El labio leporino y paladar hendido son afecciones de nacimiento que pueden llegar a influir en el habla de las personas que las padecen. De acuerdo con medios especializados, los casos que existen son por una cuestión congénita.
Sin embargo, la Universidad de São Paulo (USP), Brasil, en colaboración con el University College London, Reino Unido,
realizó un estudio y descubrió que existen algunas condiciones del entorno durante el embarazo que pueden generar estas fisuras. La obesidad, la diabetes y otras situaciones proinflamatorias, como la infección materna (episodios de fiebre durante el embarazo), son factores de riesgo para que un niño nazca con fisuras
El estudio, publicado en la revista Nature Communications, señala que existen datos que muestran que “la obesidad, la diabetes y otras situaciones proinflamatorias, como la infección materna (episodios de fiebre durante el embarazo), son factores de riesgo para que un niño nazca con fisuras”.
De hecho, Roberto Mayor, autor principal del estudio, menciona que el riesgo se puede aumentar por el tabaquismo, el estrés, las infecciones y la malnutrición durante el embarazo.
Y agrega: “Ahora, hemos demostrado por primera vez cómo actúan conjuntamente estos dos factores (genética y ambiente), y por qué son necesarios tanto los factores de riesgo genéticos como los ambientales para que un niño nazca con labio leporino”.
¿Cómo afecta el ambiente?
De acuerdo con el estudio, si la proteína E-cadherina, que es codificada por el gen CDH1, tiene una mutación, es probable que el niño nazca con labio leporino.
Ellos manifiestan que la exposición o interacción con alguna inflamación o bacterias con CDH1, genera una hipermetilación este mismo gen, modificando la proteína E-cadherina.
“Al hacer la secuenciación genética de estas personas, vimos que aunque muchos de ellos tenían la mutación en el gen CDH1, una parte importante no tenía la malformación. Le faltaba una pieza que explicara completamente lo que llevó a la aparición del labio leporino”, dice el estudio.
Con ello se espera identificar cuáles son las inflamaciones que combinadas con la variante CDH1 pueden conducir a las malformaciones.
“Tenemos la intención de investigar este tema. La identificación de los factores que activan la inflamación materna será importante para el establecimiento de medidas preventivas para el labio leporino y el paladar hendido”, concluyó os-Bueno en el estudio.
GERALDINE BAJONERO VÁSQUEZ
REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS
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