El pasado 10 y 11 de mayo tuvimos un evento que debe captar la atención de todos los colombianos. Desde el ICBF tuvimos el encuentro ‘Experiencias de primera’, espacio que buscó poner en el centro la atención y los servicios que tiene el país para los niños entre los 0 y los 5 años. Durante estos dos días, expertos, académicos, madres comunitarias y agentes educativos discutimos elementos como calidad, medición, presupuesto y la necesidad de innovar en materia de pedagogía para la primera infancia.
Así mismo, fue una jornada práctica donde, a través de 25 propuestas, el talento humano que atiende a la primera infancia pudo mostrarles a sus pares y a Colombia en general su estrategia innovadora y transformadora, que ha impactado de manera positiva el desarrollo cognitivo, motor y socioemocional de la niñez colombiana. El proceso para llegar a estas iniciativas ejemplares y replicables se dio después de evaluar más de 700 que se presentaron de todo el país.
Esta es la primera vez que se ponen los servicios que atienden a los niños y niñas entre los 0 y los 5 años en el centro y que evidenciamos la correlación que existe entre la inversión en la primera infancia y el desarrollo social, económico y humano; y es que varios académicos y estudios han puntualizado: la falta de inversión consciente, sistemática y de calidad en los esquemas pedagógicos en la primera infancia puede generar pérdidas del 26 % en los salarios percibidos en el futuro adulto.
El nobel de economía James Heckman ha puesto de presente que la inversión lograda en este momento de la vida tiene uno de los rendimientos económicos más efectivos, alcanzando un retorno del 7 al 10 % por cada dólar invertido. La razón: en los primeros 5 años de vida se tienen más de 1.000 conexiones neuronales por segundo, la corteza frontal del cerebro es absolutamente plástica y los elementos fundantes del desarrollo cognitivo y motor se aprenden de manera efectiva para implementarlos a lo largo del curso de vida. Los más recientes estudios de neuropediatría lo señalan; la adopción de habilidades socioemocionales a temprana edad es fundamental para el desarrollo pleno del ser humano.
Expertos, académicos, madres comunitarias y agentes educativos discutimos elementos como calidad, medición, presupuesto y la necesidad de innovar en materia de pedagogía para la primera infancia.
En garantía de lo anterior, desde el ICBF logramos la cobertura más alta de la historia en educación inicial para la niñez, brindando atención integral a 1’516.000 niñas y niños de entre 0 y 5 años en el marco de la Política de Estado para el Desarrollo Integral de la Primera Infancia, lo que ha contribuido a alcanzar la meta del cuatrienio del Gobierno Nacional de 2 millones de niños y niñas.
A esta cifra histórica se suma también la apuesta por entender la correlación que existe entre la cualificación del talento humano que atiende a la primera infancia y la calidad de la educación inicial; por esto, durante este gobierno el ICBF ha formado a más de 64.000 agentes educativos, madres y padres comunitarios con una inversión de más de $ 115.000 millones.
En la atención a la primera infancia se está poniendo en juego el presente y el futuro del país; y en este proceso debemos entender que existe una corresponsabilidad entre familia, sociedad y Estado de lograr un esquema en el que la niñez esté en el centro.
Esta apuesta por garantizar una atención de la más alta calidad para los niños y niñas de 0 a 5 años representa los cimientos para asegurar el bienestar familiar, disminución de circuitos de pobreza y violencia, construcción de capital humano, incremento de la productividad, mayores oportunidades de empleo, y por supuesto, garantiza el crecimiento económico, humano, social y ambiental en nuestra nación.
Fueron dos días de inspiración, reconocimiento y trabajo en equipo, sin divisiones y con el único propósito de poner en el centro a quienes son el pilar fundamental de nuestra sociedad: los niños y niñas de Colombia.
LINA ARBELÁEZ