Salvatore Mancuso, el exjefe de las Auc que buscará cumplir la misión de gestor de paz encomendada por el presidente Petro

Salvatore Mancuso Gómez, considerado como uno de los exjefes paramilitares más temidos de Colombia, acaba de salir de la cárcel de La Picota de Bogotá en donde estuvo recluido desde finales de febrero pasado, tras llegar a Colombia para cumplir la misión de ser uno de los gestores de paz del Gobierno del presidente Gustavo Petro.

Conocido como uno de los señores de la guerra en Colombia por haber liderado varias incursiones violentas, masacres, despojos de tierras y decenas crímenes, en varios municipios de la costa atlántica y Antioquia, Mancuso estuvo preso en Estados Unidos por un lapso de casi 16 años tras pagar una condena por narcotráfico.

‘Santander Lozada’, ‘Manuel’ o ‘el Mono’, como también se le conoció en la guerra, proviene de una familia acomodada Montería, Córdoba, de ascendencia italiana, que tuvo gran reconocimiento en la zona como ganadera.

De acuerdo con cifras de la Fiscalía General de la Nación, Mancuso ha sido identificado como el responsable de más de 24 mil delitos.

Solo en abril de 2023, una acusación de Justicia y Paz lo señaló de su supuesta participación en 4.071 crímenes que dejaron 6.552 víctimas en Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena, Santander, Sucre y Antioquia.

“En el año de 1993, Mancuso Gómez comenzó a financiar las operaciones de un grupo armado denominado como ‘Caramelo’ con recursos propios, proveniente de sus actividades lícitas, entre ellas, la ganadería y la agricultura, el apoyo financiero era espontáneo y voluntario por parte de muchos ganaderos de la región, por el beneficio y resultado en seguridad que les ofrecía. Para la época de 1994, aumenta la seguridad en la zona donde se encontraba su finca “Campamento”, debido a su habilidad para la instalación de antenas, logro la ubicación de una antena repetidora en la Base Militar de Tierra alta, Córdoba”, se lee en uno de los documentos de Justicia y Paz.

La infraestructura y organización que Mancuso logró imprimir en los ganaderos de Córdoba, llamó la atención de los hermanos Castaños, quienes hacían presencia en la margen izquierda del Río Sinú, al punto que fue llamado para que se uniera a ellos y así unificar criterios y establecer la estrategia para consolidar las autodefensas, específicamente en la zona.

De esa manera cuenta el propio Mancuso que “a finales de 1994 fueron creadas por los Castaños las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu) y reemplazamos al Estado en sus funciones, pues nuestra lucha política nos llevó a eso”.

Para finales de 1996, después de los combates sostenidos con los grupos subversivos de Farc y EPL, en la zona del Nudo de Paramillo, Mancuso repliega a estos grupos guerrilleros y consolidan su poder en esta zona del país, ejerciendo un control sobre la misma, situación por la cual llega hasta los campesinos que en principio estaban bajo las órdenes de los grupos guerrilleros y comienza este grupo paramilitar, bajo las órdenes de los hermanos Castaño a comprarles la base de coca, para venderla a algunos narcotraficantes.

Las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), en cabeza de Carlos Castaño, que surgieron en 1997, empiezan a pensar en una negociación con el Gobierno, luego de aparecer el nombre de la organización en la lista de Grupos terroristas del Mundo, después del episodio de las Torres gemelas en EE. UU.

En mayo de 2.002 Carlos Castaño renuncia a la Dirección Política de las Auc; esto hizo que Mancuso tuviera posibilidad de manejar los hilos políticos del grupo paramilitar.

“La organización comenzó a tocar puertas y a penetrar la clase política tratando de buscar apoyo para un eventual proceso de paz. Un episodio inesperado ocurre, Carlos Castaño desaparece cerca de la finca El Guadual, de Santa Catalina, San Pedro de Urabá, Antioquia, al parecer por un atentado, su cuerpo fue recuperado y entregado a la Fiscalía. Tras la desaparición de Castaño, Mancuso sigue en su afán por llegar a un proceso de paz con el gobierno y por primera vez el 15 de julio de 2.003, apareció en público en Ralito, corregimiento de Tierralta Córdoba, después de que se hubiera firmado el acuerdo de Santafé de Ralito en diciembre de 2002”, se lee en otro documento de Justicia y Paz.

Pero el 10 de diciembre de 2004, en la finca Brisas del Sardinata, corregimiento Campo Dos, municipio de Tibú (Norte de Santander), se realizó la desmovilización del bloque Catatumbo, siendo el primer miembro y comandante en desmovilizarse, junto con 1.433 de ese Bloque, a fin de iniciar proceso istrativo y posteriormente iniciar con el proceso judicial.

Mancuso, fue extraditado el día 13 de mayo de 2008, junto a otros 12 paramilitares, al Distrito de Columbia, de los Estados Unidos, por el delito de concierto para fabricar y distribuir 5 kilogramos o más de cocaína, con la intención y a sabiendas de que la cocaína se importaría de manera ilegal a los Estados Unidos.

Finalmente, Mancuso regresó a Colombia en febrero pasado con un polémico nombramiento como ‘gestor de paz’, con la inconformidad de miles de víctimas que le siguen reclamando verdad y reparación y con decenas de procesos aún pendientes, tanto en Justicia y Paz –la jurisdicción que investigó a los exparamilitares que negociaron la paz con el gobierno de Álvaro Uribe— como en la justicia ordinaria.

Se espera que Mancuso se se mvilice a Medellín, desde donde espera que se le defina la figura de gestor de paz, toda vez que las funciones bajo esa figura aún no están claras. 

Aunque el 14 de agosto del año pasado el Gobierno lo nombró gestor de paz para, entre otras, contribuir “con su conocimiento y experiencia al diseño de programas de desarme colectivo de los grupos ilegales que actúan en todo el territorio nacional, priorizando las zonas donde ejerció su actividad criminal”.

Y en una carta entregada por sus abogados a finales de febrero pasado, Mancuso  ofreció su gestión para colaborar en los acercamientos con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, como ahora se hacen llamar los integrantes del ‘clan del Golfo’ del extraditado capo ‘Otoniel’ y de las Autodefensas Conquistadores de la Sierra, que fue lo que quedó tras la desmovilización del grupo de Hernán Sierra ‘el Patrón’, quien también pagó pena por narcotráfico en Estados Unidos y fue expulsado de Justicia y Paz por incumplir sus compromisos.

Aunque Mancuso, que se sepa, no tiene relación o ascendiente sobre las organizaciones ilegales que han pedido pista en la ‘paz total’, si bien es claro que algunas de ellas tuvieron sus orígenes en los antiguos grupos paramilitares que él comandaba.

Recordemos que el exjefe paramilitar tiene restricciones en la movilidad y básicamente no podrá ir a las zonas en las que delinquió.

JESÚS BLANQUICET

Redacción Justicia

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