Hace 20 años, cuando se conocieron los primeros informes científicos sobre la crisis climática, se elaboró un termómetro simbólico (0-2 °C) para medir la temperatura del calentamiento de origen humano. La ciencia advirtió que 2 °C era el límite máximo. Habíamos alcanzado 0,8 °C y debíamos hacer todos los esfuerzos colectivos (tratados internacionales, acciones de mitigación, etc.) para actuar sobre el problema.
Algunos científicos calcularon que de mantener el nivel de emisiones de carbono de acuerdo con las tendencias era probable que antes del año 2100 alcanzaríamos el umbral peligroso de los 2 °C. En 2018, un nuevo informe alertó al mundo: el umbral no era 2 °C sino 1,5 °C. No obstante, los planes de reducción de las emisiones reflejados en los acuerdos mantuvieron el viejo límite y no atendieron el llamado de la ciencia.
Hacia 2009 ya estábamos en 1,2 °C. Pues bien, la Organización Meteorológica Mundial reveló esta semana que hemos alcanzado 1,45 °C. Se consolidaron los datos de 2023 y se halló que este ha sido el año más caliente de los 174 de los que se tienen registros. Otro informe, de la Agencia Internacional de Energía, encontró que en 2023 aumentaron las emisiones mundiales de CO2. El nuevo récord es de 37.400 millones de toneladas año. Se explica por el déficit mundial de generación de energía hidroeléctrica debido a las sequías. Pero estas sequías también afectaron la salud mental según otro informe, publicado también este mes, por la Revista Internacional de Biometeorología.
El impacto específico del cambio climático en la salud mental incluye empeoramiento de la angustia psicológica, alteraciones del sueño, letargo y deterioro cognitivo, ansiedad, solastalgia, aumentos de la incidencia de trastornos mentales y aumento de la mortalidad por suicidio. El dato de 1,45 °C es una alerta global de la mayor gravedad, y los gobiernos del mundo deberían reaccionar aumentando la acción climática a niveles sin precedentes mediante acciones de gran escala. Me pregunto si las universidades tomarán en cuenta estos informes para explicar a los estudiantes el mundo en que vivimos.
Otrosí. Las colecciones de flora y fauna más importantes del país están en riesgo debido al inminente colapso del edificio 425 de la Universidad Nacional. El Gobierno Nacional debe actuar de manera urgente para salvar este patrimonio de incalculable valor científico.
MANUEL GUZMÁN HENNESSEY