Señor Director:
En EL TIEMPO del 19-3-2025 la columnista Juliana Mejía nos habla de inseguridad alimentaria, con graves implicaciones para la población del país, especialmente para los niños. De hecho, nos recuerda los efectos en menores mal alimentados. En su vida adulta, 4,6 puntos menos de coeficiente intelectual. Cinco años menos de escolaridad y 54 % menos de oportunidad salarial. Dice que en Colombia hay 19,2 millones con insuficiencia alimentaria... También lo dice la Nacho, por estudio con otras 11 universidades: 7 de cada 10 hogares no tienen a una alimentación sana. Juliana Mejía cita dos aportes a la solución. El Programa de Alimentación Escolar (PAE) y los bancos de alimentos.
El PAE es importante por su relación con la educación, pero ha sufrido por manejo politiquero en algunas partes. Los bancos de alimentos son importantes por el rescate de alimentos que se pierden. En total son 35 %.
Ahora tenemos una nueva gran oportunidad por la obligación que tiene el país de erradicación-sustitución de los cultivos de uso ilícito. Se debe hacer con productos para la seguridad alimentaria o pancoger. Este programa se debe fomentar con la economía campesina para relacionarla con el PAE, bancos de alimentos y todos los organismos que puedan ayudar a la transformación y mercadeo, en favor de la seguridad alimentaria.
Fidel Vanegas Cantor
¿Una asignatura más?
Señor Director:
Leyendo un artículo en ELTIEMPO.COM, encuentro que en el Congreso de la República discuten un proyecto de ley con el cual buscan crear una cátedra más, denominada Cátedra de salud emocional, motivado por las preocupantes cifras de acoso escolar, riñas en los entornos escolares, depresión, problemas de salud mental y el elevado número de intentos de suicidios en niños, niñas y adolescentes, lo cual es preocupante.
Sin embargo, creo que la solución no debe ser la de incluir otra asignatura, sino mirar y analizar lo que viene ocurriendo en las instituciones educativas, como son el hacinamiento en las aulas, la falta de recursos para impartir una educación más pertinente, falta de orientadores y coordinadores de convivencia, el exceso de actividades istrativas asignadas a los maestros, falta de tiempo para atender a padres y estudiantes y algo mucho más preocupante aún: la salud mental del maestro.
Como dice una investigación de la Universidad Javeriana: “Hay que cuidar a quienes nos enseñan, a través del ofrecimiento de programas y servicios especializados”. Un maestro sin una adecuada salud mental, no podrá atender los problemas de salud mental de sus estudiantes.
Profesor Henry Sarabia Angarita
El Foro del Lector no publica cartas abiertas ni dirigidas a un tercero. Las cartas no deben tener una extensión mayor de 200 palabras y estarán sujetas a edición por razones de espacio. En ellas se deben incluir la dirección y el teléfono del autor. Las cartas pueden enviarse por correo a la Dirección de EL TIEMPO, avenida calle 26 n.° 68B-70, Bogotá, D. C. Por fax, al número 294-0210 y por correo electrónico a [email protected].