¿Guillermo Alfonso Jaramillo es el as bajo la manga del petrismo para las elecciones de 2026?

A un día de que se venza el plazo para que los funcionarios públicos renuncien a sus cargos y no queden inhabilitados para participar en las elecciones de 2026, varios nombres empiezan a moverse, ya sea para obtener el guiño de sus jefes políticos o para consolidar apoyos que les permitan lanzarse a la arena política como independientes. Uno de los nombres que suena con fuerza es el de Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de Salud y uno de los alfiles del presidente Gustavo Petro.

(Además: El gobernador Carlos Amaya confirma que no será candidato presidencial: 'No renunciaré a la gobernación').

Jaramillo, quien asumió el Ministerio de Salud en mayo de 2023 tras la salida de Carolina Corcho, se ha consolidado como uno de los escuderos más leales del primer mandatario y como una figura clave dentro de su círculo de confianza. De hecho, salvo en su más reciente viaje internacional a Ecuador, Petro le ha delegado en varias ocasiones funciones presidenciales, reflejo de su confianza en él.

Si bien su gestión ha estado marcada por el fracaso de la reforma a la salud en el Senado y por un creciente deterioro del sistema, su nombre sigue sonando con fuerza como posible carta del petrismo, al nivel de figuras ya posicionadas como Gustavo Bolívar o la exministra Susana Muhamad.

Uno de los argumentos que respaldan una eventual candidatura de Jaramillo es su experiencia en elecciones populares: fue elegido gobernador del Tolima y alcalde de Ibagué, y en esa región se concentra gran parte de su capital político. 

A esto se suma el poder político y burocrático que ha acumulado en su paso por el Ministerio de Salud -que incluye polémicos nombramientos- y que, entre todos los posibles candidatos del petrismo, es el que más ha logrado perdurar al lado del primer mandatario -fue su secretario de Salud y de Gobierno durante la alcaldía de Bogotá-.

EL TIEMPO consultó con fuentes cercanas a Jaramillo, quienes confirmaron que, aunque en principio su candidatura era una fuerte posibilidad, en las últimas semanas esta se ha ido enfriando. Sin embargo, no se descarta por completo. “A esta hora no hay decisión tomada”, le dijeron a este diario.

En la balanza también entró en juego otro factor: el deseo del presidente Petro de que Jaramillo encabece la lista del nuevo partido del Pacto Histórico para las elecciones al Congreso, donde ese movimiento se juega parte de su futuro político y al que irá con listas cerradas. Jaramillo, además, es un viejo conocido del Capitolio: en 1982 llegó por primera vez a la Cámara de Representantes, y desde entonces ha sido senador en cuatro ocasiones. Sin embargo, Jaramillo hoy está inhabilitado para aspirar a una curul.

Más allá de la decisión que tome, lo cierto es que su camino parece estar en la consulta interna del Pacto Histórico, prevista para octubre de 2025. En esa contienda, además de Bolívar y Muhamad, también estarían Carolina Corcho y la senadora María José Pizarro.

“Hemos reafirmado la unidad del Pacto Histórico y acordado avanzar en el proceso de organización, así como en la definición de la ruta y las reglas electorales que brinden garantías a todas y todos los aspirantes a representar nuestro movimiento en el próximo proceso electoral”, indicó el Pacto Histórico en un comunicado tras el primer encuentro entre los cuatro precandidatos definidos.

Aunque se haya definido un mecanismo democrático para escoger al candidato del sector, el guiño del presidente Petro será determinante. Su respaldo sigue siendo un factor de peso entre las bases del petrismo, como el propio Gustavo Bolívar ha dejado entrever en repetidas ocasiones.

(Le puede interesar: Pelea en la izquierda por candidaturas de Roy Barreras y Gilberto Murillo: “salen los vampiros de la política”).

Una eventual candidatura de Jaramillo no estaría exenta de críticas. Desde su llegada al cargo ha estado en el foco de los entes de control y de las altas cortes por sus decisiones frente al sistema de salud. En octubre de 2023, la Procuraduría anunció una investigación disciplinaria en su contra por presunta omisión en el cumplimiento de funciones durante la escasez de medicamentos.

Más tarde, en diciembre de 2024, el Juzgado Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá le impuso una sanción de tres días de arresto y una multa equivalente a tres salarios mínimos por desacato a un fallo de tutela de la Corte Constitucional, que ordenaba suspender la venta de un pesticida en colaboración con el ICA.

A comienzos de este año, en enero, la Corte Constitucional abrió un incidente de desacato contra Jaramillo por incumplimientos relacionados con los presupuestos máximos y la metodología para ajustar el monto de la Unidad de Pago por Capitación (UPC).

Otro elemento clave en este panorama es la decisión de Carlos Amaya, gobernador de Boyacá, de declinar su candidatura. El mandatario departamental se perfilaba hasta este jueves como una figura fuerte para participar en una eventual consulta interpartidista entre el centro y la izquierda. 

“Dicen que la palabra se honra y que lo que se promete se cumple, por eso hoy les digo desde el alma y el corazón: no renunciaré al honor de seguir sirviendo como gobernador de esta tierra bendecida por Dios”, dijo el mandatario en un video publicado en su cuenta de X este viernes.

Con esto, el panorama de una consulta que podría arrastrar votos hacia las listas del Congreso -como ocurrió en 2022- comienza a aclararse. La idea inicial era que en ese mecanismo participara un candidato de la izquierda, uno del centro liberal y otro de la Alianza Verde. Sin embargo, ahora, sin un nombre fuerte en este último partido que sea leal al petrismo, todo indica que esa eventual consulta tendrá solo dos nombres.

(Siga leyendo: Los secretos de la cumbre de la izquierda en la casa de Roy Barreras).

Desde el centro, uno de los aspirantes más fuertes es Roy Barreras, exembajador en el Reino Unido. También se suma el exministro Juan Fernando Cristo y el excanciller y exembajador en Estados Unidos Luis Gilberto Murillo, quien ya oficializó su candidatura, aunque lo hará alejado de los partidos. “Reafirmo mi compromiso con lo que verdaderamente importa: servir a nuestro pueblo, unir al país y construir una nueva Colombia desde el territorio”, expresó Murillo al anunciar su aspiración.

También hay expectativa por saber si otros candidatos de izquierda aceptarán un eventual llamado del progresismo. Esto podría abrirle la puerta a figuras como Carlos Caicedo (Fuerza Ciudadana) o el exalcalde de Medellín Daniel Quintero, una decisión que podría materializar el deseo del presidente Petro de consolidar una izquierda unida para las elecciones de 2026.

CAMILO A. CASTILLO
Redacción Política
X: (@camiloandres894)