Recursos disponibles del Gobierno para pagar sus obligaciones están en mínimos de 20 años

Así lo indica un informe del equipo de Investigaciones Económicas de Bancolombia, que señala que en muchas ocasiones durante lo corrido del 2024 la caja disponible en la cuenta del Tesoro Nacional del Banco de la República ha caído a mínimos desde que se dispone de datos comparables.

​"Durante el 2024, los datos del Banco de la República han revelado que las disponibilidades del Ministerio de Hacienda han representado un promedio de 0,8 por ciento del producto interno bruto (PIB), el nivel más bajo desde el 2004 para los periodos comparables (enero – abril)", señalan los economistas.
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​De hecho, indican que en abril esta tendencia se agudizó y alcanzó un mínimo de 0,5 por ciento del PIB, lo que supone un saldo promedio de 8,54 billones de pesos. "Este monto es el más bajo de las últimas dos décadas. Desde 2004, los Gobiernos usualmente mantuvieron una caja equivalente a 1,9 por ciento del PIB en los periodos homólogos", aseguraron.

Esta es una alerta que también lanzó el equipo de Investigaciones Económicas y Análisis de Mercados del Banco de Bogotá al detallar que mientras los pagos del Gobierno para cubrir gastos de funcionamiento e inversión crecieron 22 por ciento anual para el acumulado del primer trimestre, el recaudo de tributario lo hizo en apenas 4 por ciento. Esto significa que los gastos están aumentando más de lo que lo hacen los ingresos, traduciéndose en una menor caja para el Gobierno nacional.

Los cálculos que hace este equipo indican que a inicios de abril la caja del Gobierno cayó a un mínimo de 4,1 billones de pesos, cuando por esta época del año se ubicaba en 25,9 billones de pesos para la mediana entre 2002 y 2022. El resultado de 2024 es bastante inferior al de 2023, cuando el Gobierno contaba con 14,8 billones de pesos.

Según explica el exviceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, si el Gobierno se queda sin caja, es decir, sin recursos disponibles, se ponen en riesgo todos los pagos que tiene a su cargo como, por ejemplo, pensiones, salarios, subsidios y el pago de la deuda.

"El Gobierno debe tener alguna explicación frente a ese nivel de caja tan bajo. O se hizo un pago muy importante que dejó baja la caja temporalmente o alguno de los recaudos que se esperaba no llegó. Es evidente que el recaudo viene muy bajo, viene mal y que el gasto proyectado es muy alto", añade.

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Entre tanto, para el exministro de Hacienda y actual rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, evidentemente existe un problema de recaudo al haber incorporado ingresos imposibles de lograr en el Presupuesto General de 2024, pues el Gobierno esperaba contar con 10 billones de pesos por arbitraje de litigios. 

Esto se suma a que no se han podido cumplir las metas de recaudo tributario y a la baja dinámica de la economía (en el primer trimestre de 2024 creció apenas 0,7 por ciento). Pero, para Restrepo, también hay un problema de exceso de gasto, aún a pesar de la baja ejecución de inversión.

Según el informe de Bancolombia, esta sería una de las razones por las que la ejecución presupuestal del Gobierno se encuentra "rezagada" respecto al promedio de la referencia año corrido hasta abril del lustro más reciente.

"Como consecuencia de la baja caja del Gobierno, la ejecución se ha visto comprometida; en los primeros cuatro meses de este año se registra un rezago significativo frente a las referencias de años anteriores", afirma el equipo de Investigaciones de Bancolombia.

Al cierre de abril, la ejecución del Presupuesto General de la Nación del 2024 va en 33 por ciento, lo que recalcan que es inferior al promedio de los seis años previos. "El año pasado para esta fecha el Gobierno ejecutó 37,5 por ciento y, en promedio, desde el 2018 se ejecutó un 36 por ciento durante los primeros cuatro meses de cada año", dijeron los economistas.

Hay sectores de la economía que han ejecutado menos del 10 por ciento de sus recursos como el de Deporte, Presidencia, Agricultura, Información Estadística y Trabajo, entre otros.

"Un menor recaudo tributario, debido a una dinámica particularmente débil en el impuesto de renta e IVA y un perfil de amortizaciones muy elevado para el 2024 están detrás de las dificultades que ha encontrado el Gobierno en términos de liquidez. Esto ha redundado en bajas disponibilidades de la Dirección del Tesoro Nacional (DTN) y en un aumento en la liquidez del sistema financiero", se puede leer en el informe.

Mientras que el impuesto de renta creció 12,8 por ciento anual (en términos reales) durante el primer trimestre del 2023, este año —señalan en el informe— su ritmo de crecimiento se moderó hasta solo un 1,7 por ciento anual.

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Entre tanto, el recaudo derivado del IVA ha tenido una desaceleración a lo largo de este año, con un deterioro más marcado en el externo. Esto se debe a la caída que han tenido las importaciones, en medio de la desaceleración en el crecimiento económico. Según el último reporte del Dane de febrero, estas llegaron a 4.820 millones, lo que supuso una disminución de 4,7 por ciento frente al mismo periodo del año anterior.​

En total, el reporte del equipo de Investigaciones de Bancolombia indica que en el primer trimestre del 2024 el IVA externo cayó 30,3 por ciento anual en términos reales, lo que implica una profundización en la tendencia de retroceso ya observada desde el primer trimestre del 2023 (-5,4 por ciento real).

Ante este panorama, José Manuel Restrepo dice que es "urgente un programa de congelamiento de gasto e inversión inmediato, y un plan de reactivación que genere crecimiento y con ello más recaudo".

Lo mismo piensa el exviceministro y reitera que es urgente congelar la mayoría de los gastos, recortar el presupuesto y estar monitoreando constantemente los ingresos para cuadrar caja.

"La caída en la inversión y el consumo se reflejan inmediatamente en el recaudo. El Gobierno debe buscar recursos, dinamizar la economía y entrar en un periodo de austeridad en el gasto para sobrepasar la situación", agrega.

Por su parte, el exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, manifiesta que la situación fiscal de Colombia es delicada. Por lo tanto, también coincide en que se requiere un aplazamiento y recorte de gasto público.

"Lo hice varias veces para asegurar el cumplimiento de las metas de déficit. Impopular al interior del Gobierno, pero necesario. Mientras más rápido actúe el Ministerio de Hacienda mejor para el país", señala.