Jornada Mundial de la Juventud

Por estos días, en Évora y Lisboa (Portugal) se está realizando la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), presidida por el Papa Francisco, con la participación de miles de jóvenes de todo el mundo, entre ellos un gran número de colombianos que están llevando un mensaje de amor, paz y representando a nuestro país ante la juventud mundial.

Es de irar a estos jóvenes que por espacio de quince días, bajo condiciones de incomodidad, especialmente donde se albergan, se despojan de prejuicios y realizan actividades culturales, de integración, bailes, ayuda, cooperación, integración, catequismo. Ellos van a dejar en alto el nombre de Colombia y decirles a los jóvenes del mundo que aquí hay niños, niñas y jóvenes con esperanza, sueños, emprendedores, católicos y dispuestos a llevar el mensaje de esperanza a aquellos jóvenes que han caído en la desgracia de la drogas, prostitución, la delincuencia y el abuso de comercializadores y trata de personas.

Ellos recorren ciudades y lugares donde se desarrollan las diferentes actividades que la organización de la JMJ ha diseñado para estos jóvenes del mundo, esperando el mensaje papal para difundirlo a su regreso.

La Selección nacional femenina de fútbol es hoy en día la verdadera embajadora de Colombia ante el mundo. Los triunfos logrados despiertan el optimismo y la autoestima de este país, en donde la vida de los colombianos pende de un hilo al salir de nuestros hogares, producto de la inseguridad en todas las ciudades. Mi pretensión no es otra que a nivel empresarial y político privilegiemos a los sub-20, que están a la expectativa de tomar la posta, jubilando a quienes ya cumplimos con nuestra misión, y tienen las competencias y habilidades para manejar este nuevo país. Las elecciones de octubre pueden y deben ser un buen momento para la renovación.

Este 3 de agosto la farándula portorriqueña recuerda a esa gran voz femenina de Aida Irrisarry Andújar, nacida en 1923 en Santurce hace 100 años. Desde muy joven se inició con su guitarra cantando en los mejores escenarios de la isla borincana y de países de las Antillas. Después de varios años de solista se unió al puertorriqueño Adalberto de Córdova, naciendo así el Dúo Irisarry-De Córdova. Esa muy triunfante unión musical perduró hasta el fallecimiento de Aida. Habían transcurrido 22 años y Adalberto no quiso reemplazar esa magnífica voz de su compañera. Él, para poder subsistir, se dedicó a trabajar en diferentes actividades, entre ellas la de vendedor de artículos electrodomésticos. Afortunadamente sus voces se siguen escuchando en grabaciones con canciones muy populares como el vals Quisiera amarte menos, la criolla Nuestro juramento, el pasillo Llamándote y el célebre Cantares de Navidad.

Puerto Rico es y seguirá siendo un baluarte musical antillano que siempre estará vigente, como lo sigue demostrando la centenaria voz de Aida Irisarry en el dúo Irisarry-De Córdova.