Emocionante es, y orgullo se siente, el saber que artistas colombianos están siendo protagonistas en diversas partes de Europa, desde la Bienal de Venecia, sin duda un evento de gran importancia, que cumple 120 años –es su edición número 60– abriendo el arte a todas las nacionalidades y proveniente de todos los países, hasta en recintos al rededor de la ciudad.
Los nuestros aparecen en la exposición central del evento. Allí se puede apreciar el trabajo de Daniel Otero, de Miguel Ángel Rojas, Umberto Giangrandi, Fanny Sanín, Olga de Amaral, Abel Rodríguez y tantos otros, que representan y enaltecen a Colombia mostrando que el arte de este país está en progreso y merece ser visto en los más importantes escenarios.
Cabe resaltar a otro gran artista colombiano residente en París, Iván Argote, quien, además de hacer presencia en Venecia con una escultura monumental, presenta dos obras de gran escala en la decimoséptima Bienal de Lyon, que quedarán permanentemente instaladas en el evento.
Es reconfortante saber que estos talentos y sus obras son completamente colombianos y están haciendo presencia a nivel mundial, además de que muchos de esos trabajos llegaron a ser presentados fuera de Colombia por primera vez.
Apasionante y conmovedor es ver cómo a nivel mundial están siendo reconocidos y presentados nuestros artistas.
Si bien la prensa debe informar lo que pasa en los diferentes campos de la vida mundial, me gustaría que en Colombia resaltáramos con mas ímpetu las noticias positivas que hacen nuestros conciudadanos, tanto a nivel local como a nivel mundial. Somos gente con valor y energía que enfrenta con vigor las vicisitudes a las que cotidianamente estamos expuestos. Volvamos a lo prioritario...
La Fundación Cartier expone la trascendental obra de una maestra como lo es Olga de Amaral, montaje que muestra desde sus obras tempranas hasta las más recientes, en un escenario que invita a todos los visitantes de la Ciudad Luz a visitarla, siendo la primera gran retrospectiva de la artista en Europa. Su capacidad expresiva es alucinante por los colores y las texturas que emplea. Ella misma describe que vive el color. "Sé que es un lenguaje inconsciente y lo entiendo. El color es como un amigo, me acompaña", según está citado en la presentación de la exposición.
En el Museo De Pont, en Tilburgo (Países Bajos), la protagonista es la maestra Beatriz González, presentando la exposición 'Guerra y paz: una poética del gesto'. Esta exposición toma su nombre de dos obras monumentales que González elaboró a partir del anuncio de un acuerdo de paz con las Farc en 2016. Guerra y Paz son dos lienzos en los que la artista plasma ambas caras de la historia universal, pero desde una perspectiva muy colombiana.
No me sorprende, pues es merecido, que estas artistas aparezcan en innumerables medios de prensa y comunicación, hasta en carteles públicos.
Apasionante y conmovedor es ver cómo a nivel mundial están siendo reconocidos y presentados nuestros artistas, lo que tristemente contrasta con el hecho de que en eventos de tanta repercusión, como lo es una bienal, nuestro país no cuente con un pabellón propio, algo que se ha pedido a varios gobiernos, para así poder tener una presentación concentrada de los artistas que nos representan, siendo Colombia de los pocos países que no cuentan con ello. Ojalá el Gobierno pudiera gestionar este objetivo, que sería sin lugar a dudas un espacio maravilloso para rendirles homenaje a todos los talentos nacionales, además de fomentar el intercambio cultural entre países.
La Bienal de Venecia es para los artistas como un Nobel. Sin embargo, aún no hemos logrado una presencia más estructurada del arte colombiano allí. Creo que los artistas nacionales se merecen ese espacio. No podemos desfallecer, hay que trabajarle, debemos seguir promoviendo la idea para obtenerlo. Quisiera soñar en la próxima edición, en donde podría darse el cambio. Si se logra, será una gran noticia para la plástica de Colombia.