"Los suicidios cobran un costo alto", dice la organización Mundial de la Salud (OMS), al punto que más de 800.000 personas mueren cada año por suicidio y esta es la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años.
De acuerdo con esta agencia, hay indicios de que, por cada adulto que se suicidó, posiblemente más de otros 20 intentaron suicidarse.
Sin embargo, bajo la premisa de que los suicidios son prevenibles, se ha definido esta fecha (10 de septiembre) como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con el fin de fomentar políticas y acciones específicas a todo nivel para atenuar estas cifras.
Colombia se compromete
En armonía con los preceptos de la OMS, y para que las respuestas nacionales sean eficaces, los frentes académicos y científicos relacionados con este flagelo dan los primeros pasos en la búsqueda de una estrategia integral multisectorial de prevención.
En ese sentido, la Asociación Colombiana de Psiquiatría (A, la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas (ACSC) y la Asociación Psiquiátrica de América Latina (APA) se han unido bajo el lema "El Suicido se puede prevenir" para llamar la atención de las autoridades y dar a conocer a la población en general las herramientas disponibles para bajar estas muertes locales.
Cifras que preocupan
En Colombia, según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, el año pasado registró un incremento de 10,0 por ciento en los suicidios con respecto al 2016 y de 25,0 por ciento en relación a los ocurridos en el 2008. Con base en esto se alcanzó una tasa de 5,72 decesos de este tipo por cada 100 mil habitantes, la más alta en el último decenio.
Este desenlace, refiere la misma fuente, la mayor en hombres (81,49 por ciento); "por cada 10 mujeres que se quitaron la vida, lo hicieron 44 hombres", informa el Instituto.
El último año registró el mayor número (2.571) con respecto a los 8 años anteriores, lo que representa 573 casos más que la media del periodo.
Urge actuar
Juan Ángel Isaac Llanos, presidente de la A, es enfático al afirmar que no hay un determinante que establezca que el suicidio no se puede prevenir por lo que, ante este panorama, es mandatario encender las alarmas y actuar en conjunto.
El gremio de psiquiatras en Colombia ha insistido en que la mejor manera de prevenir el suicidio es detectando la enfermedad mental que se siempre se agazapa detrás de estos actos. "Además hay que educar a las personas para que entiendan que hablar del suicidio no lo causa", dice Henry García Moncaleano, vicepresidente de la A.
Los datos son claros al demostrar que el 29,14 por ciento de los suicidios tienen como detonantes depresión, trastorno bipolar, demencia, esquizofrenia, ansiedad y adicciones; luego están los conflictos de pareja o expareja relacionados con el 26 por ciento, seguidas de las rupturas sentimentales o desamor vinculadas con el 14,87 por ciento de estas muertes.
Estudios recientes realizados por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, también han vinculado el bullying, la victimización por intimidación y la perpetración, el acoso cibernético y el estado de minoría sexual con la ideación y los comportamientos suicidas entre los jóvenes.
La ida es abordar con seriedad estos determinantes y armonizar con el Plan de Acción de Salud Mental 2013-2020 de la OMS que busca reducir en un 10 por ciento estos índices.
"Hay que darle continuidad a la campaña contra el estigma de la enfermedad mental pues estos trastornos son un importante factor de riesgo de suicidio. En este problema intervienen factores, no solo psiquiátricos, sino sociales y culturales", aseguró Rodrigo Córdoba, miembro honorario de la A.
Signos de alarma
Las organizaciones tras la campaña "El suicidio se puede prevenir " hacen un llamado para que en caso de encontrase alguno de estas señales se consulte de manera oportuna:
- Presencia de pensamientos o planes de autolesión en el último mes o acto de autolesión en el último año.
- Alteraciones emocionales graves.
- Desesperanza.
- Agitación o extrema violencia.
- Conducta poco comunicativa.
- Aislamiento social.
Hable con tranquilidad y siga esta recomendaciones:
-Si cree que tiene un problema, consulte con un especialista.
-No deje que la tristeza actúe por usted, busque ayuda.
-No abandone los tratamientos médicos.
-Si tiene exceso de preocupación, busque mitigar cargas.
-Si no logra conciliar el sueño, consulte con un especialista.
Si no disfruta de ninguna actividad y siente que nada lo hace feliz, consulte con un especialista.
CARLOS FRANCISCO FERNÁNDEZ
Asesor médico de EL TIEMPO