Los medios de comunicación siguen en deuda a la hora de informar sobre violencia contra las mujeres, según el primer informe del Observatorio de Género y Medios de la Universidad Central y la campaña No Es Hora De Callar. Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de EL TIEMPO Casa Editorial, fue lanzada este miércoles en Bogotá.
En el lanzamiento del observatorio se entregó el informe sobre la función que cumplen los medios de comunicación en la construcción del relato sobre el feminicidio en Colombia.
Los investigadores, estudiantes y profesores de la facultad de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Central y el equipo de No Es Hora De Callar analizaron las publicaciones de 20 medios de comunicación entre marzo de 2015 (cuando fue sancionada la Ley 1761 contra el feminicidio) y septiembre de este año.
Se revisaron 1.300 notas de prensa con casos de feminicidio, de las cuales se identificaron 1.009 casos. 241 fueron en grado de tentativa. El informe cuestiona que el 90 por ciento de las notas periodísticas “no tienen seguimiento ni una investigación sobre el proceso judicial. La mayoría de los casos se publican sin citar fuentes”.
La mayoría de los casos se publican sin citar fuentes
“Se vislumbra que los medios de comunicación, por medio de expresiones como: crimen pasional, celos e infidelidad, ponen el foco en la posible causal del delito y no en el acto feminicida, llegando incluso a legitimar los hechos”, señala el informe.
Agrega que en 897 casos hubo revictimización por parte del periodista. “La revictimización se presenta en el no uso, o el uso incorrecto del concepto de feminicidio, en entrevistas malintencionadas de familiares, en la legitimización de la violencia bajo actos de suicidio, celos, infidelidad, entre otros, y la publicación de detalles personales de las víctimas”, señala el documento.
Además, se encontró en los registros de prensa que, entre el primero de enero y el 30 de septiembre de 2017, se registraron 345 tentativas de feminicidio. Sin embargo, se cuestiona que no hubo seguimiento del estado de la víctima y que no se consultaron expertos.
La periodista Jineth Bedoya Lima, quien lidera la campaña No Es Hora De Callar, indicó que los hallazgos de la investigación demuestran que no se está informando como se debe. “Seguimos cometiendo los mismos errores del pasado: hablar de crimen pasional y echarle la culpa a la víctima. Decir que la mujer de alguna manera incentivó que ocurriera eso y justificar estas acciones”, indicó, al tiempo que invitó a los jóvenes a hacer parte del observatorio.
“La responsabilidad de buena información y de buenas herramientas pedagógicas es importante, y vamos a tomar acciones frente a eso”, agregó.
Seguimos cometiendo los mismos errores del pasado: hablar de crimen pasional y echarle la culpa a la víctima
Rafael Santos Calderón, rector de la Universidad Central, señaló que se debe trabajar en la formación de los periodistas y que esa es una de las razones del nacimiento del observatorio.
“Hay que ser muy responsables cuando se presenten casos de violencia de género. El observatorio, además de un seguimiento a las notas, hará un trabajo en la formación de periodistas para que no se cometan errores. Que no se revictimice a la mujer y a las víctimas”, agregó. En marzo se entregará la segunda parte del informe.
El evento contó con la participación de Julissa Mantilla, experta en género y postulada como jurista extranjera ante la JEP, quien sostuvo que el feminicidio es una muerte evitable. “La pregunta pertinente es qué estamos haciendo para enfrentarlo. Hay una ruta de denuncia en la que la mujer alerta sobre el peligro de su vida y algo falla en la ruta”, cuestionó.
Asimismo, Mantilla cuestionó que en los medios de comunicación sigan en el error de considerar las muertes “un crimen pasional”, lo que, asegura, genera más violencia e impunidad.
En el conversatorio participaron Kelly Méndez Laverde, sobreviviente de un intento de feminicidio el 23 de noviembre de 2014; Gustavo Adolfo Grueso, quien perdió a su hija Tatiana Andrea Grueso en mayo de 2015 y Edith Rocío Garzón, hermana de Marcela Garzón , asesinada por su esposo. Sus relatos de dolor y de impotencia estremecieron a los asistentes. Todos coincidieron en lo mismo: la impunidad, la demora de la justicia y cómo los medios hacen señalamientos y revictimizan lo que han vivido.
“Nadie se pregunta qué sigue para un padre que tiene que ver al asesino de su hija. Tatiana era mi única hija mujer y debo soportar la mirada de compasión de mis hijos”, contó entre lágrimas Gustavo Grueso. Su hija Tatiana Andrea, de 22 años, fue asesinada por Diego Murillo, su pareja.
“Parece que el Estado quisiera callarnos, y esa es ahora nuestra lucha. Es nuestra lucha por que se haga justicia, y no me da miedo que me amenacen. Se necesitan ejércitos para proteger a las mujeres”, dijo.
Kelly Méndez Laverde fue atacada por su exnovio Yerson Osvaldo Neva, condenado a solo 8 años de prisión porque fue tipificado como intento de homicidio y no de feminicidio.
“Una persona que decía amarme, respetarme y querer lo mejor para mí, un día coge un cuchillo y me lo clava de la manera más cruel en el pecho. Tengo dos cicatrices marcadas en mi cuerpo y un golpe en la cabeza. Tuve la fuerza de tomar la decisión de no callar”, relató.
Parece que el Estado quisiera callarnos, y esa es ahora nuestra lucha. Es nuestra lucha por que se haga justicia
“Yo no le tengo miedo a Yerson. Aprendí a ser sobreviviente y enfrentarlo en juicio”, agregó Kelly. En el conversatorio hizo un llamado para que las entidades mejoren la ruta de atención a mujeres que denuncian hechos de violencia.
Marcela Garzón Pinzón, de 37 años, fue asesinada por su pareja el 23 de mayo de este año. Su hermana, Edith Rocío Garzón, se hizo cargo de sus cuatro sobrinos. “Fue un crimen atroz. Es difícil la lucha contra el Estado, pero arriba hay un Dios que todo lo ve”, dijo Edith. El viernes, en los juzgados de Paloquemao, se hará la audiencia contra el agresor.
“Muchas veces intentan silenciar nuestra voz, pero quienes hemos sido víctimas sabemos qué es haber afrontado la violencia, qué es sobrevivir, qué es ser perseguido y qué es estar en la impunidad. Acá estamos para apoyarnos”, les dijo Bedoya a las mujeres que han sido víctimas de violencia.
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