En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

Exclusivo suscriptores

Aumento de homicidios: el peso de los que tienen como profesión matar

No vamos a cambiar el panorama si no atacamos la impunidad. Opinión.

La tasa es una de las más bajas en la hsitoria del departamento. Viene disminuyendo desde el 2015.

La tasa es una de las más bajas en la hsitoria del departamento. Viene disminuyendo desde el 2015. Foto: Johan López.

Alt thumbnail

EDITOR MESAActualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
Concentrados en los mortales estragos de la pandemia y en el vandalismo infiltrado y desbordado en muchas de las protestas del paro nacional, los colombianos poca atención hemos prestado a los números en rojo de un indicador clave: el aumento de asesinatos en lo corrido del 2021.
Desde hace 20 años, el país empezó a recorrer un camino que lo alejó sostenidamente de los primeros lugares entre las naciones más violentas del planeta.
Pasamos de casi 28.000 homicidios en 2002 y de una tasa (casos por cada 100.000 habitantes) superior a 75 a menos de 13.000 asesinatos y una tasa de 23,9 (la más baja en 40 años) en el 2020. Hemos mejorado notablemente, sí, pero nuestros indicadores (y los de la región) siguen aún lejos de la media internacional, que está por debajo de los 10 casos por cada 100.000 personas.
Pero este año, como lo revela un reciente informe de este diario, el homicidio está creciendo. No solo comparado con el 2020 –algo obvio, porque ya la mayoría del país volvió a las calles– sino con respecto al 2019, cuando las cuarentenas no estaban en el mapa.
Entre enero y mayo hubo 4.986 asesinatos, 1.066 más que en el mismo lapso del 2020. Y la cifra del 2021 es superior en más de 300 casos a los cortes de 2019 y 2018. Y en esa violencia mortal, en la que siempre tienen peso la intolerancia y los atracos violentos, aparecen de manera significativa los ataques de sicarios.
El miércoles, en Cali, hubo cinco homicidios cometidos por sicarios. Y el viernes los asesinos profesionales sumaron dos víctimas más en esa ciudad, que cerró el primer semestre con el mayor número de asesinatos (630) desde el 2016.
Esa llamada ‘violencia instrumental’ se ve por todo el país, como lo muestra el asesinato, a sangre fría, del antiguo capo Luis Caicedo y su abogado en Pablo VI, un usualmente tranquilo barrio de Bogotá.
Otro dato inquietante es el aumento de los homicidios contra ciudadanos venezolanos, que fueron 192 entre enero y mayo del 2020 y que llegaron a 300 (es decir, más de 100 casos más), en los primeros cinco meses de este año, según los reportes de Medicina Legal.
No obstante todos los logros, el país tiene aún mucho por hacer para reducir el homicidio doloso a sus ‘justas proporciones’. Claro que son claves las campañas y medidas contra la intolerancia y el consumo de trago, pero el grueso de nuestros muertos lo sigue generando la delincuencia, especialmente esas máquinas de terror que coloquialmente se conocen como ‘oficinas de cobro’, todas amarradas al narcotráfico. Y mientras mantengamos un nivel de impunidad superior al 60 por ciento en materia de asesinatos, especialmente de los cometidos por los que tienen como profesión matar, no vamos a lograr romperle el espinazo a ese lastre de violencia fatal que cargamos desde hace ya demasiadas décadas.
JHON TORRES
Editor de EL TIEMPO
En Twitter: @JhonTorresET

Sigue toda la información de Justicia en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.

Mis portales