La situación financiera actual de las EPS intervenidas es alarmante: actualmente acumulan un déficit patrimonial que equivale al 98,3 por ciento del total del déficit que presentan en su conjunto todas las aseguradoras del país.
Solamente las entidades intervenidas reportaron para el cierre del primer trimestre del 2025 un total de $ 10,03 billones de pesos como déficit patrimonial, mientras que este mismo indicador financiero para todas las EPS del país fue de $ 10,2 billones de pesos.
Así lo muestra el más reciente ‘Análisis financiero y de cartera de las EPS’ realizado por el observatorio Así Vamos en Salud, a partir de la información presentada por estas entidades a la Supersalud y el Minsalud.
Lo que más preocupa de estos resultados no es solo que el déficit sea mayor en las EPS intervenidas, sino que este viene creciendo en los últimos tres años, y en comparación con el mismo periodo de 2024 las cifras negativas se dispararon.
Así las cosas, mientras para el primer trimestre de 2025 las EPS intervenidas acumulan el ya mencionado déficit de 10,03 billones de pesos, para el mismo periodo de 2024 este era de 5,7 billones, para el primer trimestre de 2023 fue de 3,3 billones de pesos, y en 2022 fue de 1,3 billones.
De acuerdo con el análisis, “se evidencia el deterioro progresivo del patrimonio de las nueve entidades intervenidas. Entre 2022 y 2023 presentó un incremento del 140 por ciento. Así mismo, en el último año (entre el primer trimestre de 2024 y 2025) la variación fue del 74,5 por ciento”.
Esto se explica, principalmente, por una importante caída en los activos de estas entidades, que para el periodo analizado de 2022 sumaban 12,1 billones de pesos, pero hoy son apenas 6,7 billones de pesos.
En cambio, los pasivos, que venían reduciéndose o manteniéndose estables, en el último año crecieron de manera significativa, llegando de esta forma a números negativos de 16,8 billones de pesos a marzo de 2025, mientras que para ese misma fecha de 2024 eran de 12 billones.
En palabras de Augusto Galán, exministro de Salud y director de Así Vamos en Salud, esta situación se debe fundamentalmente a que desde el Gobierno se ha restringido “deliberadamente” la financiación adecuada del sistema: “El Ministerio ha desacatado las órdenes de la Corte Constitucional en cuanto a la UPC y sobre presupuesto máximo ha cumplido con cuentagotas hasta diciembre de 2024. Este año tiene desfinanciados ambos factores de financiación del sistema”.
Sin embargo, según el observatorio, el resultado financiero real de las aseguradoras intervenidas podría ser mucho peor, ya que desde 2022 no se tiene información financiera de la Nueva EPS, la entidad más grande del país y que desde abril de 2024 se encuentra bajo medida de intervención.
Las EPS más críticas
De acuerdo con el exministro Galán, los efectos de esta desfinanciación sobre la que alerta el informe ya se están viendo. “La peor consecuencia ya la padecen los s y pacientes que han visto retrasar o dejar de recibir tratamientos lo que se ha reflejado ya en aumento muy grande de tutelas y PQRS. Los pacientes denuncian una verdadera crisis humanitaria. Por supuesto, hay iliquidez en el sistema con afectación para la clínicas, hospitales, trabajadores de la salud, operadores logísticos y proveedores de medicamentos y dispositivos”, manifiesta el director de Así Vamos en Salud.
Entre los datos más destacados del informe está que, de todas las EPS con saldo negativo, cinco de ellas fueron intervenidas durante el actual Gobierno, y de estas últimas, todas vieron cómo en el último año su déficit patrimonial se vio incrementado, en algunos casos de manera alarmante.
Así las cosas, se encuentra el caso de la EPS Sanitas, intervenida desde el mes de abril de 2024 (es decir, para la fecha de corte del informe ya completaba doce meses bajo esta medida). Esta entidad pasó de tener un patrimonio positivo de 21.000 millones de pesos, a uno negativo por 1,1 billones de pesos, lo que representa una variación total del 5.702 por ciento.
“Esta variación tan abrupta refleja una situación crítica que compromete seriamente su sostenibilidad financiera”, se explica en el informe.
Un caso similar es el de Coosalud, intervenida desde el mes de noviembre de 2024. Si bien para el periodo estudiado esta EPS estuvo intervenida cinco de los doce meses, no deja de ser llamativo que en un año perdiera 1,3 billones de pesos, pasando de un patrimonio positivo de 228.000 millones de pesos a uno negativo de 1,08 billones.
El caso particular de Famisanar también es alarmante, al registrar el déficit patrimonial más grande de todo el sistema, con un saldo negativo de 2,4 billones de pesos, un incremento del 56 por ciento frente a los 1,5 billones de déficit que presentaba hace un año.
Cabe recordar que Famisanar está intervenida desde septiembre de 2023, y que para ese año su déficit sumaba 1,1 billones, es decir, se ha incrementado 1,3 billones de pesos en los últimos dos años.
Por su parte, Savia Salud, la primera EPS que fue intervenida en el actual cuatrienio (en junio de 2023) su patrimonio negativo pasó de ser ese año 0,5 billones de pesos, a ser 0,7 billones para 2024 y 1,17 para el mismo periodo de 2025.
Entre las EPS intervenidas, pero antes de la llegada del actual Gobierno, el caso más preocupante es el de Emssanar. Su patrimonio negativo a corte del primer trimestre del año es de 1,7 billones de pesos, el segundo más alto de todas las entidades.
MATEO CHACÓN ORDUZ | Subeditor Vida de Hoy