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Explicativo
Así fue la candente sesión que revivió la reforma laboral del gobierno del presidente Petro en el Congreso
Aunque desde el Gobierno se habla de fraude, lo cierto es que en la sesión hubo consenso para evitar la consulta.
Luego del cierre de la votación, partidarios del Gobierno y de la oposición se agolparon alrededor de la mesa directiva. Foto: Néstor Gómez. EL TIEMPO
El presidente Gustavo Petro y sus afines han calificado como fraudulentas las sesiones en las que se revivió la reforma laboral y se rechazó la convocatoria a la consulta popular. Sin embargo, toda esa sesión estuvo ajustada a la normatividad colombiana, a la luz del reglamento del Congreso, la Ley 5.ª.
Los hechos en cuestión se dieron el martes, cuando los partidos sentaron posiciones, y al día siguiente, cuando se votó. En la primera jornada tomó fuerza una tesis que se venía madurando desde hace un mes en la plenaria, aceptar la apelación al archivo de la reforma laboral que presentó el senador Fabián Díaz. Con dicho proyecto resucitado, no habría razón de llamar a la consulta popular.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, le salió al paso a esta posibilidad y ese día trinó: “Si se revive la reforma laboral con la apelación, no dan los tiempos”.
Dicha posibilidad se materializó cuando ese martes el secretario del Senado, Diego González, anunció los informes de estudio de la apelación, lo que permitía que en la siguiente sesión se incluyeran en la agenda de discusión. Esa noche, a eso de las 10:10, se publicó el orden del día para la jornada del miércoles: primero se votaría la apelación al hundimiento de la reforma laboral y después se haría lo mismo con la solicitud de convocar a una consulta popular cuyas preguntas se basaban en ese proyecto hundido.
Diego González, secretario de Senado, contando los votos. Foto:Néstor Gómez. EL TIEMPO
A la mañana siguiente, la bancada de Gobierno sabía que si revivían la reforma laboral, perdían la consulta popular. Por eso intentaron cambiar el orden del día. Sin embargo, horas antes del inicio de la sesión, la senadora Paloma Valencia radicó una proposición para que la agenda fuera tal como la habían publicado inicialmente. La plenaria acogió este último pedido con una votación de 56 a favor y 42 en contra. En ese momento, al mediodía, se comprobó que el Gobierno no tenía los votos para alcanzar sus intereses.
A renglón seguido, ante el panorama adverso, el senador Antonio Correa, del Partido de ‘la U’ y del sector afín al Gobierno, presentó una proposición para aplazar el estudio de la apelación. También fue derrotada.
Como último intento de cambiar la suerte de la consulta, el senador Fabián Díaz, del sector gobiernista de la Alianza Verde, pidió el retiro de la apelación que había radicado hace nueve semanas, bajo el argumento de que si se aprobaba, se usaría para “hacerles trampa a los derechos de los trabajadores”. El Senado también le negó esa solicitud.
Hacia las 2:30 de la tarde, la plenaria había tenido tres votaciones y en cada una fueron derrotados los intereses del gobierno Petro. En respuesta, el senador Iván Cepeda, uno de los perfiles destacados del Pacto Histórico, anunció que su bancada se saldría en el momento de discutir la apelación.
Será el presidente de la corporación o comisión quien determine los tiempos entre la iniciación de la votación y el anuncio de su resultado sin exceder los treinta (30) minutos por votación
Sin embargo, minutos después, el ministro del Interior, Armando Benedetti, lo desautorizó, señalando que sí la acompañarían: “Se va a votar la apelación, una vez que es nuestra”. Eso sí, pidió un compromiso de la plenaria para sacar adelante el proyecto en las cinco semanas que quedan de sesiones, pues el proyecto se hundiría al cierre de esta legislatura.
Fue la votación más abultada, 68 a favor y 3 en contra. Duró 2 minutos y 50 segundos y en esta no pudieron participar los congresistas de la Comisión Séptima de Senado, pues una hora antes, la senadora María José Pizarro, con intención de quitar algunos votos contrarios al Gobierno, había pedido la aclaración de si los de la célula que había hundido la reforma laboral podían participar en la apelación para revivirla. El secretario confirmó que estaban impedidos para hacerlo. Esa movida terminó siendo contraria al Ejecutivo porque que una de las que se salieron del recinto fue la senadora Martha Peralta Epieyú, del Pacto Histórico, quien no alcanzó a regresar a tiempo para emitir su voto a favor de la consulta.
Armando Benedetti, ministro del Interior, junto con Antonio Sanguino, jefe de la cartera de Trabajo. Foto:Néstor Gómez. EL TIEMPO
Apenas se terminó la votación que revivió la reforma laboral, el senador Efraín Cepeda pidió seguir con la agenda. El secretario leyó: “El siguiente punto es la votación de la consulta popular”. A lo que la cabeza del Senado respondió: “Señor secretario, abra registro para votar. Hicimos debate ayer de nueve horas”.
Se abrió el registro y sonó la campana que les indica a los congresistas que están fuera del recinto que deben entrar para emitir su decisión. Regresaron a sus curules todos los que habían salido por haber estado inhabilitados para participar en el estudio de la apelación, la única que no lo hizo fue la senadora Peralta.
La votación iba muy apretada. Cada vez que subía el sí, también lo hacía el no. Incluso, cuando la postura afín a la consulta alcanzó a sacar dos votos de diferencia se vio a la senadora Sandra Ramírez, de Comunes –partido de gobierno–, pedir al presidente Cepeda que cerrara la votación. No lo hizo, sino que mantuvo por casi un minuto más el registro abierto. Hubo un momento en que se igualó 45-45 y luego el ‘no’ sacó dos votos de ventaja. Comenzó a celebrar la oposición.
Cuando el reloj marcaba que aún quedaban 27 minutos y 50 segundos para emitir la decisión, Efraín Cepeda ordenó el cierre de la votación. Fue ahí cuando partidarios del Gobierno y de la oposición se agolparon alrededor de la mesa directiva. Se hizo un recuento de los votos manuales –aquellos que no se pudieron emitir en el sistema electrónico del Senado–. En medio de la tensa escena, el secretario se confundió y dijo que el voto manual del senador Édgar Díaz fue por el sí, cuando este había dicho que no y era de un partido, Cambio Radical, que había ordenado a sus congresistas negar la consulta popular.
Eran dos votos manuales por el sí y dos por el no. Lo que sumaba un total de 47 votos a favor de la consulta y 49 en contra. La propuesta de gobierno quedaba hundida. Sin embargo, de inmediato, los ministros y los afines al petrismo comenzaron a decir que hubo un fraude. Usaron como principal argumento la aclaración del voto de Díaz y que la votación apenas duró dos minutos y medio, casi igual que la anterior, en la que se revivió la reforma laboral.
“Será el presidente de la corporación o comisión quien determine los tiempos entre la iniciación de la votación y el anuncio de su resultado sin exceder los treinta (30) minutos por votación”, dice la Ley 5.ª en el capítulo sobre las votaciones. De esta forma, la cabeza del Senado tenía la potestad de dar el tiempo que considerara.
En un trino posterior a la sesión, el ministro Benedetti se quejó por el supuesto tiempo reducido: “Usted solo dejó dos minutos porque tenía ventaja y porque venían casi cuatro votos por el sí”. Las afirmaciones son rebatibles pues casi todas las votaciones de la jornada tomaron el mismo tiempo y para el momento del cierre habían ejercido su derecho casi todos los habilitados para votar, 96 congresistas.
Paloma Valencia y María Fernanda Cabal durante la sesión. Foto:Milton DÍaz. El Tiempo
Ese día había 105 senadores, pero cinco no participaron porque eran contrarios a la orden de bancada de sus partidos y se abstuvieron. Eso deja un faltante de cuatro votos, que serían los que dice Benedetti que eran a favor del Gobierno, pero que realmente tenían distintas posturas. El único sí confirmado de estos fue el de Martha Peralta. Otro que no alcanzó a votar fue Didier Lobo, y este era de Cambio Radical, que ordenó como bancada votar no.
La estrategia del Gobierno es clara, a toda costa necesita anticipar el proceso electoral para poder buscar unas listas al Congreso de 2026 que saquen una importante votación y así darle continuidad al proyecto político
Solo quedan dos votos más de la cuenta, el de Angélica Lozano y el de Richard Fuelantala. La primera votó a favor de la apelación y se abstuvo de hacer lo mismo con la consulta, aunque estaba cerca del recinto. El segundo estaba en las cuentas del Gobierno como voto favorable, pero este había dicho a algunos que no votaría para no quedar como cercano al Ejecutivo. Así se vio en el registro del día, aunque estaba presente, no se manifestó en la apelación ni en la aprobación de la consulta.
Lo cierto es que no le dieron las cuentas al Gobierno, que siempre dijo tener los votos: en la antesala calculaba que serían 52 por el sí y 48 por el no. La máxima apuesta estaba en que los tres senadores del Mira lo apoyarían. Incluso había versiones de que les prometieron burocracia. Sin embargo, al final, el partido cristiano no acompañó al Gobierno y el ministro Benedetti se quedó corto en sus proyecciones.
La ruta del Gobierno para revivir la consulta
Aunque se revivió la reforma laboral, el gobierno Petro no lo ha asumido de la mejor manera. Al rechazo de la consulta popular, el mandatario respondió con un llamado a las calles y a “cabildos populares”. En esa alocución, el Presidente también pidió que se repita la votación en la plenaria y un día después anunció que presentaría una nueva propuesta de consulta popular, aunque con una nueva pregunta relacionada con la regulación de precios de medicamentos y la compra de estos por parte del Estado.
El presidente Petro anuncio la nueva consulta durante una alocución desde China. Foto:Juan Diego Cano. Presidencia
Sobre esta nueva movida, expertos han dicho que la insistencia en la consulta tendría que ver con su intención de comenzar la campaña electoral de forma anticipada. “La estrategia del Gobierno es clara, a toda costa necesita anticipar el proceso electoral para poder buscar unas listas al Congreso de 2026 que saquen una importante votación y así darle continuidad al proyecto político”, dijo Gonzalo Araújo, analista de la firma Orza.
También los cercanos al Gobierno han iniciado demandas y acciones legales que obliguen a repetir la votación de la consulta. En la mañana del jueves se conoció que los senadores Martha Peralta (Mais) y Fabián Díaz (Alianza Verde) interpusieron una acción de tutela para que se suspenda y deje sin efecto la decisión de la plenaria del Senado de negar la consulta popular y se ordene su reapertura ante la mesa directiva de la corporación.
Benedetti intentó agredir a secretario del Senado. Foto: EL TIEMPO