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Noticia
Aviones espía de EE. UU. generan polémica en México ¿inteligencia secreta o reconocimiento?
Las aeronaves identificadas incluyen modelos especializados en intercepción de comunicaciones.
El RC-135 Rivet t y el U-2, este último un avión espía diseñado en la Guerra Fría. (Foto de referencia). Foto: . EFE/EPA/Maxim Shipenkov
El Gobierno mexicano ha confirmado la autorización de al menos dos misiones de reconocimiento del Pentágono en las últimas semanas, en medio de reportes que sugieren un aumento significativo en la vigilancia militar de Estados Unidos sobre el narcotráfico en la frontera. La controversia crece mientras fuentes estadounidenses aseguran que se han realizado al menos 18 vuelos de inteligencia en la región, lo que genera sospechas sobre posibles labores de espionaje.
El secretario de la Defensa Nacional del país centroamericano, Ricardo Trevilla, itió que el 31 de enero y el 3 de febrero se llevaron a cabo vuelos de aviones estadounidenses cerca del espacio aéreo mexicano. Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de que estas misiones tuvieran fines de inteligencia. "No lo podemos descartar, porque no sabemos qué es lo que hicieron", declaró el funcionario.
Hasta ahora, la posición del gobierno de Claudia Sheinbaum había sido minimizar los sobrevuelos y descartar actividades de espionaje. Pero las recientes declaraciones de Trevilla marcan un cambio en la postura oficial. Aunque el general aseguró que los vuelos cumplieron con la normativa internacional y no ingresaron a territorio mexicano, evitó adelantar conclusiones sobre el tipo de información que pudieron haber recabado.
Diferencias entre México y EE. UU. sobre la cantidad de vuelos
La cadena CNN, citando fuentes del Pentágono, informó que en un periodo de 10 días se realizaron al menos 18 misiones de vigilancia, un número inusualmente alto comparado con el promedio histórico de un vuelo mensual en la región. En contraste, el Gobierno mexicano solo reconoce dos.
Las aeronaves identificadas incluyen modelos especializados en intercepción de comunicaciones y recopilación de imágenes, como el RC-135 Rivet t y el U-2, este último un avión espía diseñado en la Guerra Fría. Además, se han detectado misiones de aviones P-8 Poseidon, que pueden recolectar señales de inteligencia y rastrear embarcaciones en el océano.
Las aeronaves identificadas incluyen modelos especializados en intercepción de comunicaciones. Foto:AFP
El momento de estos vuelos ha llamado la atención, ya que coinciden con la decisión del Gobierno de Sheinbaum de desplegar 10.000 militares en la frontera como parte de un acuerdo con Donald Trump para frenar el tráfico de fentanilo y la migración irregular. A cambio, Washington pospuso la imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos.
Este aumento en la actividad militar estadounidense refleja la política de Trump de reforzar la seguridad en la frontera y presionar a México en la lucha contra el narcotráfico. Como parte de esta estrategia, el presidente de EE. UU. ha insistido en designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que podría abrir la puerta a intervenciones militares directas.
¿Un nuevo enfoque en la lucha contra el narcotráfico?
El incremento de la vigilancia aérea sugiere un mayor protagonismo de las Fuerzas Armadas de EE. UU. en las operaciones contra el crimen organizado, un cambio respecto a la tradicional cooperación con agencias de seguridad como la DEA. Según CNN, algunos funcionarios en Washington temen que estos vuelos sean el primer paso para identificar objetivos militares en territorio mexicano, lo que podría generar un conflicto diplomático con el Gobierno de Sheinbaum.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Foto:AFP
Por ahora, el Ejército mexicano ha tratado de mantener la calma, asegurando que estos sobrevuelos no afectan la cooperación bilateral en materia de seguridad. No obstante, la posibilidad de que EE. UU. busque justificar incursiones militares bajo el pretexto de combatir a los cárteles sigue siendo una de las principales preocupaciones de México.
Se espera que en marzo Trump y Sheinbaum sostengan una conversación para evaluar el estado del acuerdo fronterizo y definir el futuro de la relación entre ambos países en materia de seguridad y comercio.