Se reveló esta semana la lista elaborada por Nielsen BookScan y la Cámara Colombiana del Libro de los 25 libros más vendidos en Colombia en 2023. Del listado, por lo menos la mitad corresponde al género de la autoayuda, incluyendo los cinco primeros.
Este dato despertó, como quizás era de esperarse, una intensa discusión en las redes sociales. No faltaron las voces críticas que desde un cierto sitial se niegan a darle a este tipo de libros el mismo estatus que a otros géneros. Quienes así ven estos textos recibieron la noticia con evidente pesimismo, incluso fatalismo. Alcanzó a leerse la pregunta de ¿qué se puede esperar de un país que solo lee autoayuda?
Distinto piensan quienes creen que es necesario valorar el solo hecho de acercarse a un libro, más allá del género en tiempos de auge de pantallas y contenido fugaz y a la medida, como el que ofrecen las redes sociales. Las cifras del sector muestran que las ventas vienen en aumento. En esta misma orilla se ubican quienes prefieren evitar el juicio de valor y más bien intentar extraer de este escalafón pistas sobre lo que está pasando con nuestra sociedad hoy.
Vale la pena, entonces, más que el debate literatura vs. autoayuda, leer esta lista en clave de signo de los tiempos, de este tiempo. No es gratuito que estas cifras coincidan con otras ya comentadas que hablan de una tendencia al aumento de las cifras de quienes padecen ansiedad y depresión, entre otras afecciones.
Es un hecho, doloroso y lamentable también, que los datos muestren un aumento del 16 por ciento en los suicidios entre 2022 y 2023. Son muchos y muchas, millones tal vez, quienes pasan por duras crisis personales y no cuentan con los medios para acceder a un profesional de la salud mental. De ahí que estos textos surjan para muchas personas como verdaderas tablas de salvación. Y sobran los testimonios de quienes hallaron en ellos un alivio en el momento más oscuro.
EDITORIAL