El primer semestre del 2024 arrojó un aumento del 28 % en denuncias por extorsión

La grave denuncia conocida esta semana por ganaderos y comerciantes de Santander sobre supuestos casos de extorsión por parte del Eln tienen en alerta a las autoridades en varias zonas del país, por el incremento de estos casos.

Pese a que las autoridades afirman que el Eln no opera en Santander, los habitantes de la provincia de García Rovira aseguraron que este grupo envía citaciones a ganaderos y comerciantes para que se dirijan a la vereda Chamacá, un sector que queda en límites entre Santander y Boyacá, para que sean extorsionados. 

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Según el gobernador Juvenal Díaz, hay pruebas de que esto está sucediendo y se desconoce si este tipo de extorsión haya parado en la región, pero lo han puesto en conocimiento en la mesa nacional del diálogo.

“No podemos permitir que el Eln se nos meta a García Rovira, tenemos que advertirlo y lo hacemos a quien corresponde que sea la mesa de diálogo”, dijo el gobernador.

El mandatario aseguró que desde abril se realizó un operativo con el Ejército en el que exterminó prácticamente la presencia de subversivos que pretendían incursionar con acciones delictivas en la región.

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Mientras las autoridades investigan los hechos denunciados, estadísticas del Ministerio de Defensa dan cuenta de que el delito de extorsión entre enero y junio de este año ha registrado 5.947 casos, lo que significa un aumento del 28 por ciento frente al mismo semestre del 2023, cuando hubo 4.644 casos.

Sin embargo, la cifra de este primer semestre representa la más alta en los últimos 10 años, luego de que en 2022 se presentaron 3.911, en 2021 hubo 3.542; en 2020, 3.086; en 2019 hay registros de 4.406 casos; en 2018, 3.630; en 2017, 3.140; 2016 con 3.075 y 2015 con 3.629. En lo corrido de este año, el mes en el que más se registraron casos fue mayo, con 1.248, seguido de marzo, con 1.064, y abril con 1.061.

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En cuanto al resto del país, la situación en Barranquilla y el Atlántico es crítica, según autoridades, por este delito, lo cual ha llevado a que comerciantes adelanten varias manifestaciones. Esta semana, el personal de salud que labora en los barrios Rebolo, La Chinita, La Luz, El Ferry y Las Nieves se convirtió en víctima de amenazas extorsivas.

El documento anónimo, dirigido específicamente a médicos, enfermeros y fisioterapeutas que trabajan en entidades como la IPS Previsalud y EPS del sector, les advierte sobre una supuesta vigilancia constante y la amenaza de atentados contra sus vidas si no acceden a pagar extorsiones que podrían alcanzar hasta los 5 millones de pesos mensuales.

De acuerdo con cifras de la Policía Metropolitana de Barranquilla, se registran 617 denuncias por extorsión en lo que va de 2024. Mientras que el total de denuncias recibidas el año pasado fue de 493.

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De igual manera, una fuente detalla que estas extorsiones son dirigidas por alias Castor, ‘Digno Palomino’ y el ‘Negro Ober’, de ‘Los Costeños’, ‘Los Pepes’ y ‘Los Rastrojos Costeños’, respectivamente.

Sin embargo, según informó la fuente a este medio, han identificado casos en los que delincuentes comunes están usando esos nombres para intimidar a la población.

Entre otros detalles que dejan los operativos de la Policía contra este flagelo en lo que va del año, se reportan 184 capturas, de las cuales al 97 por ciento de los señalados se les dictó medida de aseguramiento intramural. Además, las autoridades han evitado el pago de más de 5.365 millones de pesos por extorsión. El 56 por ciento de las denuncias se han esclarecido, mientras que el restante está en investigación o los denunciantes se han retirado por las mismas amenazas.

Por otro lado, según cifras de la Policía Metropolitana de Cali, dentro de los delitos de mayor impacto entre el 1 de enero hasta la fecha, el homicidio es el que más casos ha presentado (474), que a diferencia del año pasado se redujo con 83 casos menos, lo que significa un 15 por ciento.

Mientras tanto, la extorsión bajó en un 9 por ciento, lo cual se atribuye a las acciones de la policía, aunque veedores sostienen que se trata del temor de la ciudadanía para denunciar.

El experto en seguridad, Hugo Acero, considera que existen varios factores por lo que no se ha podido combatir este delito con efectividad.

“Primero, porque los delincuentes están más cerca a sus víctimas, que las propias autoridades. Segundo, porque la actividad la desarrollan con gran violencia e intimidación y muchos ciudadanos no denuncian porque no tienen confianza en las autoridades”, dijo Acero.

Y añadió, en tercer lugar, “porque las leyes y los procedimientos de investigación criminal son muy lentos y en algunos casos inefectivos, frente a una industria criminal creciente y dinámica”.

Nicolás León, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), señaló que aunque el fenómeno de la extorsión en Colombia no es nuevo, pero en los últimos años han evidenciado dos características fundamentales para su fortalecimiento.

“Por un lado, está la expansión territorial de los grupos armados organizados y de los grupos de delincuencia organizada, y por otro está la expansión de sus portafolios criminales, lo que se traduce en la diversificación de sus economías ilícitas”, manifestó León.

Como una posible solución, el investigador de Pares señaló que hay que atacar a cada una de las partes que intervienen en este delito: “prevención, una política clara para el desmantelamiento de los grupos criminales detrás de este fenómeno y unas reformas estructurales al sistema penitenciario, para evitar las extorsiones desde las cárceles”.

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Redacción Nación y Justicia

EL TIEMPO