El entretelón de la posesión del nuevo presidente y vicepresidente de la JEP

La Jurisdicción Especial para La Paz (JEP) tiene ahora nuevo presidente en propiedad. El magistrado Alejandro Ramelli tomó posesión este 5 de noviembre, luego de ser elegido, en días pasados, por la Sala Plena de este tribunal, para tomar sus riendas durante los próximos dos años. El magistrado José Miller Hormiga también comenzó a ejercer como vicepresidente de esta Corte.

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Cinco funcionarios del alto Gobierno hicieron presencia en el evento de posesión, en la sede de la JEP, en Chapinero, Bogotá. Una de las caras más visibles fue la del alto comisionado Otto Patiño. También estuvieron los ministros de Cultura, Juan David Correa, y de Justicia, Ángela María Buitrago, así como la directora de la Unidad para la implementación de los acuerdos, Gloria Cuartas, y la superintendente de Industria y Comercio, Cielo Runsinque.

Unos 33 de los 38 magistrados de la jurisdicción acompañaron la ceremonia. Los ausentes, en su mayoría, se encontraban en licencia istrativa. El edificio, así como el auditorio donde hicieron el juramento los magistrados, fueron previamente armonizados por el vicepresidente electo, José Miller Hormiga, indígena tororó, quien dirigió el ritual simbólico.

En un primer momento la palabra la tuvieron las víctimas, quienes destacaron la labor de la jurisdicción durante sus seis años de camino como órgano de la justicia transicional, e hicieron un llamado a la unidad, especialmente entre la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) -que es la ‘fiscalía’ de este tribunal- y la magistratura. “Las víctimas no podemos seguir sintiendo que van por lados diferentes”, dijo Aura Camargo, lideresa social.

Posteriormente, el nuevo cuerpo directivo hizo sus votos. “Quiero decirle al magistrado Ramelli y a la Jurisdicción que yo aportaré desde mi esencia indígena (…) desde mi perfil, apoyaré y propiciaré el diálogo social y comunitario que requiera este tribunal; el diálogo interno y el diálogo externo con la comunidad internacional. El mensaje que debemos transmitir es el de continuidad, porque debemos construir sobre lo construido en estos seis años”, enfatizó el vicepresidente Hormiga.

Por su parte, el nuevo presidente de la JEP, magistrado Alejandro Ramelli, se enfocó en el balance y las proyecciones de esta Corte. “En el contexto de la justicia restaurativa ha sido posible lo impensable (…) este es un duro proceso que termina siendo, quizás, más importante que las sentencias y las condenas. Por primera vez en la historia, las víctimas han participado masivamente de los procesos judiciales. Ellas nos han marcado el camino”, subrayó como puntos positivos. Y agregó como retos: “cumplir con la estricta temporalidad de la JEP. Debemos respetar el debido proceso de los comparecientes y al tiempo tener en cuenta las necesidades de las víctimas que piden una verdad exhaustiva”.

El nuevo periodo estará marcado por las peticiones de celeridad de las víctimas y la opinión pública, que están a la espera de la primera sentencia. Así mismo, se están llevando a cabo los planes pilotos de justicia restaurativa, que son los proyectos de aplicación de las sanciones propias, y que han recibido reparos por no llenar las expectativas de algunos colectivos frente a la reparación esperada.

“Para cumplir con las sanciones esperamos que el Gobierno ejecute el Plan de Desarrollo. Nuestros fallos contemplan una sanción propia, pero esta debe ser realizable. Y para ello necesitamos contar con los recursos necesarios y la articulación institucional”, recalcó el nuevo presidente de la JEP.

Una de estas demoras y quebrantos institucionales tiene que ver con el traslado de expedientes que aún tiene la Fiscalía de algunos de los actores del conflicto que son competencia de la JEP.

Además, los nuevos presidente y vicepresidente llegan en un momento de tensión con los comparecientes de las antiguas Farc, quienes radicaron un recurso jurídico exigiendo una única resolución de conclusiones para concluir con las investigaciones específicas que adelanta la jurisdicción. “Se está recolectando la información de las diferentes salas para dar una respuesta unificada a esta solicitud”, dijo el presidente Ramelli.

Ambos magistrados concluyeron su tarea para los próximos dos años en los siguientes puntos: fortalecer los vínculos con los actores internacionales e internos, dar resultados de alto impacto en todos los macrocasos -especialmente en el 09, que investiga los crímenes contra pueblos étnicos, y en el 11, que investiga la violencia sexual- y determinar una sentencia pronta.

“Reiteramos nuestro compromiso con las víctimas. Es importante ponerlas en el centro. La decisión final no es el resultado, hemos tenido resultados en el camino, como el establecimiento de verdades, la búsqueda de personas desaparecidas y las reconciliaciones”, concluyó el vicepresidente Hormiga.

Redacción Justicia