Cámara, el cuello de botella para la implementación de la paz

Es incierto si iniciativas como la reforma política terminarán su trámite en esta legislatura.

Varios representantes a la Cámara de los otros partidos de la coalición (Liberal y ‘la U’) le hicieron un airado reclamo a Lara por el manejo que le ha dado a la reforma política. Foto: César Melgarejo / EL TIEMPO

24.10.2017 21:34 Actualizado: 24.10.2017 23:35

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Un auténtico cuello de botella se está formando en la plenaria de la Cámara de Representantes con los proyectos que implementan el acuerdo de paz, y aún es incierto si todas las iniciativas alcanzarán a terminar su trámite en lo que resta del año legislativo.

La alerta comenzó a sentirse en los últimos días en el pleno de la corporación, el cual votaba este martes lentamente la reforma política, uno de los proyectos que desarrollan lo pactado entre el Gobierno y las Farc, y el cual lleva más de un mes en discusión en la Cámara.

El trancón legislativo se da porque detrás de la reforma política están en fila proyectos vitales para cumplir con lo acordado en La Habana, como la creación de 16 curules especiales de paz y la reglamentación de la justicia a la que deberán acudir los actores del conflicto, la iniciativa más importante de este semestre.

En cuanto a la reforma política, el mismo ministro del Interior, Guillermo Rivera, ha dicho que en la Cámara “la están sometiendo a una tortura china” y ha culpado del retraso en su trámite al presidente de la corporación, Rodrigo Lara.

La cuestión es que hasta que no se termine de aprobar la reforma política, la cual busca erradicar malas prácticas en las elecciones, el proyecto que crea las curules de paz no podrá entrar a su último debate.

Esta iniciativa habilita 16 escaños adicionales en la Cámara, para los próximos dos periodos, en los cuales serían elegidos representantes de las víctimas del conflicto y de organizaciones sociales ubicadas en los lugares más impactados por la guerra.

Detrás de este proyecto está en espera la ley estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que fija las reglas para el funcionamiento de la justicia a la que comparecerán excombatientes, militares y civiles que hayan cometido delitos graves en el marco del conflicto.

Esta iniciativa es vital para el cumplimiento de lo acordado, ya que sin esas reglas no podrá echarse a rodar la JEP.

Lo que muchos se preguntan es si estas iniciativas alcanzarán a ser aprobadas en la plenaria de la Cámara antes de que termine la vigencia de las reglas legislativas especiales con las que se están tramitando estos proyectos, conocidas como fast track.

El problema es que, según algunas interpretaciones jurídicas, el procedimiento terminará el próximo 30 de noviembre, y, de acuerdo con el ministro Rivera, estas se extenderían hasta el 30 de diciembre.

Esto significa, en otras palabras, que no hay claridad sobre el cumplimiento de tal plazo y existen diferentes interpretaciones.

Lo único cierto es que varios observadores internacionales, expertos en procesos de paz, han coincidido en que para alcanzar el éxito de un acuerdo es indispensable que este sea implementado de manera pronta, lo que, al menos en la Cámara, no parece estar sucediendo.