad en estos establecimientos. 

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Según el nuevo decreto (el 2016 de 2023), el Invima será el encargado de autorizar estos espacios que se denominan según la norma “plantas de beneficio animal en categoría de autoconsumo” y que funcionarán para la distribución de carne u otros productos cárnicos exclusivamente en el municipio (aunque con excepciones si el Invima lo permite). Esta autorización debe ser solicitada por el alcalde municipal con el aval del Comité Departamental de Carne y Productos Cárnicos Comestibles. 

Los municipios que quieran dicho aval deberán cumplir alguna de las siguientes condiciones: presentar condiciones especiales de sanidad animal de acuerdo con lo determinado por el Instituto Colombiano Agropecuario; presentar dificultades de interconexión terrestre con otros municipios donde existan plantas de beneficio animal autorizadas; o presentar dificultades de abastecimiento. 

Estas plantas de beneficio de autoconsumo solo podrán ser autorizadas en municipios de categoría quinta (con una población entre 10.001 y 20.000 habitantes) y sexta (con una población menor a los 10.000 habitantes). 

También los municipios de cuarta categoría (entre 20.001 y 30.000 habitantes) podrán aplicar si demuestran “dificultades en el abastecimiento regular de carne y productos cárnicos comestibles por parte de una planta categoría nacional autorizada”. 

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Será el Invima el que defina cuantos animales pueden beneficiarse (sacrificarse) en la planta autorizada. Además, y aunque en teoría las plantas son de autoabastecimiento, el decreto también establece que se podrá distribuir carne y productos cárnicos comestibles a otro u otros municipios por razones de abastecimiento, mientras el Invima haga una verificación previa de las condiciones sanitarias y la población por abastecer. 

Además, las plantas de beneficio de autoconsumo no se ceñirán por el Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HAC), que es, según la FAO, "un abordaje preventivo y sistemático dirigido a la prevención y control de peligros biológicos, químicos y físicos, por medio de anticipación y prevención, en lugar de inspección y pruebas en productos finales".  

El exdirector del Invima, Javier Guzmán, explicó en su momento que el cierre de mataderos municipales tenía como origen el incumplimiento del Decreto 1500 (modificado por este nuevo decreto de Minsalud), que especifica exigencias como un volumen de sacrificio mínimo y una capacidad de talento humano, condiciones de infraestructura y gestión de calidad. 

De acuerdo con el infectólogo Carlos Agudelo, no solo la manipulación inadecuada de la carne conduce a una contaminación con bacterias, hongos y virus, sino todas las fallas que puedan haber en una cadena de procesamiento. 

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"Al contaminarse puede ocurrir que usted coma una carne con bacterias que, eventualmente, le pueda producir infecciones gastrointestinales —en teoría, podría solucionarse con la cocción—, pero el otro problema es que muchas veces ese sobrecrecimiento de las bacterias produce unas toxinas que llevan a la intoxicación alimentaria", afirma Agudelo. 

Según el experto, estas toxinas no siempre son eliminadas por la cocción, y los cuadros que producen pueden llegar a ser severos, presentando síntomas como vómito, mareo, fiebre, diarrea y malestar general. 

Por esto, dice que lo ideal es que se garanticen las buenas prácticas de manipulación para poder evitar que ese tipo de contaminaciones ocurra: "Muchos brotes se han dado, precisamente, a raíz de carne mal manipulada en el mundo en mataderos que no cumplen los estándares". 

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Sobre este tema también ha sido enfática la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que en varias ocasiones ha subrayado que el problema de los mataderos radica en el riesgo de afecciones como las infecciones parasitarias, los problemas de zoonosis y algunas septicemias (bacterias en sangre). 

Algunos expertos aseguran que esta figura de los mataderos municipales no tendría por qué ser problemática si se cumplen las leyes y los protocolos desde la misma muerte del animal hasta el almacenamiento y transporte del producto.

EDWIN CAICEDO | REDACTOR UNIDAD DE SALUD

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