En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

El falso arco iris

La celebración tiene cifras reales: en la última semana han asesinado a 11 mujeres trans en Colombia

Alt thumbnail

Actualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
Vivir en cuerpo ajeno. Ese es el sentir de muchas personas de orientación sexual diversa. A las y los gais, lesbianas, transexuales, binarios o bisexuales se les ha impuesto un estigma por siglos y se les ha obligado a cargar el peso de ‘ser’ en la oscuridad y el anonimato. Sencillamente porque es contra natura pensarse o sentirse diferentes a la fisiología que correspondió por genética.
(También le puede interesar: ¿Dónde está Ramiro Carranza?)
Ha costado vidas, discusiones políticas y sociales y rupturas familiares encontrar una respuesta razonable de aceptación o tolerancia frente a un tema que hoy, aunque plazas y edificios se vistan con la bandera multicolor, aún es sacrilegio para muchos y abierta homofobia para un tanto más.
Por eso, cerrando este mes, en especial este 28 de junio, Día del Orgullo, es necesario ir más allá de la foto en Instagram, el ponqué arco iris y las luces en lo alto de una torre, porque la celebración tiene cifras reales: en la última semana han asesinado a 11 mujeres trans en Colombia.
Este dato, de la Red Comunitaria Trans, que se gestó y lucha por la reivindicación desde el barrio Santa Fe, en Bogotá, tiene que llamarnos a la reflexión, la investigación y la acción sobre esta problemática y vulneración de derechos. Porque, además, el desglose de las cifras deja una profunda impotencia, ya que nueve de las víctimas no pasaban de 24 años y eran migrantes en condición de prostitución. Cinco de ellas eran activistas trans.
Mucho por aprender de todas las personas que están bajo esa sombrilla multicolor; mucho por entender de su naturaleza, su preferencia y orientación sexual.
Todas ellas, de bajos recursos económicos y en una situación de vulnerabilidad que parece no importarle a nadie. Es más fácil pasar de largo por una de estas calles donde se paran a esperar la explotación, porque no hay nada más que les ofrezcan, y bajar la cabeza y clavar los ojos en el suelo, como si sostenerles la mirada causara alguna enfermedad contagiosa.
Lo que no saben quienes las desconocen es que sus vidas son igual de dignas y valiosas, además, porque quienes se atreven a hablar denuncian cómo están marginadas del servicio de salud para no ser rechazadas o cuestionadas. A un porcentaje considerable del personal médico aún le cuesta entender que, en Colombia y bajo los parámetros que ampara la Corte Constitucional, un hombre trans tiene derecho a abortar.
Con esa humillación murió Mario Andrés. Decidió dejarse el María con el que la bautizó su mamá en Barquisimeto, justo en un junio de 1984. La crisis lo sacó de su tienda de mascotas, en Venezuela, y lo llevó a una calle de Cali. Allí le “enseñaron a las malas” que quien tiene vagina es mujer y nada más. Lo violaron y golpearon brutalmente y dos meses más tarde, cuando se enteró del embarazo, intentó buscar ayuda, pero precisamente un galeno le dijo que lo que necesitaba era un siquiatra que le quitara la locura trans.
Su pareja no asimila aún que un derecho se convierta en un crimen, y un llamado de auxilio, en una afrenta irracional.
Con el paso de las horas y los días, también creció la angustia al no encontrar una solución. El mismo Mario decidió terminar con el rechazo y el olvido. Quienes le violentaron celebraron su muerte y advirtieron en el barrio que las “marimachas y las locas estaban prohibidas”. Un caso más para la impunidad y la ignorancia de entendernos en un mundo que debe convivir con lo que siempre ha convivido, pero reconociéndolo y respetándolo.
Mucho por aprender de todas las personas que están bajo esa sombrilla multicolor; mucho por entender de su naturaleza, su preferencia y orientación sexual, de su forma de asumir su sexualidad y de la necesidad de darles el espacio que merecen.
Que apoyar esa bandera arco iris no sea moda de un 28 de junio, para no convertirla en el espejismo que se proyecta de vez en cuando en el cielo. Las mujeres y hombres trans del Santa Fe, o de Soledad, en el Atlántico, o las personas de Caribe Afirmativo y del Proyecto VIHDA en Santander son el ejemplo real de los derechos reales y que siguen a la espera del reconocimiento.
JINETH BEDOYA LIMA

Sigue toda la información de Opinión en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.