Cada vez son más los escenarios en los que se alza una voz para que se incluya el enfoque de género en la forma de hacer las cosas, y la reactivación económica del sector privado no es la excepción. El impulso de los liderazgos femeninos y de una visión más equitativa de las responsabilidades puede traer múltiples beneficios, no solo en inclusión, sino también en gestión.
Ya conocemos los estragos que la pandemia causó en el tejido empresarial. Si bien hoy vemos una recuperación de 5 % en empresas activas frente al dato de 2020, persiste una diferencia de -6 % frente a los niveles prepandemia. Esta necesidad de recuperación impacta directamente en el empleo y, por supuesto, al sexo femenino; una muestra de ellos es que 2021 cerró con la tasa de desempleo en 8,4 % para los hombres y 15,1 % para las mujeres.
Estas diferencias no se ven solo en la consecución de empleo; cuando las mujeres están trabajando, las brechas continúan. Según la última medición del Global Gender Gap, el país ocupó el lugar número 59 en el mundo y disminuyó 37 posiciones respecto a 2020 en la lista de los que mejor han avanzado en cerrar las brechas económicas y generales.
Asimismo, la Gran Encuesta al Empresariado de Bogotá y la región, realizada por la Cámara de Comercio de Bogotá, muestra que el porcentaje de cargos directivos ocupados por mujeres es del 21,8 % en empresas lideradas por hombres. Sin embargo, el mismo informe revela el ímpetu de las mujeres por ocupar mejores posiciones, pues el porcentaje de participación aumenta a 69,1 % en las empresas lideradas por mujeres.
Abrir espacios y cerrar brechas puede traer los beneficios económicos y sociales necesarios para concretar la recuperación económica tras la pandemia.
Definitivamente hay una gran oportunidad de cerrar brechas para ser una sociedad más incluyente, pero más allá de esto, los datos reflejan que los liderazgos femeninos traen consecuencias positivas en cuanto a gestión empresarial que podrían ser claves para la reactivación.
El 53,9 % de las empresas en las que las mujeres son las principales tomadoras de decisiones incluyen objetivos sobre equidad de género, en contraste con el 38,0 % de las lideradas por hombres. De igual manera, el 53,6 % de las lideradas por mujeres cuentan con protocolos para casos de acoso sexual, en contraste con el 38,9 % de las lideradas por hombres.
En cuanto a gestión financiera, el 62,1 % de las empresas que tienen a una mujer como propietaria venden entre 0 y 10 millones de pesos, en contraste con el 39,2 % de las lideradas por hombres. Por utilidades, el 70,4 % de las que tienen a una mujer como propietaria reportaron entre 0 y 10 millones, en contraste con el 53,7 % de las lideradas por hombres. Esto refleja el tamaño de las empresas en las que las mujeres han tenido la posibilidad de ejercer sus liderazgos, otro de los asuntos pendientes para un tejido empresarial más equitativo.
Son muchas las mujeres colombianas capacitadas y capaces de ejercer nuevos liderazgos empresariales; abrir espacios y cerrar brechas puede traer los beneficios económicos y sociales necesarios para concretar la recuperación económica tras la pandemia. La reactivación será mejor en la medida en que haya más mujeres tomando decisiones a la par de los hombres.
CAROLINA NIETO
* Gerente de Asuntos Corporativos de la Cámara de Comercio de Bogotá y directora del Comité de Comunicaciones de Women In Connection