De acuerdo con el Departamento istrativo de la Función Pública, el proceso de rendición de cuentas se entiende como una obligación de las entidades de las ramas Ejecutiva, Judicial y Legislativa de informar, dialogar y dar respuesta a las peticiones y necesidades de la ciudadanía, organizaciones y otros grupos sobre la gestión realizada, los resultados de sus planes de acción y el respeto, garantía y protección de los derechos.
La rendición de cuentas se hace idealmente en cinco etapas, resalta Función Pública, para que sus resultados sean más contundentes y se consolide como un proceso dentro de la organización.
En primer lugar está el aprestamiento, que consiste en actividades de identificación del estado actual de rendición de cuentas, capacitación, y organización del trabajo del equipo líder.
Luego está la etapa de diseño, que es cuando se concreta cómo se hará el proceso de rendición de cuentas. Es ideal que esta fase cuente con procesos participativos para definir las actividades, responsables, tiempos y recursos en todas las fases del proceso. En esta etapa se incluye también el diseño de la estrategia de relacionamiento y comunicaciones para la rendición de cuentas.
El tercer paso es la preparación y consiste en disponer los recursos, documentos, compromisos, entre otros, que serán utilizados en la etapa de ejecución. Es decir, tener presentes las condiciones y actividades necesarias para la rendición de cuentas como: generación y análisis de la información, elaboración del informe de gestión para la rendición de cuentas, diseño de los formatos y mecanismos para la publicación, difusión y comunicación permanentes y la capacitación de los actores interesados para la rendición de cuentas.
El cuarto momento es la ejecución, que es cuando se pone en marcha la estrategia de rendición de cuentas de acuerdo con las actividades definidas. Este es el momento en el cual se ejecutan las acciones de publicación, difusión y comunicación de información, así como el desarrollo de espacios de diálogo con la participación de los ciudadanos.
La última etapa es la evaluación y seguimiento de la estrategia de rendición de cuentas, que se inicia y finaliza con la elaboración del autodiagnóstico, que brinda las bases para definir los indicadores y evidenciar el avance anual de los mismos en una entidad.
Esta etapa también incluye entregar las respuestas escritas a las preguntas ciudadanas dentro de los 15 días posteriores a su formulación en el marco de la rendición de cuentas. Las respuestas también deben ser publicadas en la página web o en los medios de difusión oficiales de las entidades.
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