El mundo amaneció este lunes con una nueva certeza, la de que el Acuerdo de París no es suficiente para detener la catástrofe climática. Este es el dato central del informe especial sobre el cambio climático que entregó el de científicos (más de 90 de 41 países, que revisaron más de seis mil referencias y estudios). Lo que quedó escrito allí es que “se necesitan cambios de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad para limitar el calentamiento global a 1,5 °C en lugar de 2 °C, como se establece en el Acuerdo de París”. Si esto no sucede, dice el informe, aumentaría el nivel del mar probablemente diez centímetros, el océano Ártico no tendría hielo en el verano y se extinguirían los arrecifes de coral.
¿Qué deberían hacer los gobiernos del mundo que se reunirán en Polonia en noviembre? Veamos: el informe recomienda que las emisiones netas globales de carbono disminuyan antes de 2030 alrededor de un 45 % respecto de los niveles de 2010, para que en 2050 no se emita carbono. Esto está muy lejos del Acuerdo de París. Pongo el ejemplo de Colombia: reducir 20%. De manera que los gobiernos del mundo deben actuar conforme a la ciencia y tomar las medidas “rápidas y de gran alcance” que pide el informe 1.5 (que puede verse aquí: http://www.ipcc.ch/report/sr15/).
Ahora bien, esto se sospechaba antes del Acuerdo de París, pero los gobernantes no atienden los datos de la ciencia. Desde 2009, en Copenhague, la ciencia viene pidiendo metas de reducción ambiciosas antes de 2030: 40 %, 80 %. El promedio de las metas de París es de 26 %. Y el objetivo es no sobrepasar los 2 °C. De manera que el informe 1.5 cambia la realidad. Ahora hay que tomar acciones para no pasar de 1,5 °C, pues esta diferencia de 0,5 °C es la diferencia que hay entre la vida y la muerte (son palabras de ellos). Los países deben presentar en 2020 su estrategia de transición hacia una economía sin carbono.
Algunos ya han reaccionado. México, por ejemplo, anunció reducciones de 50 % para 2050. Chile planea que el 70 % de su electricidad se genere a partir de fuentes renovables antes de 2050. Y Europa cuenta con una hoja de ruta para reducir en un 80% sus emisiones de carbono antes de 2050. ¿Qué dirá Colombia? Esta semana se activó un diálogo facilitador entre las universidades, gobiernos y sector privado. Ojalá nos ayude a enfrentar el nuevo desafío.
MANUEL GUZMÁN-HENNESSEY
Miembro de Futurible