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Entrevista
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‘La relación con Estados Unidos seguirá siendo turbulenta’: excanciller Luis Gilberto Murillo
En diálogo con EL TIEMPO, el excfuncionario analiza el momento de la relación con el país norteamericano.
Luis Gilberto Murillo en entrevista con EL TIEMPO antes de dejar la Cancillería. Foto: César Melgarejo/ El Tiempo @cesarmelgarejoa
El excanciller Luis Gilberto Murillo habló con EL TIEMPO a propósito de la tensa relación entre los gobiernos de Estados Unidos y Colombia. Asegura que se debe trabajar para evitar la descertificación.
¿Cómo va todo por Washington, a qué se dedica hoy?
Hago parte de unos equipos de análisis, sobre todo de política pública. Mantengo mi conexión con MIT y con la Universidad de Howard. Les estoy apoyando en el desarrollo de dos iniciativas que van a beneficiar a Colombia. También, regresé al consejo de asesores internacionales de Global American, un centro de pensamiento muy relevante para América Latina y el Caribe. También estoy escribiendo y reflexionando sobre el contexto actual y sus implicaciones futuras para Colombia y la región. Desde luego también le dedico el tiempo necesario a la familia, lo cual es muy importante para la salud mental y la tranquilidad emocional.
Laura Sarabia, Luis Gilberto Murillo, Daniel García. Foto:Andrea ARIZA / AFP
Han pasado dos meses desde ese convulso domingo en el que estuvieron a punto de dinamitarse las relaciones con Estados Unidos. ¿Cómo ve hoy el estado de la relación entre Bogotá y la Washington?
Colombia fue protagonista en abrir ese nuevo capítulo que se iba a dar y que se está dando todavía que es el de un comportamiento internacional de los Estados Unidos muy distinto. Se presentó un incidente que ya se resolvió con mecanismos y herramientas distintas que estamos viendo hoy. Hay que ser muy estratégicos y darle la oportunidad a la diplomacia de que con mucha prudencia, pero con mucha responsabilidad, pueda navegar esta tormenta. Nosotros pudimos superar ese incidente que llevó a evitar aranceles y evitar sanciones financieras que habrían sido de enorme impacto en distintos sectores.
¿Cómo vio el choque con Kristi Noem, se pudo haber evitado?
Por difícil que sea, el diálogo con los Estados Unidos hay que mantenerlo porque es una relación muy importante. Este tipo de malentendidos una vez se presentan rápidamente hay que solucionarlos, como efectivamente lo ha hecho el gobierno. No hay que quedarse mucho en eso porque son hechos perturbadores de la buena interlocución que se requiere. Vamos a tener diferencias, tiene que ser una interlocución de tú a tú. Se puede acordar que cada país saque comunicados individuales, se hacer también las mismas declaraciones o comunicados con conjuntos. Hay que darle tiempo a la canciller y al presidente que puedan hablar con sus interlocutores de manera muy abierta y que eso no sea motivo para que ninguna de las partes lo discuta públicamente. Hay que dejar trabajar a los canales diplomáticos y evitar el intercambio por las redes sociales porque el momento de la relación con los Estados Unidos, y no es solamente en el caso colombiano, es muy sensible, muy delicado. Hay que ser muy prudentes y discretos en las conversaciones que se tienen, ojalá solo informar de acuerdos y resultados.
Presidentes Gustavo Petro y Donald Trump Foto:Agencias / Composición EL TIEMPO
¿Qué anticipa en el horizonte?
La relación seguirá siendo muy turbulenta. He insistido que hay que hacer un esfuerzo para que esta relación, que es tan importante para el país, se mantenga muy estable en medio de las turbulencias. Siempre se encuentran canales de interlocución. Colombia tiene muy buena representación diplomática, el trabajo que hace el embajador Daniel García Peña y su equipo es de mucha finura. Yo sé que está pasado de moda hablar de acuerdos nacionales, pero el acuerdo fundamental hoy, en esta coyuntura, debe centrarse en la política exterior, empezando por los Estados Unidos.
¿Hoy estamos más cerca o más lejos de una desertificación? ¿Por qué hemos llegado a este escenario de incertidumbre?
Yo creo que el gobierno colombiano y su diplomacia están haciendo un trabajo muy importante de poner en contexto la política antinarcóticos. Allí hay avances importantes. En el tema de interdicción, en destrucción de laboratorios, en lavado activos. Son indicadores muy importantes en la transformación de los territorios. Lo que sucede es que el principal indicador de logro de Estados Unidos tiene que ver con los cultivos de coca, que se mantienen muy altos. En lo que he podido conocer, ellos están evaluando el avance en la erradicación. Las cifras que se tienen en ese sentido no llenan las expectativas en algunos sectores de Estados Unidos, incluidos sectores del gobierno y el Congreso.
Cultivo de coca en el sur del Cauca, en El Plateado Foto:Juan Pablo Rueda. EL TIEMPO
¿Qué hacer entonces?
Eso va a requerir de mucho dinamismo en el cabildeo del Gobierno colombiano, se van a realizar muchas visitas. Hay que aprovecharlas entendiendo que Colombia, como principio de política exterior, no comparte de ninguna manera sanciones unilaterales y extraterritoriales. Corresponde a los formuladores de política pública en Colombia ser muy audaces. Primero, más que retórica se va a requerir una revisión de metas, de estrategias y de métodos. Metas porque al parecer las que se han planteado se ven todavía muy a bajitas comparadas con el área total de coca que tiene el país. Estrategias porque se pretende darle mayor peso a ciertas regiones y a ciertos tipos de cultivo para su erradicación.
Una de certificación para Colombia en este momento sería de un enorme impacto negativo por muchas razones. Afectaría las inversiones, el comercio y por ende el crecimiento de la economía por la relación tan estrecha que existe en entre los países; afectaría indicadores de seguridad, de avance en la lucha contra redes criminales a través del sistema judicial, etcétera. Pero en ese sentido hay que buscar algunas propuestas que al menos tengan matices distintos. El fantasma de la certificación siempre aparece cada año y con cambios de istración.
Trump anuncia pausa de 90 días para algunos aranceles Foto:
El Gobierno abrió la posibilidad de que se use el glifosato para aspersión terrestre, ¿cómo lo ve? ¿Eso va a convencer más a Washington?
Yo estoy de acuerdo que se potencie el método de erradicación manual con base en acuerdos con las comunidades y dependiendo del balance entre áreas con cultivos lícitos y áreas con cultivos ilícitos y las comunidades se va avanzando. Ese es un método más sostenible, pero más lento, y es necesario mostrar resultados rápidos. Ahí va a ser necesario pensar en la erradicación manual y, algo que es indeseable, pero va a tocar revisar y sé que están dando esa discusión ya que es el uso del glifosato en erradicación manual. Se dio una lucha muy importante para que no se use el glifosato en las aspersiones aéreas por todo lo que el país conoce y eso es lo deseable. Ahora, el uso del glifosato en erradicación manual tiene unas connotaciones distintas, puede ser un camino que al menos como herramienta tenga a su disposición el Gobierno en este nuevo contexto de la realidad política que estamos viviendo. Es un balance entre lo deseado y lo posible, política y económicamente, sobre todo en este contexto internacional y todo lo que está en juego en los Estados Unidos. Esto en función de poder presentar metas, estrategias y métodos que puedan digamos coadyubar a garantizar que no lleguemos a un escenario de desertificación.
Luis Gilberto Murillo fue fórmula vicepresidencial de Fajardo en 2022. Foto:EL TIEMPO
Quedan menos de cinco meses...
SÍ, quedan 4 meses hasta septiembre, pero, a mi juicio, con un gran esfuerzo y una interlocución muy dinámica, se puede lograr que en un par de meses se llegue a un escenario de al menos una certificación anticipada bajo un plan. Es decir, casi que acordada por ambos países de manera condicionada a estos planes y a estas metas revisadas conjuntamente.
¿Usted ve posible que Colombia pueda negociar una disminución o eliminación del arancel del 10 por ciento? ¿Qué habría que hacer?
Lo que ha dicho Casa Blanca es que va a negociar de manera bilateral con cada país. Entiendo que Colombia ya hizo la solicitud formal. Ese es un paso importante. Veo al menos dos caminos. Colombia tiene que seguir avanzando en profundizar el multilateralismo y mucho más dado tiene la presidencia pro tempore de la Celac, la Alianza del Pacífico y la Asociación de Estados del Caribe. Colombia tiene que profundizar el multilateralismo para que ojalá la región hable en una sola voz, así sea por los canales bilaterales. Y por los canales bilaterales, Colombia tiene una enorme ventaja y es que puede servir de puente. Con un trabajo coordinado con el sector empresarial, con sectores que hacen diplomacia ciudadana en los Estados Unidos, una agenda de mensajes comunes a través de sus distintos canales, es posible que se pueda lograr porque hay mucha simpatía por Colombia.
¿En ese contexto, sería el momento para renegociar el TLC o no sería prudente?
Lo más importante es poder, vuelvo a insistir, llegar a una agenda común con los distintos sectores del país, sobre todo con los empresarios. Con mensajes estratégicos y propuestas concretas. Eso es supremamente clave porque se está transformando sustancialmente la arquitectura mundial. Se están redistribuyendo poderes, están surgiendo algunos nuevos. El ejercicio de revisión del TLC ya se venía haciendo desde principios de este gobierno. Se hicieron los comités técnicos. Eso llegó ya a la comisión a del tratado. Estados Unidos está diciendo: "oiga, aquí tenemos que mirar de fondo las relaciones comerciales porque nosotros vamos a aplicar aranceles”. Y Colombia puede decir: “yo también voy a aplicar los aranceles” de manera inteligente y pueden llegar al entendimiento de que es necesario renegociar el tratado de manera ordenada. Eso tomará mucho tiempo, pero en el contexto actual tarde o temprano se tendrá que hacer. Claro, en este mundo de incertidumbre lo más importante es que al menos Colombia desde la perspectiva bilateral pueda garantizar una ruta de certidumbre con Estados Unidos.
¿Ya definió qué cartas jugará el próximo año pensando en las elecciones?
Estoy sopesando las opciones. Dicen que la Semana Santa es un buen tiempo para concluir reflexiones. Así que aprovecharé la Semana Santa en ese sentido. Considerar una aspiración presidencial es uno de los escenarios. No lo descarto para nada y la verdad, me gustaría intentarlo. Simplemente que para eso se tienen que dar ciertas condiciones, tener claridad de algunos factores que, a mí juicio, no van a estar decantados hasta junio o julio. Todavía hay muchos temas en Colombia por definirse y que tendrían implicaciones sobre una posible candidatura, sobre todo en mi caso particular. Ya veremos.