En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
¿Cómo eligen los narcotraficantes sus mansiones? Estudio lo explica
Mansiones de los Castaño, ‘El Chapo’ Guzmán y Rodríguez Orjuela tenían características especiales.
La casa Montecasino, ubicada en Medellín, pertenecía a los hermanos Castaño y en ella se planificaba la muerte de 7.000 personas. Según quienes visitan el lugar se pueden escuchar pisadas fuertes y una "energía pesada. Foto: Guillermo Ossa / EL TIEMPO
El narcotráfico es una de las actividades ilícitas que esconde numerosos elementos. La venta de drogas constituye toda una cadena en la que los criminales piensan muy bien los sitios para producir las sustancias, la manera para transportarlas sin ser detectados por las autoridades y las inversiones que realizan con sus ganancias.
Juan Carlos Montero, Sioli Rodríguez, Ómar Campos y Luis Rodríguez, investigadores de la Universidad del Rosario, se dieron a la tarea de analizar este campo desde la perspectiva territorial.
El estudio Arquitecturas, espacios y territorios del tráfico ilícito de drogas en Colombia y México, publicado en el portal científico SAGE Journals, describe los espacios utilizados por los narcos para traficar: cultivos, laboratorios, sistemas de transporte (barcos, aviones, túneles, etc.), campamentos, bodegas, casetas de vigilancia y, finalmente, las mansiones y haciendas.
Estos últimos espacios son denominados por los investigadores como “las casas de los líderes de las organizaciones narcotraficantes”.
La propiedad está conformada por tres predios: uno de 23.330 metros cuadrados, otro de 4.184 y otro de 2.459. Foto:Guillermo Ossa / EL TIEMPO
Muchas de ellas “son suntuosas, reflejando la narcocultura y el enorme poder adquisitivo de los narcotraficantes”, se lee en el estudio. Su construcción está determinada de acuerdo con lo que desea manifestar el propietario: reafirmar su presencia u ocultarse.
Si se trata de mostrar poderío, los criminales optan por inmuebles grandes con un sinfín de excentricidades. En ese sentido, Montero y su equipo tomaron como ejemplo la mansión Montecasino, ubicada en el exclusivo sector de El Poblado, en Medellín, que fue residencia de los hermanos Fidel, Carlos y Vicente Castaño, precursores del paramilitarismo en el país.
Fachada de una de las construcciones de la mansión Montecasino, la cual sonó para que allí se estableciera la estación de Policía de El Poblado, en Medellín. Foto:Guillermo Ossa / EL TIEMPO
“La casa tenía un baño con dos tinas, una de ellas de oro; un escondite detrás de una de las tinas; una caja de seguridad escondida tras una doble pared (…); cuartos de tortura; un laboratorio de procesamiento de cocaína y una fachada que imitaba a la Casa de Nariño, residencia del presidente de Colombia”, señaló la investigación.
Los 33 mil metros cuadrados, sumado a su ubicación privilegiada, “aseguraban el desarrollo inadvertido de actividades ilícitas”.
En cambio, si el narco prefiere pasar desapercibido, elegirá una casa de seguridad, algo menos extravagante para evitar prender las alarmas de las autoridades. El inmueble lo dota de “un amplio equipo de vigilancia y vías de escape”.
Como referente, los estudiosos mencionaron la casa de Gilberto Rodríguez Orjuela, en Cali, la cual tenía escondites, una amplia visual -seguramente para sus escoltas personales-, y dos salidas para los carros.
Casa en la que Orejuela se escondió, minutos antes de ser capturado. Foto:Archivo
También reseñaron la casa de Joaquín Guzmán Loera, conocido como ‘El Chapo’ Guzmán, que estaba en Durango, México, en medio de una sierra y que lo salvó de ser capturado en octubre de 2016.
“Tenía una pista de aterrizaje privada y puestos de vigilancia en los picos de las montañas que permitían a los ocupantes ver y escuchar las aeronaves que se aproximaban. El por tierra era difícil y la casa estaba ubicada cerca de un bosque con un camino que conducía a un arroyo, lo que facilitaba el ocultamiento y la huida”, escribieron.
Vale decir que esta es solo una parte de la investigación, pues como se mencionó al principio, el artículo analiza los espacios utilizados por los narcotraficantes para producir y comercializar la droga.
“Las organizaciones de narcotraficantes no dan por sentado el espacio, sino que han desarrollado un pensamiento espacial sofisticado y táctico para producir, ocultar, proteger y entregar sus productos, ellos mismos y todas las actividades de apoyo necesarias para traficar”, concluyeron.