Gripa: población más afectada está en una edad laboral activa, ¿cómo evitar contagios?

Recientemente, el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS) hizo un llamado acerca de la importancia de prevenir el contagio y la transmisión de las enfermedades respiratorias agudas (ERA) e infecciones respiratorias agudas (IRA) en los espacios laborales.

Si bien se trata de una situación que puede ser común en ciertas épocas del año, últimamente las condiciones climáticas pueden llegar a exacerbar los virus. En el caso de Colombia, el Instituto Nacional de Salud (INS) vigila constantemente la situación epidemiológica de los virus respiratorios que generan las IRA, teniendo en cuenta su incidencia en poblaciones priorizadas, como los menores de 5 años y los adultos mayores de 60 años.

Según los últimos boletines epidemiológicos de la entidad, entre el 24 de diciembre de 2023 y el 20 de enero de 2024, se evidenció un incremento de las IRA en 19 municipios con una población superior a los 100.000 habitantes. Adicionalmente, se evidenció que el grupo que presenta mayor afectación es la población que está entre los 20 y los 39 años, con 145.104 casos que equivalen al 33,1 por ciento, seguido por el grupo de 40 a 59 años con 100.264 casos (22,9 por ciento).

En consecuencia, la población con mayor probabilidad de afección es la que se encuentra en edad laboral activa. Adicionalmente, entre el 14 y 20 de enero, el país registró una tendencia de circulación viral relacionada con el VSR, enterovirus, rinovirus, adenovirus, parainfluenza e influenza B

De acuerdo con autoridades sanitarias, Colombia empieza a tener un fuerte impacto por el fenómeno de El Niño, que ha generado un aumento de las temperaturas y una contundente reducción de las precipitaciones en varias zonas del país.

Estos eventos aumentan el contagio de enfermedades zoonóticas, como la gripe aviar, que pueden afectar el sistema respiratorio. De hecho, la Organización Mundial de Sanidad Animal indica que como consecuencia, cuando se pierde más del 25 por ciento de la cubierta forestal, hay mayor probabilidad de o entre fauna silvestre y humanos.

De igual manera, los incendios forestales aumentan la emisión y concentración de material particulado (específicamente de partículas finas inferiores a 10 micras) y demás sustancias en el ambiente que son potencialmente irritantes de la vía respiratoria (como monóxido de carbono, óxido nitrógeno, entre otras).

Este escenario repercute en la salud de poblaciones priorizadas o con comorbilidades como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc), rinitis, asma e incrementando la aparición de ERA. Esto se debe a que las capas de aire caliente presentes en el ambiente por presencia de El Niño y el calentamiento global imposibilitan la dispersión de este material particulado.

En este sentido, Adriana Solano Luque, presidenta ejecutiva del CCS, manifiesta que “es crucial adoptar medidas como el uso de tapabocas en personas sintomáticas, prácticas de higiene, reporte oportuno de síntomas, así como evaluar las condiciones de trabajo, incluyendo la flexibilidad laboral en el personal que presente síntomas respiratorios”.

Lo cierto es que los virus respiratorios, como la gripe o el resfriado común, tienden a propagarse fácilmente en el lugar de trabajo debido a una combinación de factores. En primer lugar, el o cercano entre colegas facilita la transmisión de virus a través de interacciones directas, como el estrechamiento de manos o compartir objetos de uso diario. Esta proximidad física aumenta las oportunidades de exposición y contagio entre los trabajadores.

Además, los lugares de trabajo suelen albergar a un gran número de personas en espacios relativamente reducidos, como oficinas, fábricas o comercios. “Esta alta densidad poblacional incrementa aún más el riesgo de transmisión de virus, especialmente en áreas mal ventiladas donde el aire puede estancarse, permitiendo que los patógenos permanezcan suspendidos en el ambiente durante más tiempo”, explica el doctor Humberto Imaña en TopDoctors Latinoamérica.

La falta de ventilación adecuada es otro factor que contribuye a la propagación de virus respiratorios en entornos laborales. Cuando la circulación de aire es insuficiente, los virus pueden acumularse en el ambiente, aumentando la probabilidad de que los trabajadores inhalen partículas virales o entren en o con superficies contaminadas.

Los expertos también destacan que el compartir espacios y objetos en el trabajo, como escritorios, teléfonos y equipos de oficina, puede facilitar la transmisión de virus entre los empleados. Si una persona infectada toca estos objetos, puede dejar rastros del virus, lo que aumenta el riesgo de contagio para otros trabajadores que entren en o con dichas superficies.

Vale la pena señalar que la falta de prácticas de higiene adecuadas puede exacerbar la propagación de virus respiratorios en el lugar de trabajo. Si no se promueve el lavado frecuente de manos o no se proporcionan suficientes suministros de higiene, como desinfectantes de manos, los trabajadores pueden tener dificultades para prevenir la transmisión de virus.