En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

Opinión

La historia de un tal Trimegisto Esparragoza

‘Espárragos para dos leones’, novela de Alfredo Iriarte, reconocido historiador que crea un personaje inolvidable.

Alt thumbnail

Actualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
A los lectores de novelas nos sucede a veces que, por la trascendencia que un personaje alcanza en una obra, su nombre se nos queda para siempre en la memoria. Bien sea por sus características físicas, por la presencia que alcanza en la historia narrada, por las vicisitudes que vive, por su temperamento fuerte o, simplemente, por la suerte que corre en las ficciones, deja en nuestra alma un gran recuerdo.
A don Quijote, personaje de Miguel de Cervantes Saavedra, lo recordamos por su enamoramiento de Aldonza Lorenzo, por su andar montado en su noble Rocinante por los campos de Montiel y por sus consejos a su fiel escudero Sancho Panza. Y a Aureliano Buendía, el personaje de ‘Cien años de soledad’, porque fue un soñador que tuvo diecisiete hijos con diecisiete mujeres diferentes.
En una novela que leí en estos días me encontré un personaje de esos que tienen una vida tan extraordinaria que sumergen al lector en un mundo ficcional donde sus vivencias están llenas de éxitos, emociones, alegrías, ilusiones y, al mismo tiempo, de fracasos, tristezas, sufrimientos y desesperanzas. Todo matizado con escenas eróticas en las que, mientras se revela la inexperiencia sexual de un hombre, aparece una mujer con recorrido en estas lides que destruye su futuro al entregársele a una persona que después le paga con la misma moneda con la que ella le pagó a quien quiso construir a su lado un bello sueño de amor. La novela se titula ‘Espárragos para dos leones’. Su autor, Alfredo Iriarte, fue un reconocido historiador que en esta novela dejó volar su imaginación para crear un personaje inolvidable.
Trimegisto Esparragoza y Ponce de Alfaneque es el personaje de ‘Espárragos para dos leones’ que cautiva al lector con las cosas que le suceden en la vida. Que, desde luego, no son comunes en alguien que viene de una familia de abolengos, cuyo futuro está asegurado por la prosapia de sus apellidos y, además, por la fortuna de sus padres, que son dueños de grandes haciendas. La primera sorpresa que nos ofrece Alfredo Iriarte sobre este hombre que después de ser elegido no se pudo posesionar como presidente de la República es el nombre que le pusieron cuando lo bautizaron: Trimegisto Gundián Serapio del Santo Prepucio. La otra son sus apellidos completos: Esparragoza y Ponce de Alfaneque Manso de Jarama y Manso de Jarama. Este último lo lleva dos veces porque su mamá, llamada Amalasunta, era prima hermana de su papá.
Trimegisto nació en San Antón de Tibzaquillo, capital de la República de Palumbia. Sus padres, Metafrasto y Amalasunta, se habían casado por conveniencia, no obligados. Los abuelos no permitieron que el papá se casara con una mujer que no tuviera linaje ilustre. El aceptó. Sabía que Amalasunta era fea, sin gracia alguna, treinta centímetros más alta que él, sin ningún encanto físico, “con rostro de gárgola y una mirada de crustáceo”, flaca y sin curvas ni turgencias.
No tenía la belleza de las muchachas en flor que en las haciendas de su padre le entregaban su cuerpo solo por ser el hijo del patrón, atendiendo las órdenes que los papás les daban para que lo complacieran. Fue así como Metafrasto dispuso de la virginidad de todas las hijas de los trabajadores de las haciendas de su padre.
Trimegisto no heredó los ímpetus sexuales de su padre. Nunca se preocupó por el sexo. Tanto, que cuando se enamoró de la hija de un italiano, una mona despampanante de nombre Brunilda von Staunffenberg Chiripateca, aunque tenía ya cincuenta años, todavía no había tenido relaciones sexuales con mujer alguna. Por esta razón, una noche en que ella trató de seducirlo, en su casa, durante una visita que él le hizo, explotó en flatulencias y salió despavorido, dejándola en ascuas. Lo hizo porque no quería que ella se diera cuenta de que no tenía ninguna experiencia sexual. Junto a su padre, que vio la escena, ella se burló de lo ocurrido. Trimegisto buscó entonces a un primo para que lo orientara en este sentido. Al enterarse, doña Amalasunta se mostró indignada. Para ella, Alonso Estigarribia no era la persona indicada para la tarea de prepararlo para el matrimonio.
Los padres de Trimegisto se preocuparon por darle una buena formación académica. Pensaban que, por el brillo de sus apellidos y por pertenecer a una familia de abolengos, el destino le depararía grandes responsabilidades. Así que, para educarlo, contrataron maestros particulares que le enseñaran en la casa. Hicieron énfasis en que su formación debía estar centrada en lenguas, derecho y economía. Cuando murió su papá, tenía apenas quince años de edad. En honor a él se graduó de abogado.
Para prepararse mejor se fue a estudiar a Europa. A su regreso al país se convirtió en asesor de grandes empresas. A muchas las sacó de la quiebra, proyectándolas en el concierto industrial. Se convirtió en un hombre importante. Su éxito profesional le abrió el camino para convertirse en candidato a la presidencia.
Preocupada porque su hijo se comprometió en matrimonio con Brunilda von Staunffenberg, una mujer “de cuerpo voluptuoso y pectorales de sueño”, doña Amalasunta trató de disuadirlo de esa boda. Ya había sido elegido presidente de la República. Para ella, no obstante ser una mujer hermosa, de rostro angelical, no tenía el linaje para convertirse en primera dama. Le dijo que era “una trepadora”. Todo porque descubrió que la mamá había ejercido la prostitución. De allí su segundo apellido. Ella le había sugerido, antes, que se casara con Venancia Rebollete y Rebollete, una prima suya. Trimegisto, que sabía que era una mujer feísima, dueña de una mandíbula descomunal, le contestó: “Tienes que estar enajenada para pensar que yo podría convertir en primera dama de la nación a un mamarracho deforme”.
El sueño de Trimegisto era convertir a Brunilda en su esposa. Pero no lo pudo realizar. Un día recibió una noticia que lo derrumbó. Desde París, ciudad a donde viajó por cuenta de él para comprar el ajuar, ella le hizo saber que no se casarían. Se lo dijo porque allá conoció a un hombre apuesto que le propuso matrimonio. Fue un golpe demoledor. Tanto, que se enfermó y la mamá tuvo que llevarlo al hospital. Cuando, días después, falleció, el médico dijo: “Murió de amor”. No alcanzó a posesionarse como presidente. Brunilda, arrepentida, un día visitó su tumba. Regresó porque el hombre que la enamoró en París le hizo lo mismo que ella a Trimegisto: la dejó. El papá de ella le exigió firmar una capitulación para casarse. Cuando doña Amalasunta la vio la culpó de la muerte de su hijo y, llena de ira, intentó matarla. 
JOSÉ MIGUEL ALZATE 

Sigue toda la información de Opinión en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.