Ayuda a los más necesitados

Señor Director:

Muy preocupante el informe publicado el pasado jueves en este diario, en el cual se dice que el 8 por ciento de la población colombiana requiere de atención humanitaria. Pero más inquietante es que sean niños y adolescentes quienes están en riesgo por falta de atención en salud, nutrición, educación de calidad, higiene y hasta de agua limpia. Todo esto debiera ser preocupación de todos los colombianos, pero mucho más de los congresistas que hemos elegido para que solucionen este tipo de problemáticas.

¿Será que ellos no leen o no conocen este tipo de informes de un organismo como es la Unicef? ¿O será que andan más preocupados por atender las necesidades de los menos necesitados? Cuando se negó la adición presupuestal, ¿no tenían a mano la necesidad que plantea la Unicef de contar con 97,1 millones de dólares para atender dichas necesidades humanitarias?

Son muchos los problemas que aquejan a los colombianos, los primordiales el derecho a la vida, el derecho a la salud. Con gran preocupación escuchamos día a día, en los medios de comunicación, la falta que comete el Gobierno al no suministrar los medicamentos que nos permiten tener calidad de vida; se nos está sometiendo al túnel de la muerte; personas con procesos quirúrgicos urgentes no están siendo atendidas.

Si con la actual legislación estamos como estamos, ¿cómo será al aprobar la propuesta que está en proceso de legalización sobre la salud de los colombianos? Entristece ver cómo se cierran unidades de cuidados de neonatos, menos camas pediátricas, en general la baja calidad en la atención de nuestra niñez y adultos mayores, que se ven cada vez más desprotegidos.

¿A quién se le van a endilgar las muertes, o la sumatoria de las personas que quedarán lesionadas de por vida, por falta de los medicamentos vitales? Morir es un derecho natural que debemos asumir con la frente en alto, pero no violentamente cuando se nos somete al no suministrar lo más básico y fundamental, la salud.

Otra vez. Lo que le pasa a la Selección Colombia es el reflejo del país. Siempre faltan cinco para el peso, siempre alguien falla, se desconcentra. ¿Recuerdan lo que nos pasó en la Copa América contra Argentina? Y eso que en la Selección parece haber unidad, ganas de remar coordinados, sin odios ni celos. Duelen derrotas como la ocurrida contra Brasil, porque el fútbol es de lo poco que hoy nos convoca y nos sube los ánimos. La Selección es un bálsamo, es un alivio, en medio de tanta tragedia. Lo bueno es que la esperanza vuelve en cada partido.