‘Es un error decir que certificación de Colombia en lucha contra las drogas está garantizada’: embajador en EE. UU.

Aunque Colombia merece la certificación en la lucha contras las drogas, la decisión, en manos ahora de la nueva istración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no está asegurada.

A grandes rasgos, ese fue el mensaje que trasmitió el embajador colombiano en Washington, Daniel García-Peña, durante una rueda de prensa convocada para hablar de la “ofensiva” que viene realizando el Gobierno para preservar el apoyo de Estados Unidos en la lucha contra las drogas y asegurar que no se le “castigue” con una descertificación en los próximos meses.

García-Peña dio las declaraciones acompañado por el director de la Policía Nacional, Carlos Fernando Triana, y Gloria Miranda, directora del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (Pnis), funcionarios del gobierno de Gustavo Petro que llegaron esta semana a Washington para reforzar el mensaje.

“Sería un error inmenso decir que (la certificación) está garantizada, pero decir que está peligrando tampoco. Creo que hay un reconocimiento a Colombia, de demócratas y republicanos, por lo que hemos hecho. Y creo que hay elementos para pensar que, si se escucha el mensaje y se juzga a Colombia por lo que ha hecho, merecemos la certificación, sin duda alguna. Colombia es el país en el mundo que más ha hecho en la lucha contra el narcotráfico. Eso es contundente”, dijo el embajador.

Según García-Peña, si bien todavía faltan varios meses para la decisión (que suele conocerse antes del 15 de septiembre) y la istración Trump aún está en proceso de integrarse, el Gobierno está anticipándose al momento con este tipo de visitas informativas dirigidas a diversos estamentos como el Departamento de Estado, la DEA, la CIA y el Congreso.

“El compromiso del Gobierno Petro sigue siendo atacar el problema del narcotráfico, pero desde un punto de vista sostenible y que dure en el largo plazo. Esto implica que la disminución de hectáreas no se centre en la erradicación forzosa, sino en la transición sostenible de las comunidades campesinas hacia economías lícitas. Esto con el fin de evitar errores del pasado, que es centrarse únicamente en la consecuencia y no en la causa”, dijo por su parte Miranda.

De acuerdo con la funcionaria, el objetivo del Gobierno es hacer un uso eficiente de los recursos, “tanto de Colombia como del Gobierno estadounidense” para abordar estructuralmente el fenómeno.

Según Miranda, pese a que puede haber diferencias, hay muchas coincidencias con una istración Trump cuyo eje circula en torno a la seguridad y prosperidad de su país.

“Si Estados Unidos apoya a Colombia, eso es un gran incentivo y ayuda para que se irrumpa el flujo financiero de las organizaciones criminales que amenazan la seguridad de ambos países. Esta visita es un esfuerzo del Gobierno colombiano por seguir tendiendo puentes con Estados Unidos, para seguir manteniendo la cooperación bilateral en beneficio de ambos países”, afirmó Miranda.

Los funcionarios destacaron cómo gracias a los esfuerzos de interdicción se han decomisado más de 1.000 toneladas métricas de coca que hubiesen representado mil millones de dosis de cocaína en las calles de Estados Unidos y más de 5.000 millones de dólares en ganancias para las organizaciones criminales.

García-Peña fue claro, eso sí, en que espera recortes en la asistencia que Estados Unidos le da al país y que, dijo, están asociados a un cambio de prioridades y ajustes presupuestales internos.

“Es algo que nos preocupa -afirmó García-Peña- porque la ayuda de Estados Unidos es clave y ojalá se mantenga. Pero no podemos olvidar que la gran mayoría de los recursos que se usan para combatir el problema los pone Colombia”.

El tono algo positivo de García-Peña frente a la certificación contrastó un poco con el ambiente que se respira en esta capital donde casi que se da por descontado una descertificación a la luz de los pobres resultados en materia de erradicación y el incremento exponencial de los cultivos ilícitos en los últimos años.

Y de las declaraciones del propio presidente Petro este lunes durante un Consejo de Ministros en el que sugirió que Estados Unidos quería forzarlos a fumigar o, de lo contrario, serían descertificados.

“Nos van a decir que fumiguemos, si no, no nos certifican. Fumigar es matar a los campesinos. Y más guerra, y más guerra en Colombia, y más narcotráfico y más migración a Estados Unidos. Están construyendo una mala política. Es una política de dominación, no de compañeros”, dijo el mandatario.

SERGIO GÓMEZ MASERI

Corresponsal de EL TIEMPO

Washington