Tribunal de Bogotá negó la tutela de Monómeros para librarse del proceso de reorganización en la Supersociedades

La compañía venezolana Monómeros seguirá en proceso de reorganización en Colombia. El Tribunal Superior de Bogotá negó en segunda instancia una tutela con la que la fabricante número de uno de insumos agrícolas en el país buscaba librarse del control del Gobierno. 

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En la tutela, Monómeros alegaba una supuesta vulneración de sus derechos luego de que la Superintendencia de Sociedades le abriera un proceso de insolvencia tras advertir una cesación de pagos. Esta razón fue la que llevó al Tribunal a no ceder a las pretensiones de la compañía, que seguirá bajo estricto control y entrará ahora en una renegociación de las deudas con los acreedores para ponerse al día con sus obligaciones. 

La justicia le dio la razón a la Superintendencia, que está facultada para solicitar la apertura de un proceso de insolvencia sobre las sociedades sometidas a su vigilancia y control.

Con el proceso de reorganización, el Gobierno colombiano busca evitar la liquidación de la compañía y proteger los intereses de las empresas proveedoras y de los más de 1.800 trabajadores directos. Además, tiene especial interés en que siga operando porque de Monómeros depende el 80 por ciento de los insumos agrícolas del país. En el camino del fortalecimiento de este rubro, que ha sido una de las banderas políticas del presidente Gustavo Petro, su conservación es un factor clave.

"La solicitud de apertura del proceso de reorganización para Monómeros es una oportunidad única para su conservación y recuperación, que le permite su preservación como unidad productiva e industrial, y, en especial, como fuente generadora de empleo. Desde la Superintendencia, velamos por el fortalecimiento de la empresa, de sus trabajadores y del agro colombiano, que se beneficia de una sociedad fortalecida y reestructurada, que es la finalidad de todo proceso de salvamento y reorganización para su fortalecimiento", aseguró el superintendente Billy Escobar.

Con el fallo en segunda instancia, Monómeros está obligada a entregar toda la información requerida por la 'Super', veraz y actualizada, para determinar el plan de pagos. Con este cronograma, se les garantiza un flujo de caja y se fijan unas cuotas -acorde a su situación económica- saldar la mora. En caso de no cumplir con los pagos, iría a liquidación. 

Dentro del proceso de reorganización tampoco podrá realizar operaciones sin autorización previa a la Supersociedades, una medida que pone una talanquera a su eventual venta, que ha sido el deseo del régimen de Maduro, su dueño natural.

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Lo que sigue es una audiencia de calificación de créditos, en la que se exponen las deudas de Monómeros y los acreedores. Cada uno de ellos tendrá un voto por cada peso, es decir, en proporción al monto que tienen comprometido. Al final, se llegará a un acuerdo en el que se pacta una forma de pago y un plazo, acorde con las capacidades de la empresa. La Super acompañaría el proceso, ejerciendo vigilancia en el cumplimiento de los pagos.

Redacción Justicia