SEÑOR DIRECTOR:
Una reflexión ante ‘el caso’ Ucrania vs. Rusia, que configura, viendo el número de fuerzas armadas de ambas partes -Rusia, 800.000 y Ucrania, 200.000-, que es una representación de la figura bíblica del enfrentamiento entre David y Goliat, ya que Ucrania prácticamente está derrotada desde antes si no recibe ayuda.
Entonces, ¿cuánto más falta para que la ONU, la OEA, mandatarios y líderes mundiales permitan el escalamiento de la invasión rusa a Ucrania con el asesinato de millones de civiles y soldados?
¿Qué están esperando? ¿Cuánta destrucción, hambre, desplazamientos, arrasamientos de ciudades, industrias, economía, cuántas vidas humanas saciarán a Rusia y a quienes lo permiten desde las tan cacareadas democracias que no han actuado para salvar a millones de seres humanos?
Sí, se habla del ‘cerco económico’... Y del humanitario, ¿quién se ocupa?
Cada vez iro más la sabiduría de Einstein, quien dijo: “No sé con qué armas se combatirá la tercera guerra mundial, pero sé que la cuarta será con palos y piedras”. Y la ñapa, mil veces demostrada: “La estupidez humana es infinita”.
Ilse Bartels L.
El Chocó, olvidado
SEÑOR DIRECTOR:
El Chocó siempre ha sido un departamento olvidado por el Gobierno central, no obstante ser rico en minería, biodiversidad y tierras fértiles. Es una pena que sean los grupos violentos los que dominen en muchas zonas de este territorio, siembren miedo o impartan autoridad. Todo por ausencia de Estado. Ese ambiente es aprovechado por las economías ilegales, que someten al pueblo con las armas.
El Chocó ha sido escenario de guerra. Es una triste y cruel situación que viene de lejos. Además, porque este departamento ha sido saqueado, y de allí también, la pobreza. Qué injusticia. ¿Qué haría usted con la situación de pobreza e inseguridad que se vive en Chocó? Les preguntaría yo a los candidatos. Esa respuesta diría mucho sobre su humanidad, capacidad de mando y visión de futuro.
José Francisco Piñeres
Otras consideraciones sobre el aborto
SEÑOR DIRECTOR:
EL TIEMPO (23-2-2022), en su editorial, califica como paso fundamental el hecho de despenalizar el aborto hasta la semana 24. Muchos de mis amigos están de plácemes, pero a mí me surgen varias dudas.
En la legislación anterior se justificaba por violación, malformación del feto y peligro para la vida de la madre. Las de ahora se basan en acabar con las prácticas clandestinas y disponer las condiciones para que la mujer, de manera libre e informada, pueda decidir sobre la finalización del embarazo. Pero tanto en esta ley como en la anterior persiste un vacío: en ningún momento se cita la responsabilidad del varón. También creo que se quieren erradicar problemas como el hambre, la pobreza, la ignorancia y la inequidad. Pero ¿no será mejor primero abordar estas falencias de la sociedad que son causa de este y muchos otros males, como la desnutrición infantil, que los condena a un bajo nivel intelectual, con sus predecibles consecuencias?
Fidel Vanegas Cantor