En estos días de pandemia es frecuente escuchar que los ancianos y las personas con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y cáncer son los más susceptibles a contraer covid 19. Se han tomado medidas especiales para poblaciones vulnerables como los viejos, la población privada de la libertad y los niños y jóvenes del país. Además, la Vicepresidencia de la República ha liderado una campaña de protección de la salud mental de los colombianos debido al riesgo de presentar trastornos mentales reactivos a la situación actual y al confinamiento. En medios de comunicación es frecuente escuchar expertos en salud mental dando recomendaciones para procurar una cuarentena saludable, acompañadas con algunas técnicas de relajación. De igual manera, la implementación de líneas telefónicas o chats virtuales de atención por psicología o psiquiatría como apoyo a la población, dispuestas por gobernaciones y alcaldías en todo el país.
A pesar de estos grandes avances, se percibe la discriminación estructural, aquella que es inconsciente y sin una intención de hacerlo de la sociedad colombiana hacia las personas con enfermedades mentales. En medio de la atención a la población durante la pandemia, el cuidado de la salud mental ha sido una prioridad del Gobierno, y un factor importante para considerar en relación con las medidas de prevención sobre el contagio; pero la protección de quienes ya tienen diagnóstico de un trastorno mental no es evidente. Las enfermedades mentales hacen parte de las patologías crónicas y las personas que padecen de dichos trastornos tienen más riesgo a contraer cualquier infección, en este caso covid- 19. Además, son más propensos a tener afectaciones en su salud mental dado por la posibilidad de exacerbaciones de su patología de base. Sin embargo, dentro de las recomendaciones de quienes deben permanecer en casa de forma prioritaria no se menciona los pacientes con enfermedades mentales, tampoco se establece una línea de atención prioritaria para ellos, siendo quienes requieren un mayor acompañamiento por psiquiatría. Tampoco se consideran como una población que puede presentar una discapacidad, estando las enfermedades mentales entre las 20 primeras patologías con mayor pérdida de años de vida saludable.
En Colombia, la Encuesta Nacional de Salud Mental del año 2015 menciona que el 44,7 % de los niños entre los 7 a 11 años requieren una valoración por psiquiatría para descartar trastornos mentales. La prevalencia de enfermedad mental a lo largo de la vida es del 7,2 % en los adolescentes y del 9,1% en los adultos. Lo anterior sin tener en cuenta que el 45,1 % de los colombianos mayores de 45 años con alguna enfermedad crónica tiene, además, otra enfermedad mental. Los hallazgos en Wuhan (China) muestran que las personas con enfermedades mentales tuvieron una tasa mayor de contagio, así como de complicaciones y requerimiento de hospitalización. Lo cual se debía, entre otros factores, a la consulta tardía, la discriminación en los servicios de salud, la baja atención del Gobierno hacia los hospitales de cuidado mental y la interrupción de la psicoterapia y los controles por especialistas.
Aplicado a nuestra realidad institucional en Colombia, estos hechos invitan a trabajar por disminuir las barreras que presentan las personas con trastornos mentales, a concientizarlos a ellos y a sus cuidadores de que son una población con mayor riesgo de contagio y, por lo tanto, requieren de los mismos cuidados que los ancianos. Igualmente, es una alerta al personal de salud a no discriminar a estos pacientes, teniendo presente que deben recibir la misma credibilidad y atención si consultan por fiebre o tos. Por último, concientizar en que los y las pacientes de enfermedad mental requieren mayor comprensión y tolerancia, por un lado porque son más susceptibles a la ansiedad, temor y tristeza que todos sentimos y están expuestos a una doble estigmatización, por enfermedad mental e infección por covid-19.
Mariana Pinto Álvarez
Médica de la Pontificia Universidad Javeriana. Magíster en Salud Pública de la Pontificia Universidad Javeriana. Investigadora en salud mental, salud pública y salud global.
Twitter: @Mariana03MD